La Chica Del Dilema

601 66 2
                                    

Miro con fastidio a su amiga, no le apetecía nada ir a esa reunión propuesta por el chico que ahora le gustaba a su amiga, aquello iba en contra de lo que sus padres le habían enseñado, estos desde bien pequeña le habían enseñado que debía lealtad al gobierno y por ello aquel grupo le parecía muy mal, le parecía en primer paso para derrocar a un gobierno, lo cual no estaba bien hacerlo. Bufo molesta, Potter le caía mal, era un bueno para nada que siempre acaparaba toda la atención, y ahora hacía que su amiga le prestase menos atención todavía; igualmente fue allí con ella y los otros Ravenclaw que habían asistido a la reunión de hacía poco más de un mes. Le sorprendió encontrarse con que estaban todos allí, en aquella habitación, todos aquellos que se habían reunido en cabeza de puerco, a excepción de Ronald Weasley y Hermione Granger, aquello le llamaba altamente la atención, desde que Potter había entrado a la escuela esos dos parecían una extensión de él mismo. Claro que últimamente Potter estaba más cerca de la pirada de Lunática que de sus amigos, eso era raro como también encontraba raro. Lo miro con cara de pocos amigos mientras iban llegando todos y también mientras hablaban, de poco le importaban las miradas de súplica de su amiga, en más de una ocasión había estado tentada de delatar al fanfarrón de Potter con Umbridge, si no lo había hecho era por su mejor amiga, que cada vez pasaba más de ella y se centraba más en hacerle ojitos a Potter.

- Bien, os he reunido aquí a todos porque tengo algo que contaros, algo de lo que me entere justo después de nuestro almuerzo en Hogsmeade – Escuchó decir a Potter, ante lo cual frunció el ceño

- Faltan tus dos amiguitos – Observó

- Precisamente es a causa de ellos que os he hecho llamar, no me parece justo lo que hicieron, ni justo ni legal – Sacó el pergamino en el que todos habían firmado, incluso ella misma; miró el documento con recelo y fastidio, escuchando las palabras de Potter y molestándose cada vez más por aquello – os engañaron a todos para firmar este documento, incluso a mí; este documento no tiene nada de inocente lista para saber cuántos se comprometen con el club, es un contrato mágico, diseñado para que tenga consecuencias en caso de incumplimiento de alguna de las clausulas como por ejemplo rebelar a cualquiera de fuera del grupo información sobre el mismo incluyendo su propia existencia. Hay una maldición sobre el pergamino; Luna y yo ya lo hemos examinado.

- Nos molestas para decirnos que estamos atrapados – protestó Zacharias Smith

- No, tan solo os informo y como en todo contrato firmado contra la voluntad, siempre hay una forma de romperlo – Afirmo el niño que vivió, cada vez Marietta le prestaba mayor atención esto era interesante en cierta manera – Mágicamente se puede retirar la firma de un documento de este tipo cuando han habido injurias, presiones y manipulaciones de por medio, así como coacciones; así que estoy bastante seguro que nuestra situación se asemeja bastante a esa ley mágica de los contratos vinculantes.

- Aquí tenéis la forma de hacerlo – dijo Lunatica, repartiendo unos pergaminos con unas instrucciones que parecían un ritual – No podemos garantizar que funcione el desvincularse de este contrato, pero no ocurrirá nada porque lo hagamos, sabremos si habrá funcionado.

Los miro a ambos con desconfianza, lo mismo pasaba con muchos de los compañeros allí presentes, otros tantos seguían desconcertados y ella no sabía realmente que pensar de la situación, no sabía si pensar en que Potter era un fanfarrón oportunista o alguien noble que recibía traiciones por todas partes.

Su mirada siguió lo que hacían ese par, Potter y lunatica, siendo los primeros en realizar aquel ritual que habían propuesto, ante todos ellos y sirviendo de ejemplo viendo como era efectivo, como sus nombres eran completamente borrados de la lista del pergamino, emitiendo este un brillo dorado antes de borrar sus nombres, demostrando que habían logrado que se rompiese un contrato hecho de forma ilegal. Vio como todos animados se disponían a hacerlo, ella fue un tanto más prudente, primero observaría que pasaba con el resto y si de verdad no había trampa alguna en ello se libraría ella también de aquel contrato.

