DELILAH:
Las gradas están llenas de gente, tanto de alumnos como de padres, todos tienen ansias por que empiece el partido, o al menos es lo que reflejan sus rostros. Dylan y yo subimos las escaleras y nos sentamos en donde hay asientos libres y, por supuesto, guardo uno a mi lado para Julliette.
Mantengo mi vista en el campo, los jugadores ya han salido, algunos de ellos están estirando y otros trotando quietos en un lugar para calentar y prepararse. No tienen puestos los cascos aún pero aún así se ven imponentes, con las hombreras y las otras protecciones que usan ya que el fútbol americano es un deporte de mucho contacto y fuerza.—Hola—la voz de Julliette me trae de vuelta a la grada, en donde la gente habla impaciente.
Julliette se sienta en el lugar que había guardado para ella.
—¿Tenéis ganas de que empiece?—dice ella.
—Bueno, ya que estoy aquí... No me queda otro remedio—digo soltando una pequeña carcajada.
—Me gustaría que empezara ya—añade Dylan.
—¿Y tú?
Ella me mira y espero una respuesta.
—La verdad es que vine para ver a Owen, si no recuerdo mal es el número dieciocho.
Me sorprende su respuesta y sé que ella puede notar mi sorpresa en mi rostro, tengo los ojos muy abiertos, sonrío de una manera picarona y le doy un pequeño codazo. Las mejillas de Julliette no tardan en adquirir un tono rosado y Dylan ríe.
—Por fin alguien que también se fija en los números de las camisetas—dice él.
Río por que, para mí, los números de las camisetas jamás fueron importantes, a pesar de que sé que para los jugadores es algo casi imprescindible.
—Sólo me pareció simpático— añade Julliette, refiriéndose, claramente, a Owen.
No insisto, de repente las luces de las gradas se oscurecen un poco y las del campo se encienden en su máximo esplendor. Los marcadores se encienden al cero en ambos lados y los jugadores se colocan en líneas, cara a cara. Observo como el entrenador le da una palmada en la espalda al número veintiséis, es decir, Tyler, quién lleva la pelota y este se coloca en su posición. Un ruido llega a mis oídos, indicando que el partido acaba de comenzar, Tyler sostiene la pelota y empuja a los de delante para luego pasar la pelota a otro chico del mismo equipo.
Aparto la vista del campo durante unos segundos y es qué estoy empezando a cuestionarme el por qué estoy aquí, normalmente me hubiera negado a una propuesta como la que hizo Owen pero, sin embargo, aquí estoy. Dirijo mi mirada hacia el cielo, está oscuro ya que es de noche y hay algunas pocas nubes, no demasiadas y la luna tiene, como digo yo, forma de plátano.¿Forma de plátano? ¿En serio?
Me digo a misma y siento unas enormes ganas de reír pero me reprimo, no quiero que la gente piense que estoy loca.
La voz de la gente sorprendida desde la grada llega a mis oídos y eso hace que vuelva a mirar el campo. Mis ojos se abren mucho al ver la escena. El árbitro detiene el partido y veo a Owen en el suelo, se sienta y recupera un poco el aliento. Tyler se levanta enseguida, también estaba en el suelo. El árbitro se acerca para comprobar si todo está en orden y que no haya daños en los dos jugadores. De repente el entrenador entra al campo y se acerca a Tyler, quién está de brazos cruzados.—¡Anderson! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!—le grita el entrenador, llamándolo por su apellido.
Al parecer Tyler ha sido el causante de todo esto. Miro a Dylan, quien tiene sus manos entrelazadas en su nuca, Julliette tiene una mano cubriendo su boca y sus ojos están muy abiertos. Debo estar igual que ellos ya que no comprendo qué es lo que ha pasado, son del mismo equipo, no entiendo por qué Tyler haría algo así...
—¿Habéis visto eso?—dice Dylan.
Julliette asiente y yo niego, una escena bastante graciosa.
—Sólo los he visto en el suelo.
—Delilah White, siempre estás presente físicamente pero de mente ausente.
Río ante la rima que ha hecho y él también lo hace.
—Que poético—añade Julliette con un tono de humor en su voz.
De repente un pitido ensordecedor resuena en mi cabeza y parezco ser la única en escucharlo, esto me hace, por algún motivo desconocido para mí, volver mi vista hacia Tyler. Él se quita el casco y el protector de dientes, le dice algo al entrenador, este último está ayudando a Owen a levantarse. Tanto Owen como Tyler parecen enfurecidos, es algo que no logro comprender ya que está mañana estaban genial.
El pitido cesa cuando Tyler gira la cabeza hacia las gradas, puedo ver su ceño fruncido; me mira y no me creo lo que mis ojos están viendo en este momento.Sus ojos son rojos.
Tyler tiene los ojos rojos.Parpadeo y él mueve su cabeza de lado a lado cerrando sus ojos y cuando vuelve a abrirlos los tiene normales.
No entiendo nada.
¿me estoy volviendo loca?
Sé que no, lo he visto con mis propios ojos.
Él árbitro pita de nuevo y, solo entonces Tyler aparta su mirada de mí, se pone el casco y tanto Owen como él y los demás vuelven a la normalidad del partido.—¿Estás bien?—me pregunta Julliette, posando una mano sobre mi hombro.
Solo en ese momento soy capaz de apreciar como todo mi cuerpo tiembla. Asiento algo confusa e indecisa. De verdad que no entiendo nada, lo único que sé es que lo que he visto no ha sido producto de mi imaginación.

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BETA© |
Hombres LoboNOVELA GANADORA DEL TERCER PUESTO EN LOS CHRISTMAS AWARDS EF 2019 NOVELA FINALISTA EN LOS PREMIOS BATTLE ROYALE 2018. Una manada dirigida por el alfa. Él cuenta con la ayuda de sus dos manos derechas, los dos betas. El beta número uno vive el día...