Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]

Capitulum XXXVIII

Capitulum XXXVIII

           

Él solo se rió divertido para luego negar con la cabeza y hacer un gesto para que lo siga. Salimos del lujoso hogar de los Prince, Edric me guía hasta su coche y me abre la puerta, hice una mueca; No podré ver su hermoso culo.

Me quejo mentalmente luego le pego una colleja en la cabeza a lo que él se queja ofendido.

-¡Yo intentando ser caballeroso y tu pegandome una colleja!- dice mientras se sienta en el asiento del conductor reprochándome con la mirada.

-¿Caballeroso? Yo te veo más como el caballo-me pongo una mano en la barbilla haciéndome la pensativa, imaginándome a un caballo con cara de Edric. No puede evitar soltar una pequeña risa.

-No vuelvo a intentar ser bueno-masculla entre dientes arrancando.

-Sip, te lo recomiendo-me acomodo en el asiento cuando de pronto Edric para lentamente.

-¡No llevas el cinturón!-me grita de pronto, aterrado.

-¿Y qué importa?-cuestiono de mala gana.

-Importa, y mucho. Póntelo-vuelve a girarse cogiendo el volante con fuerza, sus nudillos se ponen blancos. Me quedo mirándolo y creo que si escucho con atención podré llegar a oír sus dientes rechinar.

Me lanza una breve mirada y ve que aún no me puesto el cinturón. Su mirada adquiere un color oscuro que me fascina.

-Póntelo-esta vez lo dice en un susurro que unos segundos después me di cuenta de que me estaba suplicando.

Me lo puse de mala gana.

-¿Por qué tanta manía con la seguridad? ¿A caso nunca fuiste a una carrera ilegal?-pregunté sintiéndome incomoda con la presión que el cinturón de seguridad ejercía sobre mi cuerpo.

-Sí, fue a muchas carreras e incluso he llegado a correr en muchas pero en todas, pero es que todas, llevaba cinturón-me espetó como si estuviera haciendo el peor delito.

-Claro, compites en competiciones ilegales de Boxeo pero aun así te pones cinturón. Cuanta lógica-le digo con todo el sarcasmo que alberga mi cuerpo.

Me mira un momento, de reojo pues está conduciendo, para luego suspirar e ignorarme casi instantáneamente.

Me ofendo de manera un tanto exagerada y decido hacer lo mismo.

-¿A dónde vamos?-me empezaba aburrir de no saber el destino de nuestro viaje.

-Ya verás-sonríe con amplitud y sigue conduciendo, unos minutos después llegamos a un gran edificio elegante.

Alzo una ceja incrédula.

-¿Y esto?-él se encoge de hombros y hace ademán de abrirme la puerta para luego parecer recordar algo y dejar que yo misma abra la puerta.

La abro y salgo fuera aun confundida.

Él me guía hacía adentro, le sigo en silencio.

Atravesamos varios pasillos con las paredes grises hasta llegar a una gran puerta donde detrás se escucha mucho ruido de conversación, había un guarda grande y fuerte en la puerta con toda la cara de no querer dejarnos pasar hasta que Edric saca unos pases del bolsillo y me pone uno en el cuello mientras el guarda observa fijamente lo que hacemos para luego apartarse y dejarnos pasar.

Me quedo sin habla, Edric me había traído al mismísimo paraíso.

Estaba delante de un gran pasto verde excepto en el centro donde había un gran circuito de carreras.