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Capítulo 8

DELILAH:

Busco a Tyler por todas partes pero no logro encontrarlo. Puede ser que hoy no haya venido. Decido no esperar e ir a la biblioteca del instituto. Dylan se ha quedado dormido otra vez y me ha avisado de que llegará tarde por lo que tendrá que almorzar en la sala de castigados y no podrá acompañarme.

Cuando llego, camino hacia la bibliotecaria Susan.

—Hola— la saludo y ella me responde con una sonrisa— ¿Puedes darle esto a Tyler si viene?

Saco el libro y lo pongo sobre la mesa.

—Claro que sí, no te preocupes. Si pasa por aquí se lo daré y antes de irte vuelve por si acaso no está y no se lo hubiese podido dar.

—Muchas gracias, y... Una última pregunta, ¿Tienes otros libros relacionados con lobos o algo de eso?

—¿Y eso?

Piensa, Delilah.

—Siempre me han gustado y voy a hacer un trabajo.

—Ah, son unos animales interesantes y algo peculiares— se levanta de su sitio y me hace un gesto con la mano para que la siga.

Nos perdemos entre estanterías hasta llegar a una llena de libros de biología. Susan busca por todas partes pero coge los mismos libros que Dylan y yo cogimos el primer día de investigación.

—Esos ya los leí.

Sonrío.

—Pues no hay más, lo siento— deja caer sus brazos en sus piernas haciendo un poco de ruido.

—Da igual, de todos modos muchas gracias.

—No es nada— Sonríe.

El timbre suena y corro para llegar a la clase del señor Murphy.

Como llegue tarde me va a matar...

Entro por la puerta y, desafortunadamente, esta vez el señor Murphy está comenzando a dar su clase. La mayoría de alumnos se giran para verme y eso hace que me ponga nerviosa. Murphy frunce el ceño y cruza los brazos en señal de molestia.

—¿Otra vez tarde señorita?

—Lo siento, tuve que-

Murphy no me deja terminar y hace un gesto con la mano para que me siente.

—Ya, no importa, si me das la explicación perderemos más tiempo.

Cierro la puerta del aula y me siento, esta vez, al lado de Julliette, pues es el primer sitio libre que veo. Dylan aún no ha llegado y Tyler, por lo que puedo observar, tampoco.

—Hola— saludo a Julliette en un susurro mientras saco mis apuntes.

Ella me sonríe a modo de saludo y como no quiero que Murphy me regañe de nuevo, me mantengo callada durante toda la clase.

Durante la segunda hora, Dylan llega y siento unas enormes ganas de reír cuando la profesora de matemáticas lo mira. Él abre la boca para decir algo pero ella niega así que simplemente se sienta en uno de los sitios libres que hay. A su lado no hay nadie ya que falta Tyler. Este último parece no llegar nunca.

Cuando llega la hora del almuerzo Dylan coge algo para comer en la cafetería y cuando está a punto de irse a la aula de castigados lo detengo.

—Necesitas un nuevo despertador— bromeo.

Él asiente riéndose.

—Deséame suerte.

Me río por lo que acaba de decir y niego, Dylan se va y me siento en la mesa que siempre suelo sentarme con él. Comienzo a comer aún que no me gusta demasiado lo que hay hoy. Definitivamente la verdura y el pescado no son mi plato favorito.