- Harry, te agradecemos el aviso por esta trampa – Oyó decir a uno de los gemelos, no sabía cuál de los dos era

- Tú sí que eres un amigo...

- Chicos, ¿Qué queréis? Decidme

- Luego te contamos

Ella se había situada detrás de los de su casa, siendo de las ultimas en disponerse a hacer ese ritual, lo que le valió escuchar a su mejor amiga preguntar algo a Potter, de verdad que ver a su amiga hacer el ridículo de esa manera ante un chico que ni la miraba como debía hacerlo le molestaba, Potter no estaba a la altura de su amiga.

- Harry, ¿Qué pasara con las clases?

- Seguiremos, pero sin ataduras de ningún tipo; quien quiera seguir que sepa que seguiremos – Escucho decir al chico, por su parte no deseaba ni haber empezado a ir a esas lecciones, ya le habían constado que Cho le quemase dos túnicas, pero había un motivo por el que iba a esas reuniones, si iba a ellas era por su amiga, lo tenía bien claro. Esperó su turno, a poder realizar el maldito ritual que la desvinculase del pergamino y marcharse del lugar con su amiga. Todo salió bien, se había librado del compromiso de ese pergamino, pese a que Potter no les había mentido, eso no hacía que el chico le cayese mejor.

Siguió a su mejor amiga hasta la sala común, en silencio por los pasillos, separándose cada vez más del resto de compañeros de la reunión, el resto de los Ravenclaw iba a la biblioteca.

- No puedo creerme que Granger sea tan rastrera – Se quejó su amiga a lo cual tenía que darle la razón en ello, se recriminaba no haberse dado cuenta de ello, sus padres le habían hablado de determinados tipos de contratos y de que había que tener cuidado con lo que se firmaba y bajo las condiciones que lo hacía, así que por una parte tenía que agradecer la maniobra de Potter aunque el chico le cállese mal – En fin, ¿Cómo van las cosas con tus padres? – Miro directamente a los hermosos ojos de su amiga en cuanto hizo aquella pregunta.

- Siguen indicándome que mi deber esta para con el ministerio y con Umbridge; mi madre es quien controla la red flu del colegio y me ha advertido de hacer cualquier cosa que traiga deshonra a nuestra familia – Se sentía presionada por sus padres, por su familia, sabía que si Umbridge la pillaba en ese grupo el status de sus padres en el ministerio quedaría completamente en entredicho, lo que supondría una gran reprimenda por parte de su familia, se sentía presionada por todas partes, con la única persona que se sentía bien era con su amiga, pero al mismo tiempo era un bienestar un tanto amargo. Si seguía de una manera estaría traicionando a su familia y al ministerio y si seguía de otra traicionaría a una de las personas que más le importaban, el resto de aquel grupo de defensa le daba un poco igual, aunque el hecho de que Potter con ese gesto hubiese demostrado ser desinteresado y contrario a lo que describía el ministerio tampoco ayudaba, era más fácil para ella ver en él a un idiota que a aparentemente buen chico.

- Harry esta mucho con lunática – observó su amiga, pronunciando el nombre de la chica Lovegood con cierto desprecio – Mucho más que con esos dos amigos que tiene de siempre.

- Los raritos se atraen entre sí.

- ¡Me estás diciendo que están saliendo!

Pudo notar en la voz de su amiga cierto resquemor y ciertos celos, y eso no le gustaba en absoluto, le molestaba que se sintiese así.

- No lo creo, Potter parece más del tipo paradito y Lunática está en una nube, así que no hay porque preocuparse realmente, si de verdad te gusta Potter.

- Me ignora, no me presta atención.

- Entonces es que no te merece, así de simple.

Había decidido que no diría nada, pero también que no se apartaría de su amiga ni un instante, lo importante era ser fiel a quien le importaba

Life & Death Donde viven las historias. Descúbrelo ahora