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Capítulo 19

DELILAH:

Ha pasado una semana y apenas he vuelto a hablar con Tyler. Tampoco le he dicho nada ni a Dylan ni a Julliette sobre lo que me dijo, pero dicen que estoy un poco extraña. Y lo reconozco, sé que estoy diferente durante estos días, se me hace raro que Tyler no me hable. Siento unas ganas tremendas de hablarle y no sé el por qué, quizás es por el sentimiento de culpabilidad que cada día que pasa crece más y más.

-¿Se puede saber qué te pasa? Ya no mientas más, te conozco Delilah- habla Dylan mientras nos sentamos en las gradas para ver el entrenamiento del equipo de fútbol americano.

No tengo ni la más remota idea de qué puedo decirle, quizás deba decirle la verdad pero, si lo hago, preguntará por qué de repente hablo tanto con Tyler. En verdad esto último tampoco lo sé.
Abro la boca, dispuesta a contarle todo, absolutamente todo. Ya va siendo hora y es que estoy cansada de mentir; al final se atrapa antes al mentiroso que al cojo.

-¡Perdón por llegar tarde!- la voz de Julliette me interrumpe y en parte lo agradezco por que no tenía ni idea de como empezar.

Ella se sienta a mi lado y veo que trae una bolsa de patatas, la cual abre segundos después. Pone la bolsa sobre mi regazo y no me sorprendo ante esta acción.

-Como tú estás en medio así Dylan también puede coger- aclara y ambos asentimos.

Observo a los jugadores que hay en el campo y en las gradas, en estas, no hay casi nadie pues es solo un entrenamiento. El número dieciocho se gira hacia las gradas y saluda. Pero no está saludando a la otra gente que está sentada, está saludándonos, a nosotros.

¿Por qué?

Pienso y niego ante la pregunta. Julliette alza la mano para saludarlo y el chico que está en el campo asiente con la cabeza y vuelve a girarse para seguir con el juego.

-¿Quién es el número dieciocho?-cuestiono.

Las miradas de los grandes observadores, Dylan y Julliette, me miran de repente.

-Owen- dicen a la vez.

Entonces estallo a reír.

-Sois demasiado observadores- hablo cuando logro dejar de reír.

-Posiblemente- dice Dylan con una pizca de humor tiñendo su voz.

Rato después, el entrenador hace que su silbato suene, indicando el fin del partido. Algunos se quitan el casco y veo que Tyler es uno de ellos, parece notar mi mirada sobre él ya que se gira y sus ojos se encuentran con los míos. Un ligero brillo se apodera de ellos y me pregunto por qué, parpadea y se gira hacia un compañero, quién ha tenido la amabilidad de llevarle la botella de agua. Durante todo el entrenamiento he podido ver una cierta tensión entre Owen y Tyler, la cual se estableció en el último partido y no ha desaparecido. Sigo sin comprender por qué se enfadaron de tal manera.
Un chico con el cabello moreno se acerca a Tyler y le da una palmada en la espalda, creo reconocer quien es, cuando ambos se giran para salir del campo y puedo verles la cara a ambos, confirmo mis sospechas, es Kian.

¿Qué hace aquí?

Es la primera vez que lo veo por el instituto y parece estar diciéndole algo a Tyler, algo con importancia.
Me levanto ya que Dylan y Julliette también están de pie y caminamos fuera de las gradas. Una vez que estamos en la entrada del instituto estiro mis brazos hacia arriba, así desperezándome y, acto seguido, dejándolos caer a los lados de mis piernas.

-¡Gracias por venir!- la voz de Owen llega a mis oídos y noto la ligera presión de su mano sobre mi hombro.

Me giro y veo a Owen detrás de mí, aparta su mano de mi hombro y tanto Julliette como Dylan parecen estar sorprendidos. Como yo, por que me sorprende que Owen se haya acercado.

-No es nada- hago una pequeña sonrisa.

-Jugaste bien- habla Julliette.

Owen la mira, sonríe y formula un "gracias". De repente, escucho el pitido de un coche.

-¡Me voy!- se despide Owen y corre al coche, que parece esperarlo, y acto seguido se sube a este.

Se ha ido con tanta rapidez que no nos ha dado tiempo ni a despedirnos. Escucho como Julliette suelta un suspiro, la miro y veo como tiene una pequeña sonrisa en la cara.

-Alguien está enamorada- se adelanta Dylan.

Empiezo a reírme, por incontable vez en el día y Julliette empuja un poco a Dylan.

-¡Calla!-dice riendo un poco.

Niego con la cabeza y Dylan suelta una última carcajada.

-Nos vemos mañana- hablo y es que si no me voy ya, Kelly va a matarme.

Mi hermana ha planeado ir a merendar a algún lugar y así nos explicamos como ha ido el día.

-¡Hasta mañana, Lilah!-Dylan me puso ese apodo cuando eramos niños pero ya hacía mucho tiempo que no lo utilizaba.

Julliette se despide con su mano y yo hago lo mismo mientras sonrío, jamás pensé que Julliette formaría parte de nuestro, ahora, grupo; ya que antes eramos solo un dúo, Dylan y yo.
Camino por la acera así alejandome de ellos, hoy vuelvo caminando ya que me apetece que me dé el aire y así me despejo de este día tan agotador.
Me detengo unos instantes para agarrar los auriculares que tengo guardados en el bolsillo pequeño de mi mochila, una vez que los he sacado los conecto a mi teléfono y selecciono la música que quiero escuchar. Continuo caminando ya con la música puesta, así el camino se hace mucho más ameno y menos aburrido.
Cuando me doy cuenta ya solo me quedan unos minutos para llegar a mi casa, de repente, siento un escalofrío y recuerdo todo lo que Tyler me dijo.

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Quiero hacer que toda la información que he adquirido durante estas últimas semanas desaparezca de mi cabeza, pero sé de sobras que eso no es posible. Sin embargo, eso no significa que me arrepienta de haber aceptado iniciar una investigación con Dylan y, ahora, con Julliette también pero creo que si sigo voy a volverme loca; más de lo que ya creo que estoy.
Escucho a alguien acercándose a una gran velocidad y siento el gran impulso de girarme para ver quién se acerca a mí. No siento miedo y creo saber de quién se trata solo por la sensación que he sentido segundos antes, esos escalofríos solo suceden cuando estoy cerca de esa persona.

-Aléjate de Owen.

¡Hola bonitos y bonitas!
¿Quién creéis que es esa persona?
¿Por qué Kian estaba hablando con Tyler?
Espero que estéis disfrutando la lectura tanto como yo lo hago escribiendo.
¡Nos leemos!
Lara S.