—Creo que sigue dormida— escuché la voz de mi madre.Pasos acercándose y el rechinido de la puerta que aún no ha sido reparada me indica que alguien ha entrado al cuarto.
No quise mirar con quién estaba por qué era obvio que venía con alguien, lo único que quería era dormir, dormir, a y ¿Adivinen qué? Sí, dormir; no es que haya llegado tarde, de echo llegué justo a tiempo para despedirme de los Mendes y no recibir un regaño por parte de mi padre, simplemente quería dormir.—¿Está babeando?— escuché de nuevo la voz de mi madre seguido de una risa de alguien más, no me importa que mi familia me vea babear, me han visto hacerlo desde pequeña pero que alguien más me vea, eso sí no lo permito.
Abrí los ojos rápidamente pero volví a cerrarlos instantáneamente ya que la luz del día traspasaba por las cortinas dándome directo en ellos. Esta vez los abrí pero ahora lentamente.
—¡Sorpresa!—me gritaron en la cara causando que cerrara los ojos nuevamente y frunciera el ceño. Me senté recargando mi espalda en el respaldo.
—¿Mel? ¿Qué haces aquí? pregunté mientras me restregaba los ojos con mis manos hechas puño
—¿Eso es lo que me vas a decir? ¿No hay ningún abrazo para tu amiga que vino desde muy lejos solo para verte? Eso me saco por querer ser buena onda— habló acelerada poniendo una mano en su pecho y fingiendo llorar.
—Las dejo solas. En un rato bajen para el desayuno— habló mi madre y desapareció por la puerta
—¿En serio viniste solo para verme?
—Obvio, tenía que venir a ver a mi querida hermana del alma— se sentó a mi lado izquierdo de la cama— También quería ver a los Grier— extendió los brazos moviendo las puntas de las manos para que me acercará y así lo hice dándonos un abrazo— Y bueno, también quiero conocer a los sexis trillizos— añadió cuando nos separamos, empecé a reír y negar divertida, después me levanté de la cama para dirigirme al baño y darme una ducha rápida.Al salir me enrollé en la toalla y me puse otra en el cabello.
—Lindo león— habló Mel sosteniendo a Leo enfrente de ella y moviéndolo de un lado a otro— Creí que te habías desecho de todos tus peluches.
—Lo hice— le contesté mientras buscaba ropa que ponerme en mi armario— Ese lo ganó Shawn para mí en la feria— me empecé a vestir con una blusa blanca que me quedaba abajo de la rodilla y con unos shorts muy cortos de mezclilla para estar más cómoda y no importaba porque no saldría hoy.
—¿Feria?— la miré por el espejo mientras cepillaba las puntas de mi cabello todavía mojado
—Sí, se llama Leo y dice que es nuestro hijo.
—¿Hijo?— repitió como cotorro
—¿Vas a repetir todo lo que yo diga?—me giré para quedar frente a ella.
—Mmm... No lo sé ¿Voy a repetir todo lo que ella diga?— le preguntó a LeoEmpecé a negar divertida camino a la puerta.
—Vamos a desayunar.
—¡Comida!— de un momento a otro Mel se bajó de la cama y paso por mi lado corriendo seguido de bajar las escaleras a gran velocidad—Buenos días— hablé al entrar a la cocina. Emilio estaba leyendo una revista de ¿Juguetes? Sí, era de juguetes, Mel estaba comiendo un plátano y mamá servía el desayuno.
—Buenos días— contestaron todos al mismo tiempo
—¿Y papá?— pregunté mientras jalaba la silla para sentarme
—Fue a trabajar— solo asentí viendo como los platos con Hot-Cakes se posaban frente a nosotros.
—¿Porqué no nos cuentas cómo te fue anoche?— mamá preguntó cuando me llevé el Hot-Cake a la boca. Tres pares de ojos me observaban, tenía en la boca mi desayuno así que me apuré a masticar y tomar un poco de jugo. Iba a contestar pero el timbre de la casa sonó.
