CAPÍTULO 17

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—Hermanita— Emilio me susurró en el oído y me pellizco mi pierna derecha a lo que pegué un brinquito en la silla.
—Ahh ¿Qué?— volteé la vista para encontrarme con todos viéndome. No me había percatado de que estaban haciéndome una pregunta. Me había quedado pensando... ¿Benito fue el que me mandó el mensaje? Él me estaba viendo y me guiñó un ojo justo como en el misterioso pero ¿Cómo podría el tener mi número? Debo estarme volviendo loca, no creo que el sea capaz...—Perdón, no los escuché— la señora Karen soltó una pequeña risa y mis padres se hicieron una seña con la cabeza que no sé que significa
—Te preguntaba si estarías dispuesta a ser la fotógrafa de nuestra hija para su fiesta. En unos días regresa de Italia y como cumple 15 años, queremos hacerlo a lo grande y que quedé de recuerdo— ¿Hija? Los Mendes tienen otra hija ¿Será igual a la señora Karen o tendrán parecido con los trillizos?
Empecé a reír por haberme creado la imagen de los Mendes Juniors con peluca, a lo que las personas en la mesa me vieron raro y con alguna que otra ceja alzada.
—Oh, lo siento. Sería un placer ser la fotógrafa en la fiesta de su hija— le dediqué una sonrisa a los señores y Karen aplaudió repetidas veces con una gran sonrisa.

El resto de la cena se basó en charlas y más charlas de negocios, yo solo me disponía a comer el puré de papas, mi pedazo de carne y mover de un lado a otro los pequeños chícharos.
Ponía cara de estar interesada en la conversación cuando en realidad trataba de pensar quien es él que me manda mensajes; el único momento en el que me puse feliz es cuando los muffins llegaron hasta nosotros, su olor era exquisito pero cuando apenas había estirado mi mano para sostener uno, ya no había nada; todos desaparecieron de mi vista, solo quedaron migajitas y pequeñas chispas de chocolate por toda la charola.

Iba caminando por la sala, mis padres y los Mendes se fueron a charlar en la oficina de mi padre, pasé por la gran biblioteca a la cual aún no he entrado pero debo de hacerlo; mi hermano se quedó con los chicos a seguir asaltando el refrigerador, tal parece que no se llenaron con servirse dos veces la cena y comerse los muffins que me correspondían.
Pero si le digo algo me sale con su "yo estoy en pleno desarrollo, pequeña Didi" y siempre me toca la punta de la nariz, pero lo peor es que tenemos la misma edad, por lo tanto deberíamos comer lo mismo y a parte de que nuestra etapa de crecimiento pasó hace mucho y él, para desgracia mía, creció más que yo, soy una minions a su lado y no se diga ahora que estoy al lado de los Mendes, ellos son unos gigantes.
¿Gigantes sexis? Mmm... No sería mala idea que haya un escrito sobre eso.

—¡Tessa!— el grito me hizo volver a la realidad para mirarme asustada al ver a un Ryan con chocolate por toda la cara correr en dirección a mí. Los chicos venían detrás de él por lo que aceleró su paso y se escondió detrás mío como si fuese un pequeño asustado.
—Alto ahí, trogloditas— le dije a los tres chicos que venian corriendo poniendo una mano enfrente de ellos— ¿Qué le hacen a mi bebé?— dije aquello ya que parecía la madre de un niño para nada pequeño
—Me quieren matar— Ryan puso sus manos sobre mis hombros y podía sentir su respiración en mi nuca
—Se comió todo el chocolate— habló mi compañero de vida
—Eso es una gran mentira— Señaló con su dedo pero al ver qué este estaba manchando de algo café y pegajoso escondió su mano
—¿Todo esto solo por el chocolate? ¿En serio?— hice que se pusieran en una línea frente a mí e iba a dar una charla sobre lo que hicieron y el por que está mal pero mi hermano me dijo algo que no tenía que pasar
—Tambien estaba tu chocolate ahí— señaló a el monstruo come chocolate detrás de mí y giré la cabeza como la mismísima chica del Exorcista
—¿Te comiste mi chocolate?— le pregunté lenta y pausadamente
—Amm...— se fue alejando un paso cada que yo daba uno
—Nadie se mete con mis cosas, así que te doy tres segundos para que corras por tu vida— me miró con cara de asustado y en el momento que empecé a contar se echó a correr escaleras arriba
—¡Tres!— grité cuando termine de contar y se escuchó el chirrido de una puerta, salí corriendo hacía el cuarto donde creo que se escondió con los chicos detrás de mí.
¿Porqué tanto problema por el chocolate? Si hace unos minutos iba a dar un plática sobre por qué asesinarlo estaba mal; no me importa que se haya comido el chocolate de mi hermano pero si me importa el mío, nadie debe meterse con mis cosas y mucho menos si se trata de comida.
—Sabemos que estás bajo la cama— hablé ya estando dentro de mi habitación, las pisadas no sonaban tanto gracias a la alfombra— ¡Bu!— dije al alzar la sábana que colgaba de la cama

