DELILAH:
Siento como los ojos de Julliette y Dylan están sobre mi esperando a que diga alguna cosa.
Estoy sentada en el colchón y les he explicado detalladamente todo.—¿Estás segura? —pregunta Dylan.
—Sí, era un lobo, seguramente haya más.
Y entonces asienten sin saber qué decir.
Mantengo mi vista en un punto fijo de la tienda, suspiro hondo y me estiro en el colchón.—Bueno, si le damos más vueltas no dormiremos y mañana estaremos cansadísimos—hablo.
Les doy la espalda a ambos ya que estoy en una esquina del colchón.
Sé de sobras que Dylan aún está sentado y teniendo un debate mental entre continuar hablando del tema e insistir o dejarlo estar y dormir.
Yo, en cambio, solo quiero dejarlo estar. Quiero dormir y olvidarme de lo sucedido, al menos por hoy.
No sé que es lo que estará pensando Julliette en este momento pero tampoco le tomo mucha importancia. Dylan se levanta y apaga la linterna para después volver al colchón.Ahora todo está a oscuras, solo tenemos la pequeña iluminación de la luz de la luna. Escucho el ruido de las hojas de los árboles moviéndose gracias al viento, agarro la manta que tenemos a nuestros pies y me tapo, Julliette también hace lo mismo y Dylan se ve obligado a taparse ya que está en medio.
—Gracias— dice con un ligero tono de sarcasmo y diversión en su voz.
Julliette suelta una pequeña carcajada y yo cierro los ojos. Suspiro y dejo que el sueño se apodere de mi.
(...)
Siento unas manos moviendome.
—Delilah— la voz de Dylan llega a mis oídos y me remuevo en el colchón para intentar continuar durmiendo. — ¡Delilah! —alza un poco la voz consiguiendo despertarme de golpe.
Me siento en el colchón y veo a Julliette y a Dylan mirándome.
—¿Qué pasa? —hablo adormilada.
—He visto a alguien, bueno más bien he visto a su sombra— dice Julliette.
—¿Cuándo?
—Hace unos minutos, por eso desperté a Dylan.
Asiento y estiro los brazos hacia arriba para desperezarme aún que sea un poco. No entiendo nada, ¿qué vamos a hacer ahora?
—¿Y ahora qué? —digo adormilada.
Dylan abre la cremallera de la tienda de campaña y sinceramente creo que un tornillo se le ha caído de la cabeza.
—¡Estás loco si piensas que hoy a salir ahí afuera!—alzo un poco la voz sin llegar a gritar.
—Vamos Delilah, no va a pasar nada.
Pero no creo lo que está diciendo, siempre que dicen eso en las películas acaba pasando algo malo. Pero esto no es una película así que Dylan probablemente tenga razón.
—Será sólo un momento— trata de convencerme Julliette.
—Como el lobo de ojos rojos vuelva a aparecer, no dudaré en salir corriendo.
Y dicho esto me levanto del colchón y Dylan sale de la tienda de campaña, Julliette sale detrás de él y yo detrás de ella. Cierro la cremallera para que no entren mosquitos ni nada y comenzamos a caminar.
Mantengo la linterna alumbrando al suelo para no tropezar, no tengo ni idea de a donde vamos y creo que ni Julliette ni Dylan tampoco lo saben.
Continuamos en silencio, sin decir ni una sola palabra para escuchar bien a nuestro alrededor.De repente, me choco con la espalda de Julliette ya que Dylan se detiene de golpe, mi linterna se cae al suelo.
—¡Dylan no hagas eso! — lo regaño.
Me agacho para buscar la linterna pero se le debe haber caído las pilas o quizás se ha roto por que no alumbra, así no la puedo encontrar.
—Alumbra con la tuya por aquí, se me ha caído.
Pero él no lo hace, Julliette me alumbra con la suya y logro encontrarla en un lado. Le doy unos golpes y, afortunadamente, consigo que vuelva a funcionar.
—¿Por qué te detienes? — pregunta Julliette.
—Mira esto—dice Dylan alumbrando a algo que hay frente a él en el suelo.
Ambas nos acercamos y observamos las dos huellas de unas zapatillas, alguien ha pasado por aquí.
Seguimos las huellas hasta un punto en el que no logramos ver ninguna más, entonces, escucho un crujido.—¿Habéis escuchado eso?— hablo.
Ambos asienten y Julliette me hace una señal para que haga silencio. Dylan, en cambio, alumbra con la linterna por todas partes. En otra ocasión hubiera reído. Ilumina algo detrás de un árbol, algo grande y no logró saber de qué se trata. Cuando Dylan vuelve a iluminar, ya no veo nada.
—Ahí había algo—digo y retrocedo dos pasos.
—Sería buena idea volver a la tienda—sugiere Julliette.
Cuanta razón, eso es una gran idea.
Dylan asiente dándose por vencido y bostezando.—Volvamos.
Y así lo hicimos, en cuanto estuvimos dentro de nuevo cerramos la cremallera de nuevo y nos estiramos en el colchón.
—Buenas noches—digo.
—Buenas noches—dicen al unísono, logrando que se me escape una carcajada.
Me tapo y cierro los ojos, antes de que me de cuenta ya estoy dormida. Sin embargo, no lo estoy profundamente, no soy capaz de hacerlo estando en este lugar, sé que al mínimo ruido que escuche me voy a despertar.

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BETA© |
WerewolfNOVELA GANADORA DEL TERCER PUESTO EN LOS CHRISTMAS AWARDS EF 2019 NOVELA FINALISTA EN LOS PREMIOS BATTLE ROYALE 2018. Una manada dirigida por el alfa. Él cuenta con la ayuda de sus dos manos derechas, los dos betas. El beta número uno vive el día...