Capítulo 40

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DELILAH:

Lo único que soy capaz de ver es caos, todo está sumido en un intenso y desesperante caos. La gente corre por las calles y lo único que puedo hacer es quedarme plantada en medio de una de ellas sin saber qué está pasando. Soy incapaz de moverme por mucho que quiera. Tyler se detiene y coloca las manos en su cabeza, en un acto de desesperación. Se revuelve el pelo, se gira y mira a su alrededor, observando el caos que le rodea hasta que su mirada se encuentra con la mía. Abre los ojos con sorpresa y después frunce el ceño. Sé que está enfureciéndose, sus ojos se están tornando en un color rojizo, sin llegar a ser completamente rojos.

Mierda...

-¡¿Qué demonios haces aquí?! -espeta enfurecido.

Al parecer, tampoco soy capaz de emitir ningún sonido, parpadeo y veo como Kian sale de la nada, llevándose a Tyler, rápidamente, a no sé dónde. No le ha dado otra opción más que marcharse, ni siquiera le ha dado la oportunidad de hablar conmigo.

-¡Ven!- la voz de una niña llega a mis oídos y esto me hace salir del trance en el que estaba sumergida.

Reconozco la voz, la he escuchado antes en otra ocasión. Me giro en dirección a ella pero, para cuando reacciono, me doy cuenta de que Alba, la hermana de Kian, está tirando de mí. Agarra mi mano con fuerza y me obliga a correr. Nos adentramos en la casa de Kian y su madre cierra con pestillo la puerta. Todo está pasando tan rápido que no soy capaz de asimilar bien lo que está pasando. Tengo tantas dudas...

-Subid arriba- dice Ashley, su madre.

Alba me hace un gesto para que la siga y así lo hago, sin decir ni una palabra, después de todo, no tengo ni idea de qué podría decir; la situación me ha dejado perpleja. Subimos a la planta más alta de la casa, la guardilla, la cual es bastante amplia. Veo una ventana en un lado, da a la calle. Hay un sillón bastante grande debajo de la ventana y veo que Anward está sentado en él, observando por la ventana.

¿Qué hace aquí?

-¿Anward?- él se gira a verme en cuanto su nombre sale de mi boca.

-¿Qué haces aquí?

Al escuchar su pregunta muerdo el interior de mi mejilla para calmar mis nervios pero esto no funciona. Siento como estos me carcomen poco a poco.

-Seguí a Tyler, se marchó muy rápido y no sabía por qué. Tenía curiosidad- contesto, ahora un poco apenada.

Él suspira y niega con la cabeza, sé que no le parece bien lo que he hecho y lo entiendo. No ha sido lo correcto, lo reconozco.

-¿Qué está pasando?-cuestiono acercándome a él.

Alba se sube al sofá y mira por la ventana, pegando la nariz al cristal.

-Travis ha venido y no tiene buenas intenciones. No viene en son de paz.

Trago y ahora entiendo por qué Tyler me dijo que me quedara en casa. Me he metido en la boca del lobo, nunca mejor dicho. Quiero que la tierra me trague para así esconderme pero esto no sucede. Me siento asustada y preocupada pero, después de todo, si llegase a pasar algo, me lo he buscado yo solita. Me armo de valor y observo la situación a través de la ventana. No puedo ver todo con gran detalle pero veo como Tyler y Kian están hablando con Arthur y una chica, la cual supongo que es de la manada de Travis. Tiene el cabello castaño y no es demasiado alta.
La gente se ha escondido en sus casas, no hay nadie en las calles, solo ellos. Veo como Arthur ríe, algo socarrón, y temo que Tyler pierda los papeles. La chica parece estar discutiendo con Kian, al cual empuja con brusquedad, haciendo que este retroceda unos pasos para mantener el equilibro. Es entonces cuando veo que Tyler se mete en medio, soltando un fuerte gruñido que hasta nosotros somos capaces de escuchar.

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