Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]

Capitulum XLV

Capitulum XLV

Asentí manteniendo silencio, Michael me arrastró por el oscuro lugar, parecía conocer el camino perfectamente y de memoria. No quise saber la razón por la cual él podría saber algo así.

Salimos de la comisaría y otra mano alcanzó mi brazo para arrastrarme a una furgoneta blanca, dejé al desconocido hacer lo que le plazca. Entré a la furgoneta de un salto, encontrándome cara a cara con una sonrisa traviesa de parte de Edric, un Tyler hablando animadamente con Alexis y una Ellie asqueada ante las manitas de la novata y Lía.

Él me cojee de la mano y me ayuda a sentarme en el suelo, a su lado. Seguidamente me sonríe, yo le devuelvo la sonrisa que poco a poco se desvanece al pensar en lo horrible que sería si alguno de los míos muriera. O, peor, que muriera a manos de Luka...

Meneo la cabeza, observo como Edric trata de sonsacar lo que sea que esté pensando. Me cierro herméticamente, ignorando sus palabras con el más puro estilo Eve.

No me preocupo demasiado por el destino de nuestro viaje improvisado, ya sé a donde vamos. Los caminos que se vislumbran por las ventanas cerradas son inconfundibles, tantas veces que corrí por ellos, con una máscara cualquiera, riendo sin parar en compañía de mis amigos.

Me sentí mucho más relajada cuando, al fin, pude ver la silueta de la fábrica, alzándose potentemente a lo lejos. Nada más encontrarnos a unos metros de la fábrica se pudieron escuchar unos disparos, potentes y decididos. Abrí la puerta de golpe saltando al exterior, comencé a correr en dirección a mi hogar pero un grito me paró los pies.

-¡Eve!-La inconfundible voz de Tyler me llamaba en la lejanía, me giré dispuesta a gritarle que no pensaba pararme pero nada más hacerlo él me lanzó un arma-. Ten cuidado mariposa.

Asentí, una opresión en la boca del estomago me hacía querer retroceder pero no lo hice. Seguí corriendo hasta entrar al lugar, un disparo resonó en mis oídos. Caí al suelo, alguien me había empujado, al levantar la mirada vi a Yeims. Sudoroso, intranquilo, con el cabello revuelto y algunas heridas pero sano y salvo.

Me levanté rápidamente, mis ojos buscaron los suyos encontrándolos casi al instante.

-¿Qué ha pasado?-cuestioné, firme. Ya le agradecería en otro momento el salvamento de mi vida, no tenía tiempo. Él se encogió de hombros, temblaba ligeramente y sus puños permanentemente apretados.

-No lo sé, debemos averiguarlo.-Asentí a sus palabras y vi como Tyler y compañía entraban en tromba. Cada uno armado, cuando me vieron con Yeims se acercaron corriendo.

-¡¿Qué ha pasado?!-exigió con prisas Alexis. Una cicatriz pequeña atravesaba su labio inferior, quise preguntarle cuando se había hecho eso pero, no había tiempo.

Le ignoré, alcé la pistola y me adentré a lo desconocido. En busca del que había disparado, escuché un grito desesperado proveniente de una de las habitaciones. No lo pensé dos veces y abrí la puerta, nunca esperé encontrarme la escena de Desiree, en una esquina, con lágrimas en los ojos y a punto de sufrir un paro cardíaco y ante ella un chico desconocido apuntándole sin piedad.

La furia me nubló los sentidos al comprobar que ya le habían disparado, no lo pensé dos veces y disparé. Desde mis ojos la bala fue a cámara lenta, poco a poco se fue acercando a su objetivo. Justo en el cráneo del desconocido, la bala atravesó la nunca del chico y este cayó al frente como peso muerto.

Cayó encima de Desiree que apartó el cuerpo de un chillido, me acerqué a ella. Comprobé la herida que sangraba sin parar, me quité la chaqueta e hice un rápido torniquete. Sus gritos fueron la melodía de mi trabajo, quise hacer algo para que le doliera menos pero era una tarea casi imposible.

Me acerqué al cuerpo del chico, temblando ligeramente, era mi primera muerte. Tragué saliva girando su cuerpo, sus ojos sin vida demostraban la sorprendentemente rápida muerte del chico. Llevaba una máscara negra que me ocupé de quitar. Al verlo pensé que era bastante mono, y lo odié aún más. ¿Cómo se atrevía a tenerese rostro habiendo disparado a algo tan puro como Desiree? Algo en mi interior se removió inquieto, mi cuerpo pedía más que eso.

-No te merecías tan buena muerte-mascullé con odio, dandole una patada a su cuerpo. Escupí con furia en su pecho para luego voltearme para ayudarla.

Hice lo que pude, entre quejidos y bufidos, para levantarla del suelo. Cuando ya se encontraba de pie más disparos se escucharon, demasiado cerca.

-Desi, tienes que esconderte. ¿Vale? Siguen dentro de la fábrica, estás herida. Cuando todo esto acabe llamaré a alguien para que te busque-busqué en sus ojos un atisbo de rebeldía, pero tan solo me encontré con la asustada mirada de una niña de 13 años.

Asintió lentamente y con esfuerzo, la arrastré hasta el armario en donde hice espacio y la metí dentro lo más comoda posible, con la pierna en alto gracias a varias chaquetas.

-Por lo que más quieras, no se te ocurra salir-supliqué mientras cerraba las puertas del armario. Escuché unos murmullos que sornaron a; <<tampoco es que pueda>>. Sonreí un poco ante su respuesta para luego endurecer mi rostro, al ver el rastro de sangre en el suelo me ocupé de limpiarlo y de tirar el cuerpo por una ventana, tan solo quería dejarlo mínimamente limpio. No quería que Desiree se preocupara.

Volví a sonreír, pero esta desapareció de un pistoletazo. Nunca mejor dicho. Se escucharon más disparos. Corrí escaleras a bajo encontrándome con la visión de varios enmascarados, todos con mascaras negras iguales, disparando a mis chicos y chicas que luchaban contra ellos. Vi a lo lejos dos personas en el suelo, la sangre manchaba su pelea.

Y entre disparo y disparo, grito y grito, insulto y insulto, lo vi. A él.

-Luka...-murmuré con los ojos fijos en su cabellera plateada, era el único que no llevaba máscara.

Siento haber tardado tanto pero aquí tenéis vuestro Perrito Caliente, el motivo de mi tardanza es porque llevo mucho tiempo pensando el final y, finalmente, lo tengo.

Solo diré qué; Feliz funeral.

Bye, Queridos Desconocidos.

Miss Time