Kreacher

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Kreacher

Se removió incomodo sentado en aquella habitación, mirando los tesoros que guardaba en el interior del armario. Era un lugar seguro en aquella casa, mucho más que el armario donde dormía en el sótano. Harry le había ayudado a trasladar sus cosas a aquel dormitorio durante las vacaciones de navidad. Ese chico era amable con el, tanto como lo había sido años antes su amo Regulus. Era un chico al que merecía la pena servir; amable, educado, con un buen porte y poderoso. Se había dado cuenta de todas esas cosas durante el verano y sobretodo estaba agradecido de que le hubiese ayudado a cumplir con la promesa que le hizo a Regulus, eso había hecho que lo apreciase realmente y detestase que el nido de indeseables que iba y venía por aquella noble casa, los cuales querían dirigir la vida de su nuevo amo, o al menos ese viejo chiflado y unos pocos más. Tenía claro que ocultaban algo, pero le resultaba muy difícil escuchar algo, era complicado colarse en ese lugar y escuchar lo que era que tratasen en ese lugar. Sabía que estar con Harry era estar en contra de lo que su ama le había enseñado, pero su ama era ahora un retrato y nunca lo había tratado tan bien como Regulus y Harry.

Así que había permanecido oculto en esa habitación, desde que había regresado. Poco después de las vacaciones de navidad, el traidor de Sirius Black que tantos disgustos dio a su pobre ama le grito que se largara; así que eso hizo, marchando por un tiempo a casa de la señorita Black, ahora Malfoy. Allí lo habían tratado mejor de lo que el nuevo lord Black lo había tratado, pero no se había encontrado completamente a gusto, notaba como que querían algo como compensación de tratarlo mejor que al resto de los elfos de la casa, no era el mismo trato desinteresado de Harry, y eso no le gustaba; aunque lo que le proponían hacer suponía poner en su sitio a cierto mago, no le gustaba la idea de que el joven amo Harry quedase implicado en todo eso, además de que no entendía que tenía que ver el departamento de misterios en todo aquello y por qué querían engañar a su amo Harry para que acudiese allí.

Estuvo atento durante semanas y lo planeó bastante bien, proporcionándose un buen escondite que no podrían sospechar en ese comedor del sótano donde celebraba ese viejo las reuniones de esa orden que decían que eran; para él la mayoría eran unos idiotas que seguían instrucciones del viejo sin pensar solo porque creían que este lo sabía todo. Sentía rabia y desprecio solo de mirarlos, ese grupo en su mayoría era una vergüenza para la magia y los magos. Mucho antes de que fuese la reunión de aquella noche se ocultó en su nuevo escondrijo, ignorando completamente a quienes lo llamaban y buscaban, por suerte el hijo de su ama no lo había llamado sino todo su plan se hubiese ido al traste. Nadie se percató de su presencia, de forma que ahí donde estaba pudo escuchar lo que decían en aquella reunión.

- ¿Cómo va la vigilancia?

- Nadie más a intentado entrar en el departamento de misterios – Aseguró la chica que cambiaba el color de su pelo cada dos por tres – Ninguna señal desde la decapitación de la serpiente de Voldemort, lo cual encuentro un poco inquietante, Albus.

- No es tan preocupante, seguramente estén buscando un nuevo plan para hacerse con ella, o buscando la forma de forzar su plan original, ¿Severus?

- Así es, el señor oscuro buscará la forma de que Potter vaya por si mismo a por la profecía y en ese momento se adueñara de ella.

- Entonces sólo podemos esperar.

- ¿Y usar a Harry como carnada? – Inquirió el licántropo indignado.

- No pensaba llegar a eso, pero si es la única manera de lograr que el mundo sepa la verdad que tanto oculta el ministerio. Por supuesto que no quiero que la profecía acabe en manos de Voldemort, pero conociendo a Harry como lo conozco sé que este no lo permitirá. ¿Se sabe cuándo lo hará?

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