Capitulum IV
Regresé a la fiesta y casi me da un infarto al ver el lío que habían armado.
-¡Por Dioniso!-exclamé sorprendida. La sala se encontraba irreconocible, las cervezas por el suelo, un camino de vodka llegaba hasta una pareja dormida en el suelo. Observé la sala con detenimiento. Subí mi mirada y me topé con que la bola de discoteca se encontraba colgando.
-¿Cómo mierda han llegado allí arriba?- un montón de imágenes extrañas y sin ningún tipo de coherencia pasaron por mi loca cabeza, deseché esas ideas dándome con fuerza en la frente.- ¡Au!
Me quejé, soy imbécil. ¿A quién se le ocurre pegarse en la cabeza tan fuerte? Obviamente solo se me ocurre a mí.
Paseo un rato por la sala negando con la cabeza me acerqué a la mesa del DJ y tuve ganas de golpear a Milo.
-¡Milo!-exclamé al verlo abrazando a otro chico como si fuera un osito de peluche las botellas que rodeaban a ese par me demostraban que Milo había bebido cuando él era el único que no podía beber.
Bufé con rabia, de una cosa estoy segura esto no lo limpio yo ni con una arma señalándome. Los que la lían la limpian. Política de... de... bueno es mi política así que la seguirán porque lo dijo yo y punto.
Entonces visualicé a Tyler y Alexis, me acerqué a esos dos los cuales coqueteaban con dos chicas muy borrachas.
-¡Denovan! ¡Keller!- grité acercándome a paso firme, los dos giraron la cabeza lentamente como suplicando que no fuera quienes pensaban que era, por su boca ligeramente abierta y sus ojos extremadamente abiertos era esa persona.
-¿Q-que pasa Eve?-dice con nerviosismo Tyler.
-¿Qué pasa?-murmuro amenazante- ¡¿Qué que pasa?!-le grito poniéndome de puntillas con enfado, a pesar de ser unos cuantos centímetros más baja que ellos los dos se acojonaron al ver mi furia.
-¡Habéis destrozado toda la sala! ¡Vais a limpiarlo todo!- digo mirándoles fijamente, las dos chicas de habían ido asustadas por mi inminente ataque de furia.
-Tranquila mariposa.-Dice Tyler acercándose, me gustaba sus motes cariñosos pero ahora mismo no estaba de humor, le amenacé con la mirada retándolo a que avanzara Tyler no avanzó.
Les di una última mirada de advertencia y me alejé de ellos a paso firme, poco a poco me fui tranquilizando.
Me puse una mano a la cabeza.
-Un día me acabaran matando...-murmuro entre dientes. Entonces me reí, me había escuchado parecía una madre con sus hijos cosa no muy coherente teniendo en cuenta que yo muchas veces resultaba ser más inmadura que ellos. La risa no parecía cesar, entonces noté una mano en mi hombro me tensé al instante y me voltee a encarar a quien fuera que se había atrevido a tocarme.
Me preparé para pegarle pero una mano evitó que golpeara su rostro.
-¡Oh, Michael lo siento!-exclamé poniéndome las manos sobre la boca, sorprendida.
-Tranquila, estoy acostumbrado.- Me tranquilizó mi mulato amigo para luego reírse. No pude refutar esas palabras pues eran completamente verdaderas.
-En serio lo siento muchísimo...-murmuré apenada.
-Tranquila mariposa, no pasa nada.-Repitió tranquilo, entonces me acordé de donde nos encontrábamos y el motivo de mi enfado y ataque de risa.
-¿Que querías Mich?-pregunté sonriente y más relajada al darme cuenta que de verdad le daba igual.
-Bueno...- se pasó la mano por el pelo en un claro acto de nerviosismo-Necesito que vengas un momentito-hizo el gesto de poco con sus dedos.
-¿Esta bien?-medio pregunté. Michael me cogió de la mano arrastrándome entre personas desmayadas y gente borracha, entre servilletas, papeles y vasos.
-¡Voy a morir!-grité al ver que me estaba tropezando con cada basura que tenía delante.
Michael me ignoró y siguió arrastrándome como si nada.
Entonces, de lejos, pude observar a donde me llevaba...
-¡Virgen de los puñetazos!-dije zafándome del agarre de mi amigo y corrí lo más rápido que mis pies me permitieron hacía la pelea que se estaba formando.
Llegué hasta el par de estúpidos que se encontraban peleando.
-¡Tyler Denovan!- exclamé enfadándome cada vez más con cada paso que daba-. ¿Estas bien de la cabeza?-chillé histérica. Pero parecía demasiado centrado en golpear repetidas veces el rostro del pobre chico el cual estaba medio desmayado en el suelo.
-¡Déjalo!- dije cogiendo con fuerza el brazo de Tyler el cuál se preparaba para volver a golpear al chico. Él se giró con tanta furia que retrocedí un paso atrás sorprendida por su feroz mirada.
-¿T-Tyler?- murmuré sorprendida, más por su comportamiento que por nada.
Él parecía a punto de golpearme pero al observarme detenidamente bajó el brazo, el cuál ya no sujetaba, lentamente como si realmente no quisiera hacerlo. Al ver que había recuperado su cordura suspiré aliviada, no tenía ganas de pegarme con este loco.
A pesar de todo Tyler no se quitaba encima del cuerpo del chico que me miraba agradecido.
-¿Qué pasó?-dije mirando fijamente a los ojos de Tyler, él desvió la mirada no queriendo responder.
Una de las chicas que observaban la pelea que, por suerte, aún estaba ebria respondió por él.
-El chico del suelo dijo algo a Tyler que le hizo saltar encima de él.-Explicó Lucia tranquilamente.
-¿Qué te dijo Tyler?- él seguía callado evitaba mi mirada y perseguía la azulada del chico.
-¿Qué te dijo Tyler?-pregunté con la voz más firme que poseía, él me miró a los ojos, al fin, y me observó unos segundos que se me hicieron eternos.
-No te lo puedo decir.-Dijo con vehemencia levantándose del cuerpo del chico y se alejó de mí.
-¡Tyler!-exclamé siguiéndolo. Él empezó a correr y lo perdí.
-¿Qué mosca le ha picado?-murmuré sorprendida ante su comportamiento.
¿Qué le pasará a Tyler?
¿Por qué habrá golpeado a el chico sin nombre?
¿Por qué mi madre no me da chocolate?
¿Por qué la escritora no para de escribir preguntas?
¿Por qué las preguntas no tienen sentido?
Miss Time
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Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]
Novela Juvenil{Bilogy Time} {Book One} Ella es una badgirl, de las que te miran a los ojos y te escupen en la cara. Él es un badboy, de los que te miran a las tetas y se olvidan de tus ojos. ¿Quién dijo que los iguales no se atraen? [Un cliché no tan cliché] [Es...