—¿Qué quieren hacer?— preguntó Emilio, todos estábamos sentados en círculo en el medio de mi habitación
—Que tal si empiezan con desatarme— Ryan estaba amarrado a una silla— Ya me duelen mis bracitos—
—Debimos haberle puesto cinta—
—¡Ey! Soy tu hermano—
—Un hermano que no cierra el pico— Benito tenía las manos en el suelo y veía a su hermano tratar de soltarse— No vas a poder, le puse doble nudo—
—Tendran que desatarme para cuando nos vayamos a casa—
—O podemos llevarte con todo y silla hasta la casa— soltó un bufido y recargo su cabeza en el respaldo del asiento
—Voy por algo de beber— me levanté de mi suave alfombra y me fuí directo a la cocina.
Abrí la puerta del refrigerador y saqué una jarra de vidrio con agua, me serví en un vaso y empecé a beberla.
—Hola— pegué un brinco al escuchar la voz ya que estaba a espaldas de la puerta
—Lo siento, no era mi intención que te asustadas—
—No te preocupes— regresé la jarra al refrigerador
—Este... Amm...— Shawn pasó una mano por su nuca repetidas veces en señal de ¿Nerviosismo?— Yo... Quería invitarte a salir—
—¿A mí?— me señalé
—Sí, la feria llegó a la ciudad y me gustaría que fueras conmigo— me dió una mirada nerviosa y me dio ternura— Pero si no quieres, lo entiendo— dió la vuelta y estaba por irse
—Si quiero— le dije rápidamente
—¿En serio?— se acercó a mí y me sonrió
—Sí—
—¡Chicos!— el gritó nos hizo brincar para salir de la cocina
—¡Al fin libre!— Ryan venía corriendo escaleras abajo a toda velocidad
—La cena estuvo increíble, nos vemos luego— el señor Manuel se despidió de mis padres. Los demás venían bajando a paso lento.
—Adios Tessa— me dió un abrazo y salió de la casa. Benito solo me guiñó un ojo.
—Te veo mañana, paso por ti a las 5:00— me dió un beso en la mejilla algo lento y sonoro.
Todos se alejaron para subirse al automóvil y desaparecer en la oscuridad.
Cerré la puerta y al darme vuelta mi familia me observaba con los ojos levemente cerrados.
—¿Qué fue eso?— preguntó mi padre
—¿Qué fue qué?—
—No te hagas— ésta vez habló mi hermano
—¿Vas a salir con él?— mi madre parecía feliz
—Sí, me invitó a la feria— terminé de decir eso y salí corriendo a encerrarme a mi habitación escuchando los gritos de mi padre y hermano desde abajo.

Me desvestí para ponerme algo más comodo y tumbarme en mi mullida cama.

Silencio en el lugar, es tan cómodo acostarse y perderse en tu mundo pero eso no me demoró mucho ya que el celular vibró en mi mano.

¿Salir con él?
¿Es que acaso me
engañas?
Tú, eres mía y no me
gusta compartir 😚


1._ Quiero saber sus teorías sobre quién es el que manda los mensajes.
2._ Acabo de iniciar otro fanfic, obviamente de Shawn llamado "NOTAS DE AMOR" y los amaría más de lo que ya lo hago si se pasan por ella y le dan cariño cómo lo hacen con los trillizos.

Les mandó un gran abrazo de oso 🐻 y les deseo que tengan un gran día.

—Jos

LOS TRILLIZOS MENDES©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora