ESPERANDO POR TI. No. 2️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.

Capítulo 29 CAOS

BRUNO.
Bruno y sus hombres entraron a una, él alcanzó a ver a su objetivo.

Gonzalo de pie vendado de los ojos y atado de pies y manos forcejeando con uno de los hombres de Lorenzo y a éste con su arma apuntando a la cabeza de Lorena, su corazón se encogió, recordó la muerte prematura de su hijo de dieciocho años a manos de otro de los jefes del crimen organizado.

Sin dudarlo se abalanzó contra él pero ya había disparado su arma, aun así cayó pesadamente sobre él inmovilizándolo y maldiciendo, su instinto quería acabar con ese hombre en ese instante, pero se contuvo.

Levanto la cabeza y dio la orden a uno de sus hombres. Éste sin vacilar se acercó a Gonzalo, que aún con la venda en sus ojos y atado de pies y manos no sabía que sucedía, solo gritaba como loco tratando de soltarse para ayudar a su esposa.

Bruno observo como su hombre se acercaba a él y a quemarropa disparaba su arma. Gonzalo cayó de inmediato. Mientras alguien más sometía a los dos hombres que le quedaban a Lorenzo.

GONZALO
Gonzalo forcejeaba con el hombre que lo tenía sujeto, sabía lo que Lorenzo iba a hacerle a su amada y no podía permitirlo, prefería mil veces morir él.

Escucho ruidos y cómo Lorenzo quitaba el seguro de su arma, el se abalanzo hacia donde suponía que ellos estaban, escucho el disparo e inmediatamente otro más, luego sintió un golpe fuerte en su hombro, el hombre que lo mantenía prisionero en ningún momento lo había soltado hasta que alguien lo aparto de su lado con brusquedad, luego sintió que alguien más se acercaba a él con rapidez y susurraba a su oído. "Estás muerto" y acto seguido disparaba su arma, el empezó a derrumbarse desde el momento en que el hombre de Lorenzo dejó de sujetarlo cuando fue alejado de él y ya en el frió piso sintió como ponían algo en su nariz y boca, el olor inundó sus fosas nasales y la inconsciencia se apoderó de él . Su último pensamiento fue para ella.

LORENZO
Lorenzo estaba satisfecho, todo había salido de maravilla, las cosas se habían dado tan fácil, no había habido ningún contratiempo, nadie que quisiera enfrentarse a él.

Tal como lo había previsto, no había ningún valiente que se atreviera a hacerle frente.

Las cosas hubieran sido diferentes si hubiese llevado todo un ejército consigo, su primer problema hubieran sido las autoridades, luego los cabecilla de los diferentes grupos de esa región que se hubieran sentido amenazados y probablemente hubieran pensado que era necesario defender su territorio.

También había ayudado la disposición de Gonzalo que había replegado a sus hombres sin que fuera necesario un enfrentamiento entre ellos, <<chico listo>> pensó, por muy buenos que fueran nunca hubiesen tenido oportunidad en contra de los de él.

Ya era hora de terminar y regresar a casa.

Les indicó a sus hombres que esperaran afuera y entró solo.

Los dos hombres que habían quedado adentro separaron a Gonzalo y Lorena, era el momento.

Sacó su arma, apunto hacia ella, y quito el seguro en el mismo momento en que la puerta se abría, dando lugar a un grupo de hombres que no conocía, sin vacilar volvió su rostro hacia Lorena y jaló del gatillo, al mismo tiempo sintió como una bala se incrustaba en su brazo, lo que provoco que soltara su arma, inmediatamente después sintió como alguien caía pesadamente sobre él.

El dolor del brazo era insoportable, aunado al peso que estaba sobre él y le hacían la respiración casi imposible.

No tuvo oportunidad, en segundos estaba siendo amarrado de pies y manos, y esa herida... el dolor era infernal. Luego fue puesto de pie sin miramientos y conducido fuera.

Ahí fue arrojado junto al grupo de hombres que lo habían acompañado, todos rudos, todos matones, todos sádicos y todos reducidos, a nada.

Eso solo le recordó que aunque tuviera todo el dinero del mundo, todo el poder y toda la seguridad Seguía siendo un hombre mortal como cualquier otro e igual que cualquier otro era vulnerable y podía perder la vida en cualquier momento, así como lo estaba el hombre por el que había hecho todo esto, lo había perdido después de todo lo que había hecho por él y lo que se había expuesto por él, si todo hubiese salido bien los beneficios alcanzados hubieran sido estratosféricos, Gonzalo había representado una pieza clave para alcanzar plazas y contactos que él no podía pero él por su carácter y su carisma sí.

Sin embargo todo se había ido al traste y ahí estaba él, hecho prisionero junto a los demás como si fuera uno más del montón.

GUSTAVO
Gustavo vio la desesperación en el rostro de Robert, algo pasaba dentro que solo él sabía , corrió tras de él cuándo este se abalanzó hacia la puerta, solo que Bruno que estaba más cerca ya había hecho su movimiento, entraron casi al mismo tiempo, no supo quiéne estaban, ni cuantas personas había dentro, ni si representaban peligro o no, solo ubicó a Lorena y con angustia vio como un hombre le apuntaba con un arma, luego miró como éste disparó y ella gritó asustada cubriéndose el rostro. Gustavo vio como ella caía al suelo cubierta de sangre justo en el momento que Bruno caía sobre el hombre que había disparado.

No supo cómo llegó a su lado solo se dio cuenta cuando estaba arrodillado junto a ella tomándola entre sus brazos. Ella estaba pálida, con sus ojos muy abiertos, sin moverse, estaba en shock. Y él no sabía qué hacer, ni sabía de donde tomarla para no lastimarla.

_Lorena. - la llamó. Pero ella no respondía. _por favor, tienes que ser fuerte, la ayuda está aquí, todo estará bien. - la abrazó desesperado sintiendo que su cuerpo se desvanecía. _Lorena. - grito de nuevo. _por favor no... - miró a los lados buscando a Justin, que ya venía en su socorro.

Sin apartarlo de su lado Justin procedió a revisarla.