Minevra

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Pasó la mirada por la estancia, por la enfermería donde descansaban todos y cada uno de los miembros de la orden y aurores que esa noche se habían enfrentado a los mortífagos que inexplicablemente habían traspasado las barreras y protecciones de Hogwarts. En el fondo de la enfermería, completamente cubierto con una sábana y con la cortina echada ocultándolo de la vista, yacía Albus Dumbledore; quien había sido asesinado esa misma noche.

Los miembros de la orden estaban bastante bien, tan solo había sido herido William Weasley, aunque sus heridas fuesen hechas por un licantropo era un alivio que en palabras de Lupin no se transformaría en uno, tan solo adquiriría ciertos hábitos. Eso y el pequeño intercambio de palabras que había habido entre la señora Weasley y la joven Delacour, sobre quien cuidaba al herido, habían bastado para desencadenar una discusión ante todos entre Remus y Nymphadora, quien prefería ser llamada Tonks. Una discusión en la que quedó claro ante todos que ambos se amaban pero que uno de ellos tenía demasiado miedo de si mismo, demasiada inseguridad, como para aceptar mantener una relación con la muchacha. Minerva no pudo resistirse a intervenir, mediando en ese conflicto y dedicándole unas palabras Remus haciéndolo reaccionar. Ahora, ellos dos estaban en un rincón de la enfermería conversando; más bien veía como dejaban salir lo que sentían, incluso el cabello de Tonks había recobrado su característico llamativo color Rosa.

La puerta de la enfermería se abrió, y por ella vio entrar a Harry; el que consideraba el mejor de sus alumnos, su favorito, se acercaba con unos andares seguros y una expresión seria, casi fría. Parecía estar bien, aunque se notaba que se había batido en duelo.

- Harry, menos mal que estas bien.

- ¿Que ha pasado? - Escuchó que preguntaba Remus Lupin - Bajaste de la torre de astronomía gritando que habían matado a Dumbledore.

- Fue Snape, no pude hacer nada por evitarlo.

- Pero, no puede ser...

- Cuéntanoslo todo, Harry. ¿Como es que estabas en la torre de astronomía? - Le preguntó, mientras todos quedaban en silencio observándolo.

- Yo estaba con Dumbledore, no puedo decir nada respecto a eso. Estábamos de regreso cuando vimos la marca tenebrosa sobre el castillo. Al llegar a la torre no había nadie, pero se podía escuchar que alguien subía por las escaleras. Dumbledore me indico que me ocultase y así lo hice. Él aprovechó para inmovilizarme mediante la magia, debo decir que me protegió porque sino hubiese saltado sobre todos ellos.

- Continua - Lo instó Tonks

- Era Daphne Greengras quien entró a la torre, consiguió desarmar al director; creo que lo tomó por sorpresa. Luego confeso que se había unido a Voldemort y que era ella quien había facilitado la entrada de los mortífagos al castillo; comentó algo sobre la red flu y un contacto que controlaba la misma por las noches. Luego llegaron otros cuatro mortífagos: Bellatrix Lestrange, Alecto y Amicus Carrow, y Fernir Greyback.

- Dudo que Greyback sea un mortífero como tal, Voldemort no permitiría portar la marca a alguien que creía inferior - Observó Remus - Harry, dijiste que había sido Snape; pero hasta ahora no lo has mencionado.

- Poco después de llegar a esos cuatro, llegó Snape; dijo algo de que se habían quedado sin tiempo. Mató a Dumbledore, ordenó a todos que se fueran y se llevó consigo a Daphne. El hechizo que me puso Dumbledore se desvaneció y sin pensarlo me lancé a perseguir a sus agresores. Pude alcanzarlos y retrasarlos un rato, pero al final terminaron escapando.

- Fue imprudente que fueses tras ellos - Lo regaño Remus

A Minerva eso le sorprendía cuando Harry había actuado siempre con una mayor madurez que el resto de personas de esa sala a su edad; coincidía en que había sido peligroso el perseguirlo, pero también había sido valeroso. Fijó su mirada en Harry, queriendo saber qué era aquello que no les había querido contar, pero conocía bien a su alumno como también había llegado a conocer bien a Dumbledore. Si le preguntaba allí delante de todos se cerraría en banda, en cambio si hablaba con él a solas sería mucho mejor.

- Harry, ¿Me acompañas?. Tengo que hablar contigo en privado.

- Por supuesto, profesora McGonagall.

Lo guió hacia el exterior de la enfermería, caminando hasta su despacho; aprovechando que se encontró por los pasillos con Filch para encargarle que fuese a buscar a los profesores Slughorn, Flitwich y Sprout y los llevase a su despacho. Mientras tanto hablaria con Harry.

- Harry, me gustaría saber donde estuvisteis Albus y tu antes de esta noche. Se que os habéis estado reuniendo durante el curso.

- No puedo contárselo profesora, lo lamento pero prometí no contarlo a nadie. Sin embargo si puedo contarle que el director compartió con migo varias teorías sobre Voldemort y como derrotarle.

- Y esas teorías tienen que ver con lo que habéis estado haciendo esta noche.

- Podría tener relación.

- De acuerdo, pero si necesitas algo, lo que sea; sabes que puedes contar conmigo

Miró a su alumno, la determinación que este tenía. Todabía lo recordaba cuando era un niño de once años entrando en su despacho para decirle que querían robar la piedra filosofal; ahora Harry Potter era todo un hombre. Le pidió que aguardase allí, invitándolo a esa junta improvisada de jefes de casa, los cuales no tardaron mucho en llegar. Cuando lo hicieron, les explicó lo que había sucedido y la implicación de Severus Snape en lo sucedido. Pasaron una media hora discutiendo que hacer con el colegio, porque con la muerte del director a manos de uno de los profesores no seria de extrañar que el ministerio quisiera cerrar la escuela. Lo que ella no esperaba, ni tampoco ninguno de sus tres colegas, fue que Harry hablase.

- Alguien me dijo una vez, "Hogwarts siempre brindara ayuda a quien la necesite", pese a esto que ha sucedido si Hogwarts cierra, ¿Donde irán todas las personas que necesiten ayuda?, los más vulnerables son los niños a fin de cuentas. Si se cierra Hogwarts, ¿Donde acudirán?, creo que esta más que claro que todo el mundo tiene que aprender a defenderse.

Pese a las palabras que había escogido podía ver en ellas una sabiduría que siempre le había parecido que estaba oculta en Harry. Tras aquello, hablaron de otras tantas cosas, como organizar el funeral de Albus y de más. Hubiese enviado a Harry a la sala común para no hablar de la organización del sepelio ante él; pero prefería ser quien lo acompañase personalmente a la seguridad de la sala común. Sabía que con el jaleo de la batalla toda la escuela se había enterado en mayor o menor medida. Finalizada la reunión se volvió hacia Harry.

- Vamos, te acompañaré a la sala común.

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