Capítulo 39.

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-Ahí.- exclamé señalando un lugar libre en el estacionamiento. Catt se encogió por el volumen de mi voz tan cerca de su oído pero no dijo nada y condujo hasta ese lugar. Cuando nos acercamos pude ver que en realidad el lugar no estaba libre. -¡Maldita sea!- exclamé molesta.

-Cálmate, ya estamos aquí.- dijo ella tranquilamente.

-Sí, tienes razón...- susurré inquieta intentando acomodarme en el asiento del acompañante. -No, en realidad no tienes razón.- dije luego de un momento. -Tú estaciona, yo tengo que entrar.- abrí la puerta del auto y salí.

Corrí por el estacionamiento hasta la entrada principal del aeropuerto. Estaba lleno de personas, por supuesto. Las vacaciones de verano estaban comenzando y todo el mundo se estaba yendo de la ciudad o llegando. Avancé con dificultad hasta la cartelera más cercana y busqué el vuelo más pronto a California. Faltaban solo treinta minutos. Me dirigí hasta la salida que indicaba el cartel de información y esperé. No habían muchas personas aún, pero no me iba a mover de ese lugar hasta encontrar a Harry. Ya estaba allí, no podía perderlo ahora.

Me recosté sobre una pared que me permitía observar a todos los que pasaban por el corredor. Si no hubiera sido tan estúpida no tendría que haber estado allí, probablemente iríamos los dos juntos. Todo estaría bien, no sentiría ese miedo tan grande a perderlo para siempre en mi interior, quemándome por dentro.

Los minutos pasaron. Poco a poco, las personas comenzaron a llegar y a ocupar los lugares en esa zona de espera. Una azafata se acercó al mostrador y habló al micrófono. Informó que en los próximos minutos abordarían los de primera clase, pero sabía que Harry no viajaría allí.

Una larga fila de personas se formó y comenzaron a avanzar lentamente. Observé a mis lados, buscándolo, pero no lo encontré. Aún no llegaba. ¿Existía la posibilidad de que se hubiera ido más temprano? Claro, o incluso podía no haberse ido aún. Tal vez se iría en el vuelo de la noche. Ni siquiera entendía por qué estaba tan segura de que ese sería su vuelo. Algo me lo dijo, supongo, pero era una estupidez. Él no estaba allí. Suspiré y me levanté de la pared, dispuesta a regresar al auto. Cuando alcé la mirada para comenzar a caminar, lo vi venir. Arrastraba una maleta y su mirada estaba fija en el suelo, pero cuando notó que alguien lo estaba mirando, levantó la vista. Entonces sus ojos se encontraron con los míos, y tuve que esforzarme mucho por mantenerme en pie y no caer al suelo.

Él no se veía sorprendido. Tal vez incluso esperaba verme allí.

Moví los labios intentando decir algo, pero ni un sonido salió de mi boca.

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó, no había sentimiento alguno o expresión en su voz. No había brillo en sus ojos, no había nada de aquel chico que me había consolado y dejado dormir en sus brazos hacía unas semanas atrás. Mi pecho se contrajo al notarlo.

-No podía dejar que solo te fueras, Harry.- susurré, mi voz sonaba aterrada. Realmente lo estaba. Me aterraba que él se fuera, que no fuera a verlo más, me aterraba que él siguiera actuando así. -Lo siento.

-Ya hablamos al respecto. Te dije que no importaba, que solo lo olvidaras.- dijo indiferente. Su mirada seguía sin mostrarme nada y eso comenzaba a molestarme.

-No puedo solo olvidarlo.

-Tendrás que hacerlo, porque es lo que yo estoy haciendo ahora.- dijo tomando la correa de su bolso y ajustándolo sobre su hombro. Caminó más cerca de mí pero me pasó y se dirigió hacia la fila. -Esto fue un error.- murmuró.

La fila había avanzado bastante mientras hablábamos, solo quedaban un par de personas antes que él. Se plantó detrás del último hombre, ignorándome completamente.

Best Mistake {h.s.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora