Capitulum XXVIII
Edric se encontraba esperando a que usara los sprays. Me levanté rápidamente sorprendiendo a Edric lo suficiente para dejarme hacer lo que debía hacer, me agaché al lado contrario de donde Precioso se encontraba.
Me puse la máscara, más por costumbre que por necesidad, y aparté la camilla saqué los sprays; uno verde, uno negro, uno rojo, uno azul y uno blanco.
Cogí el spray blanco y dibujé una pequeña calavera en miniatura con lengua en fuera, eso último usando el spray rojo, luego rellené los ojos de la calavera de color negro.
Cambié de spray a el blanco e hice el contorno del boto de spray que tenía en la lengua la calavera.
Lo dibujé con cuidado y luego puse en el bote; BGE
Y, en una esquina, coloqué las siglas; E.M.A.T.
-Eve, Michael, Alex y Tyler...-Susurró una voz a mis espaldas, me sobresalté me había olvidado de Edric quien se había acercado por detrás hasta colocarse, bueno detrás.
-Sí-puse la tapa a los sprays y los guardé en la mochila verde, luego moví la camilla para que tapara el grafiti.
-Nunca había visto a nadie hacer la marca de la banda; BGE. A pesar de que muchos lo han intentado, yo entré ellos- alcé una ceja, vaya intentando copiar a mi banda. Interesante-, y nunca lo han conseguido es un grafiti muy complejo. ¿Quién de vosotros se lo inventó?-me observa con intensidad esperando una respuesta, yo lo pienso un momento.
Y luego sonreí.
-Secreto de estado-le guiño un ojo juguetonamente, él se me acerca.
-Mhm... ¿Y cómo se podría descubrir ese secreto?- Edric se había acercado hasta rozar mis labios, este chico estaba obsesionado con mis labios.
Yo niego que sus labios parecen una droga muy adictiva pero no me la paso reclamando sus labios.
Aunque ahora mismo se vean muy apetecibles.
-No sé, no sé- él se acerca más y roza mis labios tentándome a que lo bese.
¡No caigas en la tentación Eve, es una trampa!
Ignoré mi propio pensamiento clavando mi mirada en sus labios.
-¿Querías probarlos?-vuelve a susurrar, al parecer tiene una pequeña gran obsesión con los susurros, normalmente esa obsesión aparece cuando estamos a punto de besarnos.
Sí, esas suelen ser las circunstancias.
Me acerco un poco más y el aparta la cara, haciendo que le de un suave y rápido beso en la mejilla.
-¡Tramposo!-hice un puchero, indignada.
-Dime quien lo creo-canturrea cerca de mis labios.
-¡Nunca!-me giré indignada.
-Esta bien, perdiste tu oportunidad-se aparta y se sienta otra vez en su lugar, suspiro fastidiada.
Entonces se escuchan unos rápidos golpes en la puerta y Thiago entra en el cuarto con el portafolios tapando sus ojos.
-¿Es seguro mirar?-pregunta burlón esperando a que respondamos, yo me quedo en silencio mientras Edric se levanta y golpea por atrás a su hermano.
-¡Auch!-se rasca la cabeza el doctor.
-No hacíamos nada-digo yo divertida.
-Bien porque dentro de unos minutos vendrá tu nuevo compañero-se gira dispuesto a irse pero Edric le coge del brazo.
-¿No habías dicho antes que era una compañera, chica?-recalca lo último.
Thiago se encoje de hombros y se suelta de su agarre saliendo del cuarto.
Precioso se acerca sentándose otra vez en la silla.
-No me gusta eso de que tu compañero sea un chico-asevera con el ceño fruncido y los brazos cruzados, decidí no comentar nada. No porque me diera miedo, si no porque se ve tan dulce así que no quiero decir nada para que cambie su rostro.
Él se acerca y de pronto estampa sus labios contra los míos, sorprendiéndome.
Empieza a besarme y yo, como es obvio, le sigo el beso.
Creo que podría acostumbrarme a esto, entonces Edric gruñe molesto y me muerde el labio inferior sorprendiéndome, otra vez, y se separa de mí.
Sentándose recto como si nada hubiera pasado.
Le observé con una ceja alzada, sin comprender sus repentinas ganas de besarme y apartarse de golpe.
Entonces todo cobra sentido, la puerta se abre de golpe revelando a un chico alto, al rededor del metro ochenta o noventa, de ojos azules y pelo rubio con una mecha de color azul.
Tenía los ojos de un azul eléctrico y sus brazos estaban tatuados, debía tener unos 19 años.
Era atractivo aunque tenía un aire muy familiar, él vestía con el clásico camisón/bata rara de Hospital.
Lo volví a dirigir mi mirada a su rostro, tenía un aire muy familiar para mí.
-¿Él es tu nuevo compañero?-su ceño se había fruncido el doble, no parecía muy a gusto con el nuevo.
-No sé, se lo voy a preguntar- el chico se sentó en la camilla de al lado.
Unos enfermeros entraron y le dieron unas pastillas, una que otra indicación y salieron diciendo; volveremos a las 10 para darte oxigeno.
-¡Hey! ¿Eres mi nuevo compañero de habitación?- él se volteó a mirarme, ese aire familiar volvió a golpearme con fuerza.
-Sí, eso creo- dijo con una voz ronca aunque suave.
Me giré a Edric.
-Sí, sí que lo es.
-No me digas-responde sarcástico, yo me encoge de hombros y vuelvo a observarlo fijamente tratando de recodar de que me sonaba tanto.
Entonces una imagen pasó fujazmente por mi rostro seguido de un nombre escrito en grandes letras.
-¿Jason?- él volvió a mirarme, sorprendido de que supiera su nombre. Entonces abrió los ojos con sorpresa.
-¿Eve?
Iba a publicar este capítulo el viernes pero se me fue el internet, todo el fin de semana y luego va y veo que el capítulo no está.
¡Lo he tenido que rescribir!
Mátame diosito.
Perooo conseguí acabarlo para que disfrutéis de este Perrito Caliente, puse un poco de mostaza y ketchúp a partes iguales.
Bye, Queridos Desconocidos.
Miss Time
ESTÁS LEYENDO
Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]
Novela Juvenil{Bilogy Time} {Book One} Ella es una badgirl, de las que te miran a los ojos y te escupen en la cara. Él es un badboy, de los que te miran a las tetas y se olvidan de tus ojos. ¿Quién dijo que los iguales no se atraen? [Un cliché no tan cliché] [Es...