Capitulum XL

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Capitulum XL

Entre al hospital como una desesperada, subí las escaleras corriendo ignorando completamente a Edric quien me seguía lo más rápido que podía.

Me paré ante la puerta donde, supuestamente, encontraría a mi amigo con los ojos abiertos y pudiendo hablar. El corazón me golpeaba con fuerza en el pecho, la velocidad que había usado para subir las escaleras sumado al nerviosismo que sentía hacía que mi pequeño corazón bondadoso fuera a mil por hora.

Entonces, de reojo, llegué a ver como Edric se acercaba con las manos en los bolsillos.

-¿Por qué te has parado?-me preguntó al acercarse lo suficiente. Me encogí de hombros y fui acercando poco a poco mi temblorosa mano a la manija de la puerta, la cogí con fuerza y cogí una gran bocanada de aire.

Entrar, eso debía hacer. Abrir la puerta y ya, descubrir si el único mensaje que Edric había recibido era verdadero. Si ese imbécil peliazul estaba allí dentro, cerré los ojos y tragué saliva ruidosamente.

Abrí la puerta de golpe haciendo que rebotara en la pared, el aire se fue de mis pulmones. Una sonrisa triste se posó entre mis labios, los ojos se me cristalizaron de golpe y, en un susurro destrozado, hablé:

-TyTy...

Corrí hacía él, que se encontraba de pie a saber porqué, me lancé a sus brazos y lo abracé con tanta fuerza que hasta dolía.

-Hey, ¿qué pasa mariposa?-preguntó divertido devolviéndome el abrazo mientras acariciaba suavemente mi espalda.

Mascullé algo que debía ser escuchado como; Agsm arr gycher acutt. Negué con la cabeza y hundí mi rostro en su pecho, el muy hijo de sus padres me sacaba una cabeza, me aferré a él como si la vida me fuera en ello.

-Tyler... Tú. Yo. Auch.-Intenté explicarme mientras las lagrimas corrían con libertad por mi rostro hasta mojar su camiseta, una negra. Me confundió bastante que llevara ropa de normal luego de haberse levantando de un coma pero realmente me daba igual.

Estaba allí, vivo, con su corazón latiendo y una pequeña sonrisa traviesa permanente. Su cabello caía pacíficamente sobre su frente.

-Tranquila pequeña mariposa, aun hay tiempo de volar...-Murmura tranquilamente mientras seguía acogiéndome entre sus brazos cariñosamente.

No dije nada, solo respiré con profundidad tratando de contener las lagrimas para luego soltar temblorosos y pequeños sollozos seguidos de algún que otro intento de palabra. De pronto un pequeño carraspeo hizo que me abrazara más a Tyler, el cual parecía que se había vuelto mi salvavidas en medio del mar de lágrimas y confusión que en esos momentos sentía.

-Si quieres, vuelvo en otro momento. Esto parece intenso- una voz pronuncia desde la puerta, me separo lentamente de mi amigo viendo a un doctor de pelo negro y desaliñado, sonreía sarcástico haciendo que sus ojos negros desaparecieran entre sus arrugas, y a Edric con una pequeña mueca que traba de ser confiada.

-Pase Doctor, es que mi amiga es muy especial-pronuncia exageradamente la última palabra haciéndome fruncir el ceño.

-Oh, perdone. Mi amigo acaba de salir de un coma y yo lo abrazo, ¿quiere que le deje espacio?-cuestioné con sarcasmo, un poco ofendida aunque intenté no demostrarlo.

-¿Acaba? Ya pasó una semana desde aquello, debería haber venido antes-reprochó suavemente el desconocido doctor.

Shock.

Parpadeé varias veces confundida. sentí como todo el peso del mundo recaía sobre mis hombros. Mis rodillas temblaron ligeramente, lentamente clavé mi mirada en los ojos de Tyler quien se había tensado completamente.

-¿Qué?-espeté lentamente buscando en los ojos de mi supuesto amigo algo que me dijera: "nah, que va, ¿cómo íbamos nosotros a engañarte haciéndote creer que tu amigo estaba en coma cuando lleva una semana bien?"

Tyler desvió la mirada poniendo sus manos en sus tejanos ignorándome, con su vista fija en la ventana. Sentí que el aire se iba de mis pulmones, que no podía respirar correctamente. Entonces una oleada de furia me invadió casi al completo, tome aire. Una... Dos... Tres...

Abrí la boca para gritar, chillar, reclamar, abrí la boca para dejar salir en forma de hirientes e insultantes palabras hacía el chico que seguía evitando mi mirada a pesar de mis constantes intentos porque me observara.

Iba a hacerlo, hasta que sentí un suave roce; unas manos. Me quedé en blanco de golpe, esas mismas manos cogieron con suavidad las mías, me giré a encarar a quien me estaba tocando tan repentinamente encontrándome con los suaves y traviesos ojos miel de Edric.

-Vayámonos Eve, no dejes que la furia te domine- explica suavemente con una sonrisa encantadora, esas que transmiten una seguridad inmensa. Sentí como algo, en mi pecho, empezaba a acelerarse y como un nudo se formaba en mi garganta.

-No-mascullé intentando volver a girarme hacía Tyler, quien seguramente ya se encontraba observando la escena. Edric me lo impidió, colocó una de sus grandes manos sobre mi mejilla con la otra mano firmemente enganchada a la mía. Dio un suave apretón y volvió a sonreír con una tranquilidad que nunca antes le había visto adoptar.

-Eve, por favor. Si quieres saber la razón por la que no te contamos eso, tienes que venir conmigo- aseveró un tanto agresivo Edric, sonrío acariciando ligeramente mi mejilla para luego tirar de mi mano. Estaba tan confundida que me dejé arrastrar fuera de la habitación.

Hasta que un sonoro; "click", resonó en mi mente como si la mejor de las ideas se hubiera agolpado en mi mente. Aunque no era una idea, más bien era una palabra que había dicho segundos antes.

Me solté de su mano con brusquedad y volví en mí, le fulminé con la mirada agresivamente.

-Explícate, ¿cómo que contamos?-espeté con la furia y la rabia haciendo posesión de mi cuerpo.

Edric entreabrió la boca sorprendido, sus propias palabras le habían delatado. Se pasó una mano por el pelo, confundido, abrió la boca varias veces para intentar decir algo que le ayudara en su defensa. Intentó decir algo, para acabar cerrando la boca sin decir absolutamente nada.

Pues no había nada que decir; Edric, sabía que Tyler había despertado ya hace una semana.

Y no me lo dijo.

Y no me lo dijo

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Weno, weno.¿Oís eso? ¡Es un nuevo Perrito Caliente lleno de Ketchúp y Mostaza!

¿Por qué los chicos mintieron a Eve?

¿Por qué hay tantos enredos?

¿Cuando estos dos empezarán a enamorarse?

¿Y, sabias, que ya faltan unos pocos capítulos para que la historia acabe?

Bye, Queridos Desconocidos.

Miss Time

Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora