CAPÍTULO EXTRA 1a. Parte

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Nota: Este capitulo fue escrito  para los lectores que se quedaron con ganas de mas, especialmente para:
nildamaidana35
Rococo1005
jessborr
ninakavras
SuheilAlvisCuello


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Lorena caminaba absorta en los niños que corrían y jugaban por el parque. Se había soltado del brazo de Gustavo, quien luchaba por evitar que Sara la mujer que lo había criado cayera al cruzar un pequeño desnivel, se sentía feliz, miró a su esposo y con ternura le mandó un beso desde la distancia, le enternecía ver como cuidaba de esa viejecita que cada vez necesitaba más de su ayuda, ese domingo la habían sacado para llevarla a su parque favorito, y como hacía siempre, se alejó de ellos un momento para darles su espacio y que ella pudiera hacer las peticiones de sus necesidades, que siempre eran mínimas, pero que a ella le parecía que eran una gran molestia y le apenaba que Lorena pensara que abusaba de la bondad de su marido.

Sin darse cuenta se alejó un poco más, su atención se centró en una mujer con un pequeño de un año aproximadamente, no pudo dejar de pensar que dentro de una o dos semanas ella también estaría cargando a su anhelado bebé. Le sonrió a la mujer, que también le sonreía a ella al percatarse de la atención que le prestaba a su hijo, iba a darse la vuelta cuando hizo su aparición aquel hombre.

Lorena se quedó helada, pensó que su mente le estaba jugando sucio, pero no... No era su mente, ese hombre era real, tan real como la mujer y el niño que estaban a su lado y a quienes él extendía un par de helados, no podía ser cierto, no podían existir dos personas iguales en este mundo, cerró los ojos esperando que al abrirlos la visión desapareciera, pero seguía ahí, más nítida que nunca, él tomaba por la cintura a la mujer y de la mano al pequeño, le susurraba algo al oído a ella y ambos reían, había vivido tantas veces esa misma escena, que asombrada se dio cuenta de que ya no le dolía, lo que no podía creer era que él estuviera ahí, cuando ella misma lo había visto caer, dos años atrás, cuando había llorado por tanto tiempo su muerte, debería de ser alguien muy muy parecido, pero ese porte, su andar, sus movimientos, su vestir, lo conocía demasiado bien como para estarlo confundiendo, era él, sin duda era él.

Su corazón empezó a acelerarse, si en realidad era él, entonces había estado viviendo una mentira... entonces no era viuda... entonces su matrimonio con Gustavo no era válido... asustada se llevó las manos al rostro, esto no podía estar pasando, cuando volvió a mirar en dirección a la pareja, él tenía la mirada clavada en ella, su sonrisa había desaparecido y su rostro estaba pálido, ella se dio cuenta de que estaba igual de sorprendido que ella, y que no apartaba su mirada de su abultado vientre, como si dudara de que se trataba de ella tan solo por ese detalle, para él ella era incapaz de concebir.

Angustiada no quiso esperar más, dio la media vuelta y se marchó sin volver su vista atrás.

*****
Gonzalo paseaba con su esposa e hijo por el parque, se había alejado un momento de ellos, para comprarles algo, cuando regresó se dio cuenta de que ella le sonreía a una mujer embarazada, que los observaba a la distancia, no supo por qué, pero le recordó a Lorena, pero no era raro, no era la primera vez que le sucedía, de hecho era muy frecuente que cierto gesto o cierta, actitud, cierto corte de pelo, incluso alguna prenda de vestir en una mujer le recordara a Lorena, jamás la había olvidado, y jamás la olvidaría, pero ahora estaba prohibida para él, además tenía delante de sí a quienes formaban su presente y su futuro, pasó su brazo por la cintura de ella, tomo de la mano a su pequeño, y le susurró a ella al oído palabras que sabía que a ella le agradaría escuchar, ambos rieron y empezaron a caminar.

En ese momento, al pequeño se le cayó parte de su helado y ella se detuvo para solucionar el problema, él aprovechó para echar una última mirada a la mujer embarazada, pensando que así de hermosa se hubiera visto Lorena si hubiera podido embarazarse.

Cuando sus ojos se posaron en ella y la miró con atención por poco y su corazón se detiene, no era una mujer que se parecía a ella, era ella, su sangre se congeló en sus venas, ella lo observaba y por su expresión supo que lo había reconocido.

Se quedó paralizado, no atinaba a reaccionar, ¿qué podía hacer? ¿Acercarse y decirle que le había mentido? ¿Hacer como que no la había reconocido? Quizás pensara que ella también se había equivocado y él no era quien pensaba.

No salía de su ensimismamiento cuando ella dio la media vuelta y se marchó.

El la observó sin hacer nada, pero de inmediato se arrepintió iba a salir tras de ella cuando lo observó... a lo lejos estaba él... Gustavo... el hombre que ahora era dueño de su corazón, el hombre que ahora disfrutaba de sus anocheceres y sus amaneceres, el hombre que tenía sus sonrisas y que consolaba sus tristezas, el hombre que le había dado lo que él nunca pudo... convertirla en madre.

Una punzada de dolor atravesó su corazón, se daba cuenta de que jamás dejaría de amarla, que ella siempre sería su punto débil como se lo había dicho Lorenzo Maldonado en una ocasión, si alguien quisiera lastimarlo de verdad, solo sería a través de ella, por ella moriría y solo por ella haría lo que había hecho, fingir su propia muerte y entregársela a su rival para que él la hiciera feliz.

*****
Lorena casi corrió a refugiarse entre los brazos de Gustavo, pero se detuvo a medio camino, estaba muy alterada, y no podía decirle lo que había sucedido, su angustia creció cuando pensó en todas las implicaciones que esto traería, había sido tan inmensamente feliz con Gustavo durante este tiempo y se estaba comportando de forma egoísta pero no quería que esto cambiara, por una vez en su vida se sentía tranquila, segura de sí misma, él la hacía sentirse especial, sentirse hermosa, sentirse en paz con ella misma y con lo que era, y ahora con su bebé... Era la locura, ambos amaban a ese bebé, ambos lo esperaban con impaciencia, él era tan tierno y cariñoso y tan paciente con ella... No quería renunciar a todo eso... No quería.

Las lágrimas asomaron a sus ojos. Tenía que calmarse, no podía regresar al lado de Gustavo en esas condiciones.

Fueron necesarios varios minutos para que ella lograra recomponerse un poco, iba a regresar cuando un chico como de nueve años se acercó a ella y disimuladamente le tendió un papel doblado y se marchó, ella no tuvo tiempo de pensarlo, el chico no le dio la oportunidad, temerosa desdoblo el papel y lo leyó, sin duda era la letra de Gonzalo, le pedía que se vieran al siguiente día y venía una dirección y un teléfono.

Instintivamente miró hacia donde él se encontraba y muy a la distancia se dio cuenta de que la observaba. Ella solo atinó a aventar el papel y seguir su camino lo más rápido posible.



Una disculpa por favor, pero no va a ser suficiente un capitulo extra, probablemente se alargue uno o dos más, espero no decepcionarles con lo que se agregó, y que sus espectativas respecto a la historia se cumplan, gracias a quienes pidieron más y a quienes aportaron sus ideas, en los comentarios del epílogo podran ver de quién provinieron algunas ideas que aquí se plantean. Gracias. Disfruten.

ESPERANDO POR TI. No. 2️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora