Capitulum VI
Observé fijamente a las dos chicas, respiré profundamente. Intenté tranquilizarme para no estrangularlas, parecían borrachas pero no lo suficiente para no estar conscientes de lo que hacían.
-Explicación.-Demandé cortante.
-Eh... Uh...-empezó a balbucear.
-¡De eh o uh nada! ¡Exijo una explicación!-mis nervios estaban a flor de piel.
-Es que, no sabíamos que era tu habitación Eve.-Se disculparon a la vez, parecían tenerlo planeado. Entrecerré los ojos.
-¡Ciegatas! ¿A caso no visteis el gran nombre multicolor de la pared?-les dije de mala manera. Las dos giraron la cabeza a la vez y pusieron cara de confundidas.
-Allí no hay nada...-Susurró Carmen.
-Bueno da igual,-dije al ver que estaban más borrachas de lo que creía- solo quiero una explicación para que no me haya sido informado que vosotras-las señalé-. La nueva y una de mis mejores amigas estaban liadas... ¿Porque no me explicaste esto hace dos días cuando te pregunté se había alguna novedad?-me quejé mirando a Lía, furiosa. ¡Yo siempre le contaba todo y ahora me viene con esto!
Me sentía un poco traicionada y también herida, entonces ella me miró y sonrió con tristeza. O eso creo, su cara estaba un poco colorada, no sé si era por el alcohol o por la calentura.
-Lo descubrí ayer pero no sabía como decírselo, tampoco si sentía lo que yo...-Susurró apenada.
-Esta bien-acepté con una pequeña sonrisa de entendimiento-podrías habérmelo contado. ¡Siempre estoy para vosotras!
Me acerco a ellas y les ayudo a levantarse. Les doy su ropa y me siento mientras se visten.
-Ahora iréis directamente a la cama, vais a dormir y,-añadí- sin replicas.
Ellas me observaron un momento, calificando si lo que decía era en serio o solo una broma. Les amenacé con la mirada para que entendieran que iba en serio.
-Esta bien-. Aceptaron las dos a regañadientes.
Sonreí triunfante y les acompañé hasta su respectivo cuarto. Cuando terminé volví al mio medio corriendo, cuando llegué me sentí mejor. Más tranquila, suspire de alivio y, con mi cara contra la almohada, murmuré:
-De esta cama no me despego hasta dentro de trescientos años...-Y con esa última frase caí rendida, acabando el día más largo de mi vida.
A la mañana siguiente me desperté por un portazo.
-¡¿Quién asesinó a mi hermano?!-grité poniéndome de pie de golpe. La puerta estaba abierta de par en par y un sudoroso Alexis se encontraba doblado en dos aspirando con fuerza, intentando recuperar el aire perdido. Le observé con aburrimiento y volví atraparme con mis cálidas sabanas. ¿Quién se creía para despertarme de mi maravilloso sueño?
-¡Eve Camelia De Cara Manzana De La Prada!-me quedé callada un momento asimilando el extraño nombre que me había puesto.
-¡Ese no es mi nombre!-me defendí con la voz ahogada, al tener la cara enterrada en la almohada intentando ignorarle.
-¡Sí que lo es, porque lo digo yo y punto!- no puede evitar soltar una risita al darme cuenta de la referencia a mi segundo anuncio favorito.
-¡En cero minutos te tienes que levantarte!-allí ya me partí de risa al recordar el anuncio de Fanta, mi bebida y anuncio favorito.
-¡Antes muerta!-exclamé haciéndome bolita intentando que me dejara en paz. En consecuencia Alexis me arrancó las sabanas y empecé retorcerme intentando recuperarla.
-¡Dame a mi tercer amor!-exclamé levantándome. Intenté recuperar mi hermosa mantita pero él parecía decido a no devolvédmela. La había enrollado en su brazo, quedando una cosa rara que se parecía a un yeso todo graffiteado.
-¡Ay!-me quejé al ver que no conseguiría recuperarlo-¡No es justo eres veinte centímetros más alto que yo!-era verdad yo media 1,71 y el 1,94 si eran veinte centímetros y un poco más pero no importa. El tipo casi me saca una cabeza.
-¡Eso no es excusa!-canturreó él divertido. Entonces él salió de mi habitación gritando un:
-¡Vístete!-observé mi ropa y vi que llevaba la misma que ayer, no tenía ganas de cambiarme así que baje tal cual estaba vestida.
Observe en silencio la sala llena de gente borracha despertándose y como los que tenían menos dolores iban entregando un vaso de agua con aspirina a cada quien que parecía necesitarlo.
Entonces sentí unas manos abrazarme por detrás y me tensé al instante cuando oí su risa y todo se me pasó.
-¡Michael!-me quejé mientras él me abrazaba riendo.
-¡Uh, parejita feliz!- Tyler venía sonriente y tranquilo, completamente renovado. Le observé con una ceja alzada.
-¡No somos novios!-me quejé intentando soltarme de Michael.
-¿Amor? ¿Me vas a dejar?- Michael sonaba profundamente triste, tuve ganas de golpearlo. ¡Maldito él y sus actuaciones perfectas!
Por la cara de estar a punto de morir de risa que tenía Tyler estaba segura que él no se tragaba eso ni con una pistola en la cabeza.
-Vaya,-exclamó Tyler con fingida sorpresa, aun con mi mantita rodeandole el brazo- cuando el amor viene de frente...-Iba a comenzar él con la frase más cursi y odidad por mí.
-¡Apártate imbécil que te atropellan!-dije por decir algo, un momento de silencio hasta que mis dos amigos estallaron en escandalosas risas. Unos segundos después estaban en el suelo riéndose, cogiéndose con ambas manos la barriga.
-¡Parad ya!- demandé-. No ha sido para tanto.
Pero los dos parecían demasiado divertidos para parar, entonces él chico que golpeó Tyler pasó ante mí, un flashback me llegó de golpe.
Tyler me debía explicaciones, los dos ,al ver mi cara seria, pararon de reír al instante y me observaron un instante preocupados.
-¿Que pasa?-Michael me miraba preocupado, no entendía. Lo ignoré y miré a Tyler y secamente dije:
-Tenemos que hablar.
¡TUN TUN TUN! *música dramatica*
Espero que os haya gustado el capítulo.
Os he puesto un motecito, no sé si os gustara.
Pero a partir de ahora seréis mis Queridos Desonocidos, pues a pesa
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Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]
Ficção Adolescente{Bilogy Time} {Book One} Ella es una badgirl, de las que te miran a los ojos y te escupen en la cara. Él es un badboy, de los que te miran a las tetas y se olvidan de tus ojos. ¿Quién dijo que los iguales no se atraen? [Un cliché no tan cliché] [Es...