Capítulo 7.

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La fiesta estaba siendo bastante buena. Ben y sus amigos eran muy divertidos, tanto que casi olvidé por completo que estaba en un internado en el medio de Inglaterra rodeada de vacas y personas extrañas.

Había ganado varias partidas de póker, lo que me dio tres cervezas, dos paquetes de cigarrillos mentolados light y algo de dinero, luego casi termino besando a Gene en chupa y sopla cuando la tarjeta se cayó de su boca pero ella rió antes de que nuestros labios se juntaran.

Me sentía realmente bien allí, a pesar de que Margareth ("Peggie", como todos le decían pero como yo nunca la llamaría porque en realidad no la soportaba) tenía su mirada fija en mí desde que había llegado. En realidad, ese hecho me hacía sentir mejor. Sabía que ella se sentía molesta por mi presencia en la fiesta de sus amigos, odiaba que yo estuviera allí, odiaba que tuviera tanta atención de todos, odiaba que se rieran de mis chistes y que Ben estuviera cerca de mí. Me odiaba. Y era perfecto.

Luego de parar para comer algunas de las botanas que habían preparado, volvimos a jugar, esta vez a tres minutos de sinceridad. El juego consisitía en dos personas enfrentadas haciéndose preguntas mutuamente y respondiendo sinceramente frente a un grupo de más personas que tenía comentarios para cada respuesta, sin importar cuál fuera. Luego de un par de estúpidas rondas de niños de segundo año preguntando cosas estúpidas llegó mi turno de jugar. Debía escoger una pareja. Ni siquiera tuve que pensarlo, era mi oportunidad para molestar a Margareth un rato antes de irme a dormir o fumar por ahí.

-Margareth.- dije, luego de unos segundos de fingir pensar en mi pareja.

Ella pareció sorprendida, pero se puso de pie, dejando a Sean solo por primera vez en la noche.

Me senté en la pequeña butaca con una pierna cruzada sobre la otra y los brazos sobre los apoyabrazos. Ella cruzó los brazos y me observó seria.

-¿Listas?- preguntó un chico del último año, quien estaba controlando el tiempo con un cronómetro de mano.

-Listas.- respondió Margareth sin darme tiempo a responder por mí misma.

-Bien, Maddison comienza.- aclaró él. -Ya.

Yo sonreí.

-Escuché que eras obesa cuando eras niña, ¿es verdad?- pregunté con una sonrisa.

Todos comenzaron a reír y murmurar, y sus mejillas se tiñeron de rosado.

-Sí.- respondió secamente. -¿Por qué estás aquí exactamente?

-Me invitaron a la fiesta.- reí, sabiendo que no se refería a eso.

-Me refiero a esta escuela.- sonrió irónicamente. -¿Por qué estás aquí?

-Me expulsaron de la anterior.- dije sin aclarar demasiado. No le debía ninguna explicación a ella o a nadie allí. -¿Tu abuela sabe que tienes un novio... tan sexy?- pregunté sonriéndole a Sean. Él estaba recostado sobre la pared a unos metros. Me sonrió también y bajó la mirada riendo débilmente.

-No, no lo sabe... ni lo sabrá.- respondió bastante amenazante.

-Dos minutos.- dijo el chico del cronómetro.

-Tu perfil en Facebook dice que tienes una relación, sin embargo le has dicho a todos aquí que estás soltera.- dijo lentamente, saboreando cada palabra. Realmente me había atrapado. -¿A qué se debe esa confusión, Maddison Alexander?- preguntó con una sonrisa triunfante. Todos comenzaron a murmurar a nuestro alrededor.

No respondí por un momento.

-Wow, sí que tienes tiempo libre.- reí, y varios se me unieron. -Terminamos antes de que viniera, no tuve tiempo de cambiar mi estado por la estúpida política de no-internet de esta escuela.- dije intentando sonar lo más natural posible. Ella dejó de sonreír, por lo que supuse que la había convencido. Y ahora yo estaba molesta. No se suponía que ella iba a encerrarme con preguntas así. -Dime, tú y el Señor Sexy...- dije sonriéndole a Sean otra vez, sabiendo que eso la molestaría aún más. -¿han tenido relaciones?

Best Mistake {h.s.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora