La Famosa ______

Capítulo 52 [Parte 2].

No entiendo qué es lo que pasa por la cabeza de Harry a las horas de la madrugada.

Parecía que le encantaba molestarme a estas horas.

• Deberíamos empezar a hacernos promesas xx. •

He escuchado que cuando una persona te envía un texto en la madrugada es porque no puede dormir pensando en ti.

Creo que con Harry es algo parecido a eso: no duerme hasta que sepa que ya me molestó.

¿Acaso no sabe de los horarios?

Debería ver las horas de diferencia entre Francia y Australia.

• Duérmetexx •

Envié el mensaje y me dispuse a volver a dormir. Sentía una emoción inmensa dentro de mi cuerpo, incluso tenía ganas de gritarlo.

¡Él estaba aquí! Durmiendo en la habitación siguiente.

Es en estos momentos en los que sientes algo muy dentro de ti mismo, como si te sintieras libre, como si sintieras que tienes alguien a tu lado a pesar de todo... como si no estuvieras solo.

****

Amanecí con una horrible torcedura en la espalda. El reloj marcaba las 9:00 a.m.

Me dispuse a ir a buscar a Patrick, tenía que contarme muchas cosas.

Cuando salí de la habitación, noté que Pat estaba en el sofá junto con una sábana, durmiendo.

¿Qué demonios hace en el sofá, si ayer le dije que durmiera en la otra cama?

Al parecer alguien más va a amanecer con torceduras.

Me preparé un cereal, los que parecen aritos de colores y lo promocionaba un tucán colorido.

Nosé como a los niños no les asusta esto. Pensé.

- Oh, ____, no tenías por qué molestarte. - Dijo tomando mi tazón de cereal. Que con valentía, porque ese tucán es horrendo, y esfuerzo había preparado.

- Se suponía que era mi cereal.

-Exacto, se suponía. - Suspiré.

- No te lo quitare, si comienzas a hablar sobre tus aventuras aventurosas. - Dramaticé.

- Todo sea por el cereal. - Reímos.

*****

- Vamos, Harry no tengo mucho tiempo.- Susurré.

- ¿Pensaste lo de las promesas?

- No, ¿podemos dejarlo para después?, realmente estoy ocupada.

- No, tiene que ser ahora.

- Oh vamos... ni siquiera sé a que te refieres con esas promesas.

- Tenemos que hacernos promesas.

- Vale, yo empiezo. Escucha...

- Bien, escucho. - Dijo decidido.

- ¿Prometes dejar de llamarme?

- No, esa promesa no es divertida.

- Pero yo quiero que lo prometas.

- No, ____, joder. ¿Qué nunca has hecho una promesa?

- ¿Qué acaso no me estabas ignorando?- Contraataqué.