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Capítulo 15

♡¡Hola! Antes del capítulo vengo a informar de que puedes coger algo de comer y sentarte a leer pacientemente. Este capítulo es más largo de lo normal y es muy importante en la trama de la novela.
Sin nada más que decir, ¡disfrutad del capítulo!♡
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DELILAH:

Camino por los pasillos del instituto, esta vez sola, les he dicho a Julliette y a Dylan que los vería en clase. ¿El motivo? Necesito que Tyler me diga que demonios vi ayer por la noche. La imagen de sus ojos rojos no me ha dejado descansar y no desaparece de mi mente. Lo busco desesperadamente, veo la figura de Tyler abriendo su taquilla a lo lejos en el pasillo, su grupo de amigos no están y no hay nadie en las taquillas que hay a su lado. Me acerco rápidamente a él y cuando estoy lo suficientemente cerca, me detengo apretando con mi mano el asa de la mochila que tengo colgada en el hombro.

-Necesito explicaciones.

Vale, quizás he sido demasiado directa. Cierra la puerta de su taquilla y se cuelga la mochila en un hombro, me mira y sube las cejas. Sé que está fingiendo, se hace el sorprendido, aún que es muy difícil saberlo ya que he de reconocer que actúa muy bien.

-¿El qué?-dice.

-¿Me puedes explicar, por favor, por qué demonios tenías los ojos rojos ayer por la noche?

Forma una sonrisa de lado y con un aire despreocupado responde.

-No sé de qué me hablas, White.

¿De dónde ha sacado tanta confianza para hablarme así? Pero... ¿Y yo de dónde la he sacado? Por que también lo estoy tratando con mucha confianza, como si hablásemos muy a menudo y no es así, sin embargo, es algo que no puedo evitar; incluso me atrevería a decir que hay un pequeño vínculo que nos une pero no sé el qué ni el porqué.

-Oh, por favor, Anderson -le sigo el juego. - Sé que no estoy loca. Tenías los ojos rojos y sé que ahora mismo estás mintiendo.

Sabe que lo he pillado y me siento orgullosa de ello.

-Explicame qué fue eso o te juro que-

No deja que termine mi increíble amenaza y me tapa la boca con su mano, abro los ojos sorprendida, no me esperaba esa reacción por su parte. Él mira a la gente caminar por el pasillo y acto seguido vuelve a fijar su vista en mí.

-Cállate.

Pongo mi mano sobre su muñeca y frunzo el ceño, retiro su mano de mi boca.

-¿Qué haces? -Le digo.

-A las cinco en la señal. No traigas a tu grupo si quieres explicaciones, lo digo muy en serio, Delilah.

Y se marcha, dejándome completamente boquiabierta. Cierro la boca, por que sí, la tenía abierta, y camino hacia la clase del señor Murphy. Me siento al lado de Julliette ya que Dylan se ha vuelto a sentar con su amada, Olivia, quién habla ocasionalmente con él.

Olivia es una persona sencilla y simpática y a pesar de saber que Dylan está enamorado hasta los huesos de ella, Olivia no lo aleja pero él tampoco me ha dicho que lo ilusione, algo muy positivo para él.
Durante todas las clases me encuentro en un debate mental, tengo tantas ganas de decirle lo que he hablado con Tyler a Julliette... Pero sé de sobras que no debo hacerlo.

No se lo digas.
No se lo digas.

Me digo varias veces para mantenerme callada. La verdad es que es gracioso que me esté dando órdenes a mi misma.

(...)

A la hora de volver a casa lo hago en bicicleta, algunas veces voy caminando pero se hace demasiado largo, otras pocas mi padre me recoge.
Al llegar a casa subo a mi habitación y dejo la mochila en el suelo, al lado del escritorio. Programo mi teléfono para que la alarma suene antes de las cinco, así no se me pasará la hora. Vuelvo abajo para saludar a mi padres y a Kelly.