—¡Didi! ¡Didi! ¡Didi!— los golpes fuertes y sin parar en mi puerta me despertaron de un tranquilo y hermoso sueño con Chris Evans.
Me levanté perezosa y abrí la puerta; en estos momentos debo tener todo el cabello esponjado, enredado y revuelto.
—¿Qué quieres?— le pregunté brusca posándome en el marco de la puerta.
—Pareces bruja— me vió ladeándo la cabeza.
—Dime algo que no sepa— pasé mi mano por el cabello intentado arreglarlo pero era imposible— ¿A qué has venido?
—Mamá dice que tienen que salir por algo de negocios, la verdad no puse mucha atención, pero dice que estoy a cargo y los Mendes juniors van a venir.
—Primero, ¿Porqué estás a cargo? Y segundo, ¿Porqué vendrán los Mendes?
—Pues porque soy el mayor— dijo con aires de superioridad— Y los Mendes vendrán porque sus padres son con los que saldrán los nuestros y dicen que así tendremos un mejor trato entre las familias.
—¿Es en serio?
—Muy en serio. Al parecer los padres no saben cómo es que funciona esto de las amistades ahora; aparte de que me cae mal ese tal Benito— gruñí al escuchar su nombre— Como sea, arreglate, que no tardan en llegar. Cuando terminó de decir eso cerré la puerta de un golpe y me metí a la ducha.
Se sentía tan refrescante el agua cayendo sobre mí, gota por gota en mi piel. Cuando terminé de ducharme me envolví en la toalla y salí para buscar mi ropa. Decidí ponerme unos jeans azules, una blusa color coral con olanes en la parte de enfrente y de tirantes, con una chaqueta negra encima, me coloqué unos zapatos de meter plateados y me deje el cabello suelto para que se terminara de secar.
Cuando terminé de arreglarme bajé a la sala.
—No tardan en pasar a buscarnos.
Dice mamá que llevaba un vestido floreado que le quedaba más abajo de las rodillas— Se portan bien, no quiero que traten mal a los Mendes, ¿Entendido?— nos apuntó con el dedo
—Si, mamá.
Se escucha el sonido de una bocina de auto desde la calle; papá se asoma por la ventana y abre la puerta.
—Buenos días— habla el señor Manuel cuando entra a la casa.
—Buenos dias— le contestamos.
Detrás de él vienen sus hijos y junto a él está su esposa Karen vistiendo un vestido igual al de mamá pero de diferente color.
—Debemos irnos.
—¿A qué hora vuelven?— le pregunto a mamá cuando se acercó para darme un beso en la frente.
—No lo sé, talvez demoremos mucho en esto.
—Chicos, portense bien— dice firme el señor Mendes a sus hijos que estaban en fila frente a él. Todos asintieron. Vaya, que son educados.
Quiero uno para mí.
Las parejas salieron por la puerta y se fueron alejando en sus autos hasta que ya no se podían ver. Los chicos nos voltearon a ver y Benito me dió una sonrisa ladina.
Nos quedamos mirando todos y se sentía un enorme silencio incomodo.
—Tessa, enséñame tu cuarto— Ryan habló rompiendo el momento extraño, agarró mi mano y subimos esacaleras— Y ¿Cuál de estos es tu cuarto?
—Ese— le señalé la puerta con pegatinas de mariposas en ella.Entramos a mi cuarto y se puso a caminar por ella viendo mis cosas.
—Lindo cuarto
—Gracias— me senté en la cama.
—¿Tessa?— pregunté alzando una ceja.
—¿Qué?— se encontraba viendo un libro que tenía sobre mi escritorio.
—Sí, allá abajo me dijiste así
—Ah, sí, ¿Te molesta?
—No, para nada, solo que ¿Porqué Tessa?
—Teresa suena muy aburrido y como soy tu amigo no voy a permitir que seas aburrida así que te voy a decir Tessa, suena mejor— dijo sin despegar la vista del libro con pasta dura.
—Amm... Gracias, creo.
—No hay porque. Interesante libro el que tienes— lo cerró y lo alzó moviéndolo en el aire. Reí por eso ya que era un cuento infantil. Se sentó a mi lado derecho en la cama.
—¿Qué quieres hacer?— volteo a verlo.
—No lo sé, es tu casa, dime con que podemos divertirnos.
—Pues yo tampoco sé, me acabo de mudar pero si quieres podemos escuchar música.
—Claro, préstame tu celular— saqué mi celular del bolsillo delantero de mi pantalón y se lo entregué.
Empezó a teclear en el y después se escuchaba la melodiosa voz de Ed Sheeran. Me devolvió el celular.
—Ésta me encanta— era Lego House. —Y también ya tienes mi número entre tus contactos— posó sus manos en la cama, hizo su cabeza hacia tras y se le formó una hermosa sonrisa en el rostro
La música inundaba la habitación, era lindo tener un momento así, solo disfrutar de la música con un amigo a tu lado.
Se escuchó el sonido de la puerta de abajo siendo abierta, de seguro es algún vendedor, pero mis ideas fueron equivocadas cuando Emilio me empezó a llamar.
—¡Teresa!— Ryan me miró, paré la música y salí de mi cuarto con él detrás mío.
—¿Qué quieres?— le pregunto viéndolo, había alguien dándome la espalda— Te buscan— señaló con la mirada al sujeto que estaba frente a él y cuando dijo aquello la persona volteo a verme, todo lo sentí en cámara lenta.
—Hola.
ESTÁS LEYENDO
LOS TRILLIZOS MENDES©
Fanfiction-Sí, si quiero ser tú novia. ¿Qué pasaría si Teresa Hernández se muda a Canadá por el trabajo de su padre y a consecuencia de eso conoce a unos peculiares hermanos? Shawn Peter Raúl Mendes Rayment Benito Mendes Rayment Ryan Mendes Rayment Jóvenes he...