Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]

Capitulum XXIV

Capitulum XXIV

Todos esperábamos impacientes la respuesta de Desiree, entonces la puerta fue abierta de golpe revelando un alterado Alex.

-¡Evelyn Loyer!-exclama corriendo hacia mí y, sin importarle mi estado, me abraza con tanta fuerza que me hace soltar un pequeño quejido.

-¿Por qué no me dijiste?-su voz teñida de preocupación me hizo sentirme mal-. Me fui unas horas para ir a comprar unas cosas y al volver me encuentro con unos alterados chicos y chicas gritándome y avisándome de que los dos jefes, Tyler y tú, os encontrabais mal además de que Tyty está en coma-exclama enfurecido-. Y luego voy y me entero de que Mich fue a visitaros sin mí. ¿Pero que te crees, bro?

Alex se voltea indignado hacia Michael quien tiene una mirada culpable.

-Perdona, bro. No me acordé-exclama con voz culpable. Alexis hace una mueca y niega con la cabeza, venía todo sudado y su pelo estaba completamente mojado. Con una mano le aparté el pelo de la cara e hice una mueca.

-No te enfades Alex...-Murmuré con una mueca de culpabilidad en el rostro, le acaricié el pelo sudado ligeramente. Tampoco es que me importara su sudor, estaba demasiado acostumbrada.

Él suspira y se abraza aun más fuerte a mí.

-Estaba tan preocupado, al llegar y ver a todo el mundo alterado ninguno de vosotros estaba luego lo del hospital. ¡Casi me da un paro cardíaco!-está apunto de asfixiarme pero lo dejo pasar y acaricio suavemente su espalda. Entonces noto como empieza a hipar y me tenso, nunca había visto a Alex llorar y allí estaba él. Llenándome la bata de hospital de silenciosas lagrimas.

Michael observaba eso con la cara desfigurada, él también estaba sorprendido. ¡El fuerte, valiente, alegre e indestructible de Alex estaba llorando!

-No lo vuelvas a hacer Eve, por favor...-Sonaba tan roto que me dolió más que nunca, no había pensado en lo que afectaba a los demás.

Después de un rato muy silencioso en el cual Thiago intentó salir de la sala, Ellie se lo impidió diciéndole algo al oído mientras él hacía una mueca de resignación, y donde Alex no paró de llorar y yo no paré de acariciarle la espalda y pelo suavemente deseando que parara de llorar. Me rompía ver a una de las figuras más importantes en mi vida así, él había venido después de Michael y Tyler nos lo encontramos unas semanas después de encontrarme a mí. Él tenía la edad de Mich y Tyler, la diferencia es que yo ya lo conocía de antes. Él era hijo de uno de las noviecitas de mi padre, nunca le culpé y siempre habíamos sido buenos amigos. Cuando lo encontramos igual de mal que yo y con el mismo problema no dudé en convencer a mis nuevos amigos a que cuidaran a Alex también ellos lo acogieron entre sus brazos como buenas personas que eran.

-Venga Alexuchi, ya pasó-dije con la voz un poco rota y rasposa aunque con un toque de humor. Intentando animarle a toda costa.

-N-no me llames Alexuchi-murmuró entre hipidos me reí un poco sin poder evitarlo, sabía cuanto odiaba que le llamara así. Aún recuerdo cuando se lo puse.

Andaba corriendo por los pasillos de nuestro apartamento, Alex me seguía corriendo y riendo. Él tenía las mejillas sonrojadas el pelo completamente desordenado y sus ojos azules tenían ese brillo infantil tan completamente irresistible.

-¡Alex, no!-exclamé intentando no tropezarme con uno de los coches de carreras que tenía.

-¡Te cogí!-dice con una voz dulce e infantil característica de un niño de 6 años, yo tenía 5 en esa época.

-¡No es shusto!-intenté zafarme de su agarre pero él me abrazó con fuerza.

-Se dice; justo-me corrige con esa voz de adulto que lo sabe todo que tanta gracia me causaba.

-No, shusto.-Le observé a los ojos firme.

-Justo.

-Shusto.

-Justo.

-Shusto y no hay nada más que halar-acabé la conversación con firmeza.

Él se rió con ganas, su armónica y embriagadora risa llenó la estancia.

A esa edad me gustaba un poco Alex.

-¡Venga ya! ¡Lo dixiste todo mal!-me dice exasperado, luego se empieza a ir simulando un enfado. Yo no me daba cuenta y salí corriendo tras él. Le cogí el brazo y le puse ojos de cachorrito muerto luego hice un pequeño puchero.

-¿Te enfadaste conmigo?-me asusté. ¿Y si Alex ya no quería ser mi amigo?

Ese pensamiento me hizo tener ganas de llorar, mis ojos se humedecieron.

-No, no. No llores, no voy a cher malo, no puedo enfadarme contigo. ¡Eres demaxiado tierna!-me abraza con fuerza mientras me seco las lágrimas con el dorso de la mano, algunos mocos me caían y me los sequé en la camiseta de Alex, él lo vio pero le dió igual y no hizo nada.

-Eres demaxiado genial, no deberías llorar. Las lágrimas son para la gente aburrida y normal, tu no eres así.-Me seca las lagrimas y me regala una gran sonrisa.

-¡Eres tan blandito como un pelushe!-grité sorprendida abrazándome más a él.

Ahora que lo pienso, eso fue algo muy estúpido.

-Y un pelushe tiene que tener nome de pelushe- reflexioné como toda una adulta-. ¡Ya sé! ¡Alexuchi!

Sonreí tiernamente ante el recuerdo.

-¿Recuerdas la primera vez que te llamé así?-pregunté a Alex un poco ida aun divagando en recuerdos de la infancia, él me observa con los ojos rojizos y levanta las cejas sorprendido ante mi pregunta. Entonces él también sonríe, revelando sus casi perfectos dientes. Si se los cepillara más serían perfectos pero ese color amarillento no era precisamente perfecto. ¡No te desvíes Eve!

-Sí-dice él también un poco ido.

-¿Y lo que me dijiste?- él me observó confuso, no entendiendo a que me refería-. Eres demasiado genial, no deberías llorar. Las lagrimas son para la gente aburrida y normal- Alex abrió los ojos sorprendido-, tú no eres así.

-Te acuerdas de lo que dije...-masculla entre dientes, a saber por lo que su mente pasaba en esos momentos.

-Claro que sí.-Asentí un poco ofendida porque creyera que me iba a olvidar de algo tan importante.

Luego negó con la cabeza.

-Tiene razón, ya hice el ridículo para todo el año.-Se pone de pie con una gran sonrisa, esa sonrisa que siempre vemos en el rostro de Alex. Su impoluta sonrisa.

-Yo ya me voy- Thiago intenta salir de la habitación lo más antes posible.

-Oh, no. Tú y Desiree nos debéis varias explicaciones- se adelanta Michael firme.

Thiago asiente y vuelve a entrar.

-¿Y bien?- apremió impaciente.

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¡Perrito caliente!

¡Regalo perrito caliente para todos mis lectores!

Espero que os haya gustado, me he dado cuenta de que Alex parecía haber desaparecido de la faz de la tierra :v

Pero volvió!!!

Se fue unas horas de viaje y al volver se encontró con más líos que antes, pobrecito.

Disfrutad.

Bye, Queridos Desconocidos.

Miss Time