Hacía tres semanas que Gustavo se había mudado al departamento.
Lorena lo sintió llegar, era casi de madrugada, había estado fuera todo el fin de semana y sentía que lo extrañaba.
Desde el primer día de su estancia en el departamento había cumplido su promesa, había creado una rutina para ella, y habían empezado, incluso le había permitido usar su pequeño gimnasio aún en su ausencia.
Hacía mucho tiempo no se sentía tan bien, de hecho ya no le importaba si bajaba a no de peso, él decía que así estaba bien, y ella se sentía maravillosamente bien, aunque era consciente de que efectivamente sí tenía varios kilos de más y de que ese había sido motivo de sufrimiento cuando alguna de las mujeres con las que su esposo la engañara se lo habían hecho notar y él mismo en ocasiones insistía en que se vería mejor si bajaba de peso, incluso había llegado a decirle que considerara la posibilidad de que su exceso de peso pudiera ser una de las causas por las que no podía quedar embarazada.
*****
Era lunes por la mañana, Lorena se levantó temprano como lo había estado haciendo para salir a correr antes de su rutina diaria, aunque no sabía si hoy la pudieran llevar a cabo , Gustavo había llegado muy noche y quizás hoy no se levantara temprano. Pensó, pero unos leves golpes en su puerta la sacaron de sus pensamientos._Hola -saludó él con una amplia sonrisa. _ ¿lista para nuestra rutina de hoy?
Ella se quedó sin aliento, se veía tan atractivo, tan seguro de si mismo, tan encantador.
_ ¡Qué!... ¿Me vas a dejar esperando? -la miró divertido.
_ ¡Oh! No, pasa por favor, -salió de su atolondramiento. _Es... que... no te esperaba.
_Regresé anoche. -la miró entrando por fin mientras ella buscaba algunas cosas.
_¿Cómo te fue? -preguntó mientras tomaba su botella de agua.
_Bien, todo solucionado. -contestó aspirando el aroma de ella al pasar junto a él, la había extrañado tanto esos tres días, que aunque se sentía cansado por nada del mundo se perdería de pasar ese tiempo con ella.
Para él era como estar en la gloria, era el mejor tiempo invertido que pudiera tener, pues sabía que aparte de ser una mujer casada aún amaba a su marido y aunque eso le dolía no lo amedrentaba. Estaba dispuesto a luchar hasta donde fuera necesario.
_ ¿Sabes que todos andan muy alborotados? -comentó ella mientras salían a su recorrido diario antes de hacer ejercicio.
_ ¿Todos? -la miró intrigado sin entender a qué se refería.
_Si. -dijo ella. _la gente del complejo turístico, los que trabajan ahí, ya sabes que aquí las noticias vuelan, todo se sabe y dicen que la gente anda nerviosa porque. Vendrán los dueños o los encargados, los de más alto nivel para que me entiendas, vienen a revisar la obra. Pero a ti no te veo preocupado -lo miró con atención .
_Será porque el que nada debe, nada teme. -sonrió deteniéndose. _que se preocupen los que no han hecho bien su trabajo.
_ ¿Crees que si hay quien no trabaje bien? -lo miró sorprendida.
_Hay de todo. -afirmó él reanudando la marcha. _por eso son necesarias esas revisiones.
Ambos siguieron su marcha uno al lado del otro, ambos echándose miradas furtivas cuando pensaban que el otro no lo veía, ambos felices y cómodos el uno con el otro.
*****
Habían transcurrido tres meses desde que Gustavo llegara a ocupar el departamento, a partir de entonces su vida monótona y triste había dado un giro de 180 grados, no había día que no se vieran a menos que él saliera hacia la ciudad, lo que ocurría una vez a la semana o cada dos semanas sin falta.
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ESPERANDO POR TI. No. 2️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomanceLorena se había casado totalmente enamorada hacía ya varios años y a estas alturas cansada de las infidelidades de su guapísimo marido por fin se había armado de valor y había interpuesto la demanda de divorcio. Hacía mas de un año que lo había hec...