FINAL ALTERNATIVO

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—Ya está abriendo los ojos.

Abrí los ojos de a poco, escuchando distintas voces a mí alrededor.

—Gracias, a Dios, que está bien, hija.
—¿Mamá? ¿Qué pasa?
—Está bien, ya estás en el hospital.
—Pero...— intenté levantarme pero varios cables que atravesaban mis brazos y cara me estorbaban mucho haciendo imposible mis movimientos.
—Didi.
Mi hermano entró por la puerta de vidrio con un café en mano.
—Emi, ¿Qué pasó?
—Ya habrá tiempo para explicarlo, ahora descansa.
Colocó su café en el mueble junto a mí e intentó recostarme.
—¡No! ¡No quiero descansar! Solo quiero una explicación.

Mi hermano y mi madre voltearon a verse por un momento con una mirada triste en su cara.

—Los dejo solos.
Mamá se acercó hasta a mí y depositó un beso en mi cabeza para después salir por la gran puerta.

—Te dispararon.
—¿Quién?— me senté como oudecon ayuda de Emi.

—Fue... Hayes.
—Debes estar bromeando, ¿porqué él?
—Ese era el plan de ellos.
—¿Ellos?
—Mel y Hayes— habló sacando la lengua y asintiendo despacio.

No estoy entendiendo nada.

—Mel... Es nuestra hermana. Ella lo supo hace bastante tiempo.
—¿Y Hayes que tiene que ver en todo esto?
—Él se enamoró de ella, perdidamente, haciendo que hiciera lo que le pidiera. Siempre te tuvo envidia. Hayes solo fue su títere.
—Pero, no. Hayes ni siquiera estaba en el bosque.
—Lo estaba, siempre lo estuvo. Él junto con Mel fueron los responsables de los mensajes y de acosarte todo este tiempo.
Colocó su mano suavemente sobre la mía tratando de calmarme mientras yo entendía todo lo que pasó.

—Sé que es difícil de entender pero ya pasó. Todo está bien.
—¿Entonces los atraparon?
Mi hermano bajó su mirada y ae relamío los labios.
—A Mel, sí, pero a Hayes, no. Logró escapar.

Era como si todo lo que viví por años, hubiera desaparecido, solo así, sin explicación alguna.
Solo así, me solté a llorar en los brazos de mi hermano.
Con él pasando su mano repetidas veces por sobre mi cabello, pregunté por lo que me importaba en este instante.

—¿Y Shawn?
—Está bien, los tres están en la sala de espera, ¿Quieres que pasen?
—Sí, ya me hace falta la voz de Ryan.
—Ya los traigo.
Se puso de pie y salió para que pudieran entrar mis trillizos favoritos.

La habitación se sintió muy sola, un rayo de sol entró por las personas del ventanal a mí derecha. La máquina conectada a mí emitía constantemente un sonido agobiador.

—¡Tessa!
No me dió tiempo de voltear cuando ya tenía a Ryan abrazándome fuertemente.
—Yo también te extrañé.
—Ya. Déjala, la vas a lastimar.

Despacio se alejó de mí y me regaló una linda.so risa brillante.

—¿Cómo estás?
—Ya me han preguntado eso.
Solté un suspiro cansado. Cuando la gente te pregunta eso, en realidad no quieren saber la respuesta.

—Shawn.
Lo llamé al ver que estaba en una esquina del cuarto, alejado de nosotros, de mí.

—Siento lo de Mel.
Su garganta expulsó un sonido de risa, un estupenda risa sarcástica.
—Solo, tú, Teresa, dices lo siento cuando la afectada eres tú misma.
—Emi, me contó todo.
—Sí, pero no me importa Mel, nunca me importó.
—¿Entonces porqué...?
—¿Porqué salía con ella? Era solo para olvidarte pero no funcionó. Te sigo amando como la primera vez que te ví.
Se acercó lentamente caminando hasta mí, bajó su cabeza a la altura de la mía y besó, suave  y delicadamente, mis labios.
Luego de eso, salió.

Se había vuelto incómodo el silencio con solo una fastidiosa máquina resonando en la habitación.

—Yo mejor me voy, se puede sentir la tensión.

Ryan salió frotando su mano en su pantalón, esta situación le provocó sudor.

—Ben...
—No importa. Tú lo amas a él y él te ama a ti. Supongo que hay un final feliz despues de todo.
—No será final hasta que encuentren a Hayes.
—Mejor deja de pensar en eso.

Depósito un beso en mi mejilla rozando un poco mis labios y así, me volvieron a dejar sola en este fastidioso lugar.

☄️

—Dejénme cortar el pastel. ¡Ryan! Saca tu dedo del merengue.

Estábamos reunidos en mi casa, había sido aceptada en Studio's immagine con una beca completa para estudiar fotografía; y no solo eso, a Shawn igual, luego de tanto insistir, convenció a su padre de que eso era lo que él quería.

Ya había pasado un año desde que salí del hospital, me quedó una fea cicatriz al costado de mi vientre pero estoy viva.

—Nash, sirve el jugo.

La familia Grier se deprimió bastante por el escape del oji-azul, se culparon por ser ellos quienes no le enseñaron bien. Muchas idas al psicólogo y todo en su casa volvió a brillar.

—¡Ryan! Deja de besar a mi hijo.

Emi habló con nuestros padres sobre su sexualidad, al parecer no se sorprendieron. Dicen qué fue algo que se veía venir.

—Benito, ¿y Delaila?
—Tenía una sesión de fotos.

Benito comenzó a salir con una modelo bastante linda y pelirroja. Y entre nosotros solo quedamos como grandes amigos.

—Luces hermosa.
—Y tú, muy apuesto.

Shawn y yo... No lo sé, hemos estado saliendo a unas cuentas citas pero no sé exactamente que pase.
Es algo de quiero descubrir.

LOS TRILLIZOS MENDES©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora