Capítulo 40. |Parte 1|

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Harry.

Si.

Si.

Si.

Si.

Lo estaba haciendo.

Si.

Pero no debería hacerlo.

Ella al principio forcejeó, pero ahora parece haberle gustado el beso también.

Nuestros labios tienen una técnica especial, parece que sólo nuestros labios saben como moverse a la par del otro

Esto es especial.

Ella es especial.

Nosotros somos especiales.

Dentro de mí, crecía un pequeño árbol de la felicidad. Sí, estaba feliz. Muy feliz.

Estaba alegre. Sentía que iba a explotar por dentro, de tanto fuego artificial que había en mi estómago.

Pero... a pesar de todo, esto no podía seguir creciendo.

No era correcto.

¿Qué tal si sólo ilusiono a ____? Me odiará.

No estoy enamorado de ella... No, claro que no.

Y puede que ella sí lo está.

¿De mí? Ó... ¿de otro chico?

Dejé de besarla. No podía imaginar a ____ con otro chico. No. No. No.

- ¿Qué... Qué fue eso? - Preguntó tímidamente.

La miré directamente a los ojos. Me dolería más a mí que a ella, lo que iba a decirle.

- No lo sé. Estás buena... quiero decir, tienes un lindo cuerpo y no pude resistirme. Eso es todo. - Miré hacia otro lado después de mentir. - ¿Qué creías que era esto? Es un beso y ya, no tiene nada de especial.

Podía ver la decepción de aquí a 5000 kilómetros. Odio aparecían en ellos, e incluso tristeza.

_____ estaba enamorada de mí. O algo así.

No soporté más su mirada de dolor y me dirigí a el living.

Me despedí con una simple mirada... « Lo siento. »

*****

Desperté en la misma habitación, estaba abrazando a alguien. Era la pequeña niña, mi "hija". De pronto por la puerta entró ____. Traía una bandeja, en ella estaban los mismos hot-cakes y 4 vasos de jugo de naranja.
Atrás de mi mujer, estaba mi otro hijo varón, con sus rulos marcados.

- ¿Cómo amanecieron mis amores? - dijo, con una bella sonrisa.

- ¡Mami!

- ¿Cómo estás cariño? - Pregunté ahora yo. Lo disfrutaba, sí, claro que lo hacía.

- ¡Papi! - se dirigía a mí.

___ dejó la bandeja en una mesita de noche. Y me sonrió. Se acerco a mí y me besó.

No me alejé esta vez. Me encantaba. Sus labios sabían idénticos a la última vez que nos habíamos, o más bien, la había besado.

- ¿Estás bien amor? - Le pregunté. Ella se alejó. Esto ya no era un lindo sueño, ahora era una pesadilla.

- Tú no me amas, Harry. - Comenzó a llorar.

- ¡Eso no es verdad! Yo te amo ____. Te amo de verdad. - Me sorprendí por mis palabras.

La Famosa ______Donde viven las historias. Descúbrelo ahora