—Yo voy— mamá se levantó de su asiento y salió de la cocina.—Creo que llegamos en buen momento— la voz de Nash hizo que me volteara ya que estaba a espaldas de la entrada
—¡Nashito!— Mel se levantó de su silla ir a darle un gran abrazo al oji-azul— Hayesito bebé— le despeinó el cabello al mencionado para luego él pasarse la mano por éste.
—¿Mel? ¿Qué haces aquí?
—¿Porqué todos me preguntan eso?
—¿Se quedan a desayunar? preguntó mamá señalándoles los asientos
—Pero por supuesto— Nash tomó asiento a mi derecha y Hayes se sentó enfrente nuestro y del lado izquierdo de mi hermano. Mamá les puso los platos frente a ellos con una torre de Hot-Cakes en ellos para después sentarse.—¿Qué hacen aquí?— les pregunté a los hermanos
—Queríamos verlos— contestó simple Hayes
—Mel— Nash la llamó haciendo que levantará la vista y la viéramos con su desayuno en la boca— ¿Cuándo llegaste?
—Anoche.
—¿Anoche?— le pregunté con la cabeza ladeada a lo que solo asintió con la boca toda embarrada de cajeta— ¿Dónde dormiste entonces?— como tenía la boca llena de comida se la pasó toda y habló
—En un hotel, ya era de noche y no encontraba ningún taxi que me trajera.
—Que raro. Los taxis trabajan más de noche— habló Nash frunciendo el ceño
—Sí, que raro— Mel contestó cuando se llevaba el tenedor cubierto de cajeta a su boca.
Iba a decir algo pero me ví interrumpida por el timbre.
—Yo voy— mamá repitió lo de hace unos segundos para volverse a parar de su asiento y dirigirse a la puerta.
Esperamos a que mamá regresará para seguir con el desayuno pero no lo hizo sola.
—Creo que tienen reunión— la voz de Benito hizo girarme, de nuevo, para encontrarme con los hermanos junto a mi madre.
—¿Quieren quedarse a desayunar?— mamá preguntóA este paso el desayuno te terminará antes.
—No, está bi...— empezó hablando Shawn educadamente como siempre pero Ryan no lo dejó terminar
—¡Hot-Cakes! Yo quiero— no había terminado de decir cuando ya lo tenía sentado a mi izquierda.
Shawn soltó una risa y Benito rodó los ojos. Volteé a ver a mi amiga y me dí cuenta que estaba babeando.
Los chicos se sentaron del lado derecho de Nash y le sirvieron su desayuno con un vaso lleno de jugo.
—Me llamo Shawn— habló el hermano con playera azul cielo en dirección a Mel.
—Melanie— mi amiga se sentó más derecha en la silla y sonrió muy feliz en su dirección— Pero todos me dicen Mel.
—Un gusto— Shawn le sonrió de vuelta.
—Yo soy Benito— el chico que lleva puesta una camisa negra con botones blancos se presentó— Pero tú puedes llamarme esta noche— para después guiñarle un ojo provocando que mi amiga sonriera aún más.
—El es Ryan— lo presenté al darme cuenta que no había puesto atención, él seguía comiendo sin despegar la vista de su plato— Y al parecer tiene hambre— comenté divertida
—No es mi culpa. Anoche no cené, Benito me llevó a...— iba a seguir hablando pero se detuvo un momento como a pensar— a rentar unas películas— su mirada pasó por cada uno de los que estábamos sentados
—Pero tenemos muchas en casa ¿Porqué no vieron una de esas?— intervino Shawn
—Por que no queríamos— contestó enseguida Benito.¿Creen que la llegada de Melanie tiene algo que ver o es pura coincidencia?
¿En realidad Ryan y Benito fueron a rentar películas?Les mando un gran abrazo de oso 🐻 y les deseo que tengan un grandioso día.
—Jos
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LOS TRILLIZOS MENDES©
Hayran Kurgu-Sí, si quiero ser tú novia. ¿Qué pasaría si Teresa Hernández se muda a Canadá por el trabajo de su padre y a consecuencia de eso conoce a unos peculiares hermanos? Shawn Peter Raúl Mendes Rayment Benito Mendes Rayment Ryan Mendes Rayment Jóvenes he...