Capitulum XXVII
-Hola hermano-saluda con falsa calma Edric, se baja rápidamente de la camilla y sonríe de medio lado.
-¿Qué hacías en la habitación de Eve?-se acerca a hacía mí evaluándome con la mirada, como buscando un daño imaginario.
-¿Acaso no lo has visto?-una pequeña sonrisa traviesa se hace paso entre sus besables labios.
Desee estar más cerca de él para poder golpearle.
-Desgraciadamente sí lo vi-masculla entredientes acercándose a mí y subiendo mi camisón de hospital, con cuidado me quita la venda del abdomen unas cuantas heridas que aprecian recientes se abrieron paso.
-Se están curando, deberías tener más cuidado Eve te dije que no debías hacer movimientos bruscos sabes que había peligro de que las heridas se abrieran. Como ha pasado-lo decía todo muy rápidamente y curando las heridas con suavidad. Aunque por su tono de voz parecía enfadado, intentaba disimularlo pero yo sé distinguir esta clase de cosas.
Se va a un pequeño armario y coge una venda.
-Doy gracias a que tu compañera de habitación aun no ha llegado, no me gastaría que, en su estado, viera esa escena- me coloca un poco de alcohol a la herida más grande a lo que yo me quejo con un pequeño grito.
-No seas quejica, casi acabo-se vuelve a concentrar en lo que hacía y coloca una gasa. Poco a poco me empieza a poner la venda no sin antes obligarme a elevar un poco la espalada para que pudiera colocarla bien. Hago unas muecas mientras me la coloca, Edric se encuentra en una esquina observando todo en silencio.
-¡Ya está!-exclama con alegría alejándose de mí.
Se va hacía la puerta, nosotros aun en silencio. Justo antes de salir le da unas palabras de advertencia.
-Nada de lanzarse a la camilla, podrías herir a Eve. Además que deberías poner un aviso o algo, eso ha sido traumante.-Hace una mueca y cierra la puerta. Nada más oír sus pasos alejarse Edric empezó a reírse con mucha fuerza, demasiada fuerza.
-Ash, callate la boca-le lanzo la almohada cansada de carcajada interminable. La almohada le da en toda la cara, él se para de reír de golpe.
-¡Exijo justicia hacía mi hermoso rostro!-exclama alzando la almohada y lanzandola lo hizo tan rápido que solo pude esperar el inminente golpe.
Caí hacía atrás en la camilla mientras la almohada salía disparada al otro lado de la habitación.
-¡Auch!-me froté mi adolorida nariz mientras Edric sonreía siniestramente y se acercó a mí a paso lento.
-La venganza se sirve en una almohada de Hospital...-Susurra acariciándome el cabello, como si acabara de explicarme algo super importante e inteligente.
-Muerete Prince-le empujo como puedo y me siento en la camilla, me alejé del borde porque quería tener los pies volando.
-No deberías hacer esfuerzos innecesarios-se sienta a mi lado preocupado.
-Debes estar bromeando-digo ofendida-. No sé de que vas tío, si no fuera por ti no tendría que hacer esfuerzos innecesarios-repito sus palabras con un deje de burla muy notable.
-Sabes que yo no hablo así, mi voz es más sensual-me guiña un ojo coqueto, pongo los ojos en blanco.
¡Impertinente!
Pienso reprimiendo una sonrisa.
-Sí claro y los pinguinos viven en Hawaii-comenté sarcastica.
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Never© [Badboy x Badgirl] [COMPLETA]
Teen Fiction{Bilogy Time} {Book One} Ella es una badgirl, de las que te miran a los ojos y te escupen en la cara. Él es un badboy, de los que te miran a las tetas y se olvidan de tus ojos. ¿Quién dijo que los iguales no se atraen? [Un cliché no tan cliché] [Es...