Capítulo 27 ELLA NO FORMA PARTE DE MI VIDA

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Momentos después Gonzalo veía materializados sus más terribles temores.

A empujones una pálida y asustada Lorena era traída ante ellos. Sus grandes ojos lo miraban angustiada, no sabía si por ella misma o por él.

Solo lo miró y un sollozo se ahogó en su garganta, no había odio ni reproche en su mirada, sabiendo que estaba ahí por él, a causa de sus negocios no lícitos, pero no lo cuestionaba, por el contrario veía como con solo ver esos golpes en su rostro y su mirada se convirtió en preocupación.

_Lorenzo, por favor. - trató de negociar. Te dije que esto ya lo solucioné, ella ya no me interesa, ya no forma parte de mi vida.

_Bien. - lo miró con sorna. _entonces no debe de preocuparte lo que pase con ella.

_Te prometo que jamás en mi vida la volveré a ver, me voy contigo no regresaré a este lugar, pero déjala ir. Estás en territorio enemigo, ella es de aquí, vas a correr un riesgo innecesario si le haces daño.

Las carcajadas de Lorenzo se escucharon por todo el lugar.

_Vaya, vaya. - dijo por fin. _para no interesarte nada estas muy preocupado por ella.

_Por favor se razonable. - casi suplicó. _Vámonos, déjala aquí, ella no dirá nada.

_Eso no va a pasar. - lo miró con dureza. - esto se acaba aquí y ahora.

_Desenfundo su arma y apuntó a la cabeza de ella.

_Entonces mátame a mí. - se escuchó su grito desesperado.

Lorenzo no se sorprendió de su reacción.

_Deberías saber que a mí nadie me engaña.

_Entonces deberías saber tú. - grito colérico. _que te digo la verdad cuando aseguro que ella no estará más en mi vida.

_Gonzalo, Gonzalo, que ingenuo eres, mientras ella esté viva va a ser tu talón de Aquiles, tu eres vulnerable mientras ella respire, así que voy a ser bueno contigo, te voy a dar cinco minutos con ella, aprovecha y despídete o mejor pídele perdón. - rio. _después de todo es por ti por quien va a morir. - les dio la espalda para salir con sus hombres. Solo estaba dejando a dos, uno apuntando su arma a ella y otro a él.

_Y no se te ocurra intentar nada estúpido. - se volvió hacia ellos _sabes que no tienen salida, lo único que harías seria adelantar su muerte. - salió riendo no sin antes ordenar que desataran las manos de él y lo pusieran de pie para que pudiera estar al nivel de ella que permanecía parada.

Con dolor se incorporó, ella le fue acercada y sin dudarlo tomó su rostro entre sus manos.

_Por favor perdóname. _suplicó. Gruesas lágrimas rodaban por las mejillas de ella, su cuerpo temblaba sin control, entonces él la abrazó. _lo lamento. - volvió a suplicar. _no quería esto para ti, por eso me porte como un patán contigo porque en el fondo quería que te alejaras para protegerte. - la abrazó con más intensidad. _pero fui un egoísta, lo lamento... Te amo como nunca amé a nadie. - besó sus labios. Ella lloraba sin control y aunque ya no lo amaba, si lo apreciaba, la mayor parte de su vida había estado enamorada de él , había dedicado su vida entera a él así que por lo vivido se dejó besar y se dejó envolver en sus brazos, ella seguía atada con las manos a su espalda, pero sentía el calor que él le transmitía y por primera vez como si el destino se burlara de ella estuvo segura del amor que él le profesaba, se dio cuenta de cuan real era y aunque ciertamente había sido un mujeriego la mayoría de las veces la había estado protegiendo a ella tratando de alejarla de él, al final lo había logrado, pero había sido demasiado tarde.

Escucharon como la puerta se abría de nuevo y ellos eran separados con violencia.

Inmediatamente Gonzalo fue atado de nuevo.

Lorenzo ordeno que le colocaran de nuevo la venda.

_te voy a ahorrar la pena de que veas lo que voy a hacer. - dijo. _porque te aprecio de verdad y porque eres un hombre muy valioso en nuestra organización y de verdad te necesito de no ser así, ya estarías muerto. - dijo mientras la venda era colocada de nuevo.

Lo último que alcanzó a ver fue el rostro pálido de Lorena con sus ojos llorosos y su mirada suplicante como si el pudiera salvarla y el arma de Lorenzo pegada a su nuca.

Él quiso zafarse del agarre del hombre que lo tenía, forcejeo con él y sintió el dolor de un golpe en su rostro que lo hizo tambalear, luego otro en su abdomen que lo dobló de dolor.

_ ¡Basta! - se escuchó la voz de Lorenzo furioso. Varios ruidos más se escucharon hacia la puerta de entrada que Gonzalo no supo identificar, pero si identificó el sonido del seguro del arma de Lorenzo al ser quitado y el llanto apagado de Lorena ante el temor.

_Acabemos de una vez con esto. - se escuchó de nuevo la voz de Lorenzo seguido de una detonación que heló la sangre de Gonzalo y más cuando escuchó el grito aterrador de su amada esposa.

_No... No, - solo atinó a decir antes de que las fuerzas le fallaran.

ESPERANDO POR TI. No. 2️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora