Capítulo I

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Capítulo I (Editado)

Corría con rapidez por las calles de Nueva York, me reía con fuerza. Me coloqué mejor la máscara y la capucha mientras intentaba  controlar mi ataque de risa. Di una rápida mirada tras de mí, pude entrever una pequeña masa de encapuchados y máscaras que parecían sobrevolar la oscuridad de la noche.

Sonreí.

—¡BGE! —grité de pronto entre risas al ver cómo mi propia banda me rodeaba, sus voces resonaron por las tenebrosas y oscuras calles de mi amada ciudad.

—¡BIG GRAFFITI EVER! —respondieron ellos a gritos con los puños al aire, sentía sus pasos repiquetear tras de mí.

—¡Izquierda! —indiqué mientras giraba a dicha dirección, sabiendo que mis fieles perritos, quiero decir amigos, me seguirían sin rechistar.

—¡Derecha, Izquierda! —La distorsionada voz, por la máscara, de Alexis se escuchó por toda la calle, alertando a los vecinos quienes sacaban la cabeza por las ventanas.

—¡La banda del graffiti! —exclamó alguno de los aterrados vecinos. De pronto, como si de un domino se tratara, las persianas y ventanas fueron cerradas consecutivamente. Al escuchar el gran ruido que dicho acto había provocado decidí apretar la marcha. 

Tampoco comprendía su exageración, eramos graffiteros, nada para tanto.

—¡La marca, rápido! —ordené firmemente, mientras me dirigía a una pared cualquiera. Saqué un spray del bolsillo derecho de mi chaqueta en un movimiento fluido. Lo cogí con fuerza, tracé con habilidad el contorno de la calavera. La pared fue tomando el color verdoso que yo deseaba.
Tras de mí apareció Tyler, lo reconocí gracias a que su máscara estaba personalizada.

Él me empujó suavemente colocándose a mi lado, se puso de rodillas. Él llevaba el spray en mano, comenzó a rellenar la calavera. El color blanquinecio ganó con creces al suave verde que lo rodeaba. Dejó algunos puntos estratégicos para que fueran pintarrajeados de negro. Así pues llegó Alexis, el cual se dedicó a rellenar dichos puntos.

Mientras, los demás, se dedicaban, en cuerpo y alma, a trazar con perfección y fluidez el bote de spray que sobresalía de un ojo de la calavera y la atravesaba por completo dejando el culo del spray en la boca del graffiti.

Mientras trazábamos nuestra obra de arte personal unas sirenas consumieron el vago silencio que segundos atrás flotaba por el lugar. Unos colores rojizos y azules atravesaron el negro tiñéndolo de luz y color.

—¡Chivatos! ¡La pasma se acerca! —la exclamación de creo que era Lucía alertó a toda mi banda. A pesar de la emoción una gran necesidad de descubrir quien habló me hizo girar la cabeza lo máximo posible. Una máscara negra con grandes trazos azules atravesándola y una L en medio de la frente me confirmó quien era, ya respirando más tranquila comencé a hacer mi cerebro funcionar.

La adrenalina consumió mi organismo con rapidez, no había mejor ejercicio que escapar de unos agentes de la ley. Asentí pensativa para finalmente escoger la opción más lógica.

—¡A correr!

No hizo falta que nadie lo repitiera dos veces. Lía se estaba tomando mi orden muy apecho pues ya nos había adelantado.

—¡Se acercan demasiado rápido, bombas de humo! ¡Ya! —ordenó la distorsionada aunque entendible voz de Michael. Saqué del bolsillo izquierdo mi bomba de humo. La lancé por donde se podían entrever las luces de la policía, mientras los demás seguían la ingeniosa orden del mulato.

Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora