Capítulo 31

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—No puede ser. Otra vez.
—¡Explicanos esto!— mi hermano me gritaba, yo solo apretaba mis ojos para que las lágrimas no salieran, no dejaría que me vieran llorar. Pero esto me estaba hartando, solo estaba sentada en el sillón con la cabeza agachada
—¿Y bien? ¿No nos vas a decir?
Abrí los ojos pero sentí que me derrumbaría en cualquier momento así que los volví a cerrar, iba a hablar pero sentía un nudo en la garganta.
—¡TERESA CATALINA HERNÁNDEZ MÓNTEZ! ¡MÍRAME CUANDO TE HABLO!

¡MALDICIÓN! YA ME GRITÓ Y ME LLAMÓ POR TODO MI NOMBRE!

Apreté los puños y lentamente fuí alzando la cabeza y abriendo los ojos, tratando de que no vieran más allá de lo que permitiría.

—No sé nada sobre eso.
—Claro, apareció solo
—Teresa, solo dinos lo que sabes sobre eso para que te podamos entender y encontrar una solución— Shawn estaba a mi lado con su brazo por sobre mi hombro. Volteé a verlo
—Te digo la verdad. No sé que es eso.
Me sonrió triste, como si no me creyera, y eso, en parte, me dolió más que el grito de mi hermano.
—No estoy entendiendo nada— Hayes habló mirándonos a todos
—Estamos igual— habló su hermano
—Teresa es una mentirosa— Mel, que había estado callada y solo mirando la escena decidió hablar en estos momentos. ¿Cómo puede decir eso? Ella bien sabe que odio las mentiras.
—¡¿Pero que mierda te pasa?! ¡¿Tienes algún problema conmigo?! ¡Has cambiado! ¡Ya no eres la misma!— tenía tantas ganas de decírselo e iba a seguir
—¡TERESA! ¡BASTA! ¡ERES TÚ LA QUE HA CAMBIADO!— Mi propio hermano me ha dicho eso. Y ahí, se rompió mi corazón, mi propio hermano me lo destrozó.
Y sí, no lo soporté más, rompí en llanto. Enfrente de todos, me derrumbé.
—Teresa— Nash y Hayes me abrazaron por ambos costados. Al menos ellos me seguían tratando igual

—Está bien, está bien... Hablemos tranquilos... Teresa, habla—
Levanté la mirada y observé a Emilio parado frente a mí con los brazos cruzados
—No tengo nada que decir, ni siquiera sé bien lo que pasa—
Frustrado se pasó las manos por su cara y se alborotó el cabello
—Bien, recapitulemos... Te fuiste con Ryan al parque, yo llegué con los Grier para hacer algo juntos. No estabas, te íbamos a esperar, subí al cuarto de Aaliyah para agarrar tu cámara pero entre tus cosas encontré este celular— lo movió en el aire. Asentí— Les pregunté si era de ellos, todos negaron— volví a asentir— lo desbloquee, lo revisé, ¿Y qué crees con lo que me encontré?— lo miré directo a los ojos y me encogí de hombros— La galería está llena de fotos tuyas, y eso no es nada, en los mensajes solo tiene un chat... El tuyo.

Eso... No tiene sentido.

—Así que... Ya nos vas a decir. Tú te mandaste todos esos mensajes "amenazantes"— hizo comillas. Negué sin asimilar lo que me acababa de decir.
—Teresa— Shawn me llamó— Emilio ya nos habló sobre tu trastorno
¿Mi qué?
—Vas a estar bien. Solo deja que te ayudemos.
—No sé de qué me están hablando.
—Teresa. Ya le dije a nuestros padres, te volveremos a internar.

¡¿QUÉ?! ¡¿PERO QUE JODIDOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?!

—Nash. ¿Dejarás que me lleven? Sabes que no es cierto, tú me crees ¿Verdad?
—Lo siento— solo eso pudo decir con una voz no muy audible
—¿Hayes?— agachó la mirada
—¿Shawn?— Mel lo jaló del brazo
Mis ojos se empezaron a cristalizar más.

—Papá viene por nosotros, nos llevará a casa y mañana te vas.
No podía creerlo. Emilio me está haciendo esto. Algo totalmente estúpido que no entiendo, ni siquiera sé de qué trastorno me habla.

—¿Y Ryan?— tenía que verlo
—No queríamos que estuviera aquí por qué es súper sensible y no ayudaría de nada
Eso es una total mentira, estoy segura de eso.

Tengo que hacer algo ¿Pero qué?

LOS TRILLIZOS MENDES©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora