En la soledad de su recámara Lorena abrió por fin aquel sobre que Gonzalo le había dejado, Gustavo se había marchado hacía varios minutos.
_"Amor. -empezaba la carta. _sé que esto de escribir no se me da muy bien, pero te busqué y no estabas, te esperé toda la mañana, no entiendo en donde puedas estar hoy domingo, pero quería disculparme por lo de la otra noche, ya solucioné el problema, esa mujer no volverá a ofenderte, te lo prometo, si no te extrañara tanto ya me hubiera largado de éste lugar, pero quiero verte una vez más, te necesito, sé que tú sientes lo, mismo que yo, tú eres mía y yo soy tuyo, sé que las mujeres me persiguen y yo no puedo resistirlas pero tú eres la única a quien amo, quiero verte, te buscaré este fin de semana, voy a salir fuera y quiero llévame tu recuerdo, recuerda, eres mía y esa tontería del divorcio la tienes que ir olvidando".
Las lágrimas rodaban por sus mejillas, hasta cuándo podría dejar de permitir que ese hombre le hiciera daño, hasta ese momento era verdad todo lo que él decía ella no tenía la capacidad de entregarse a nadie más, era de él y siempre había sido de él, ella no era capaz de relacionarse con nadie más del sexo opuesto, menos buscar por ella misma ese tipo de relación, lo quería a él y no podía imaginarse con nadie más, en cuanto a la veracidad de que él solo la amaba a ella, ella no estaba segura y no podía opinar al respecto, aunque sus acciones dejaban mucho que desear.
Estaba cansada de ese sube y baja, siempre había escogido creerle en cuanto a que ella era el amor de su vida aunque él tuviera otros amores, ella siempre había dudado que se pudiera amar a dos personas al mismo tiempo, sin embargo ahora lo entendía un poco.
¿No estaba ella ahora mismo en un dilema?, decía amar a su esposo y empezaba a sentir un afecto muy especial hacia Gustavo, incluso empezaba a darse cuenta de que cuando estaba con él se sentía especial y no podía dejar de compararlos a ambos y asustada veía como Gonzalo empezaba a estar peligrosamente por debajo de Gustavo, se daba cuenta que al lado de Gustavo lo que la asustaba ya no le provocaba temor, que con él se atrevía a dar pasos que antes jamás hubiera dado, que con él se sentía en libertad, con el disfrutaba de cosas que jamás hubiese pensado y sobre todo que él la alentaba a ser ella misma y no la frenaba criticándola o humillándola, se daba cuenta de que todo lo que para ella algún día había sido normal, ahora no tenía sentido y se apenaba de haber caído tan bajo, dejándose manipular de ese modo. Ahora podía ver con más claridad y se avergonzaba de haber sido tan ciega.
*****
Gonzalo estaba bebiendo en el bar del hotel, estaba furioso, jamás se imaginó que Lorena lo dejaría plantado sobre todo después de que él le avisara con tanta anticipación que iría a su casa, jamás se imaginó que esto sucedería, por el contrario ella siempre lo esperaba ansiosa no importaba que día o qué hora fuera, siempre lo recibía con los brazos abiertos, pero ahora al llegar no había estado, la casa estaba vacía, había esperado toda la noche y ella no había aparecido.Ahora estaba sentado en la barra de ese bar furioso imaginando en donde estaría y con quien, en un principio pensó que estaría con sus amigas, la antipática de Mariana y la otra una tal Elizabeth, una chica muy hermosa pero muy callada, ella no le caía mal como Mariana que siempre aconsejaba a su esposa en su contra y él la odiaba y no dudó de que Lorena estuviera con ellas, pero cuando uno de sus amigos llegó al bar y se sentó con él, lo dejó helado al contarle lo que se decía por el pueblo, que Lorena por fin se desharía de él, que se le veía muy seguido con uno de los ingenieros que trabajaba en el complejo turístico y que se le veía muy contenta.
Estos comentarios encendieron su ira y poco le faltó por estrellar su puño en la cara de aquél que le había informado, pero se contuvo, él no tenía la culpa y solo repetía lo que se decía.
Más decidido que nunca fue y se plantó frente a la casa, la esperaría hasta que llegara.
*****
Era sábado en la tarde. Lorena regresaba a su casa, estaba nerviosa, se había atrevido a desafiar a Gonzalo y sabía que era de armas tomar, pero no había querido verse a solas con él, no se sentía con ánimo de enfrentarse a él y menos en el sentido que él sugería. Gustavo había salido desde el jueves en la tarde y aún no regresaba y aunque no lo quería admitir se sentía sola e insegura. No sabía si en un momento dado Gustavo se atrevería a enfrentarse a Gonzalo por defenderla a ella o si actuaría como todos los demás, espantados y temerosos ante su presencia, pero aun así le hubiera gustado que él estuviera cuando menos en su apartamento para no sentirse tan desprotegida.Estaba abriendo la puerta de entrada cuando sintió que unos brazos la sujetaban y la empujaban hacia el interior de la casa. Luego la puerta se cerraba tras de sí.
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ESPERANDO POR TI. No. 2️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomanceLorena se había casado totalmente enamorada hacía ya varios años y a estas alturas cansada de las infidelidades de su guapísimo marido por fin se había armado de valor y había interpuesto la demanda de divorcio. Hacía mas de un año que lo había hec...