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Capítulo 9

DELILAH:

Suspiro cuando Dylan comienza a avanzar de nuevo, nos hemos adentrado a la mitad del bosque y la carretera ya no está visible. Estoy indecisa, por una parte quiero salir corriendo de aquí y por la otra, quiero saber que está pasando.
Dylan se esconde detrás de un árbol en cuanto un crujir de las hojas que hay en el suelo se escucha, yo me pongo detrás de otro árbol.
Ahora las voces se escuchan más cerca, ya no están gritando pero el tono de voz suena enfurecido. Una nueva voz se incorpora a la conversación, no la había escuchado en mi vida.

—No tenía planeado que eso pasase, fue un accidente— el dueño de la voz parece calmado.

—Siempre estás metiendo la pata...—el otro suelta un gruñido y sé que esa voz la he escuchado antes.

Me asomo a través del árbol para ver de quién se trata. Para mi mala suerte uno de los dos chicos que están hablando está de espaldas, el otro, si no voy con cuidado, puede descubrirme. Observo al que puedo verle la cara, es moreno y tiene los ojos de un color miel claro. Sus ojos se posan en mí y veo como frunce el ceño.

Oh no...

Ahora mismo quiero ocultarme bajo tierra y que nadie me vea. Vuelvo a ocultarme detrás del árbol haciendo que mi mochila choque contra este. Miro a Dylan. Este me mira con una de esas miradas que, si pudieran, matarían.
Me encojo de hombros en respuesta.

—Hola— la voz del de ojos miel llega a mis oídos, cierro los ojos pero sé que está demasiado cerca.

Vuelvo a abrir los ojos y me giro para mirarlo; está a mi lado, tiene una mano apoyada en el árbol y me observa.
Decido intentar darle una explicación.

—Hum... No quise interrumpir la conversación así que-

—Kian, ¿qué estás...?— pausa y por la voz sé que se trata de Tyler. —Delilah...— lo veo detrás del otro chico que me observa.—¿Qué demonios haces aquí?

—A veces vengo a entrenar pero hoy vine a pasear— respondo con tanta seguridad que me sorprende.

—Dylan ha venido contigo, ¿verdad— pregunta.

Desvío disimuladamente la mirada hacia Dylan y este niega.

—No.

—Mientes fatal— el otro chico, que creo que se llama Kian, interviene.

—Cállate anda, suficiente has hecho ya— Tyler calla a Kian, quien rueda los ojos y hace una mueca.

—Sí, mamá— dice Kian con ironía y bromeando.

No sé por qué pero en este momento me siento cómoda, a pesar de que no conozco de nada a Kian, se me hace muy familiar.

—¿Qué hacéis aquí?— intento cambiar de tema.

—Nada que te interese— Suelta Tyler, como siempre, cortante.

Suspiro y alzo las manos para después dejarlas caer sobre mis piernas, en un gesto de rendición, pues sé que aún que insista no voy a sacarle nada.
Como no sé que hacer ni decir decido quedarme mirando el suelo lleno de pequeñas hojas. Escucho un suspiro cargado de molestia por parte de Tyler, alzo la mirada y sé que el otro chico le ha dicho algo para que reaccione así.

—Este es Kian, un... Viejo amigo— dice Tyler de repente, logrando sorprenderme.

—Hola—digo y siento unas enormes ganas de reír.

Kian solo sonríe y cerra los ojos.

Eso ha sido un gesto demasiado adorable.

Basta Delilah.

Cuando vuelve a abrir los ojos lo miro y sigo sin saber el por qué Kian me parece demasiado familiar. Después de todo no lo conozco de nada.

—Dylan, sal ya, sé que estás ahí—habla Tyler.

Muerdo mi labio inferior para evitar reír ya que me he imaginado la cara que debe estar teniendo Dylan en este momento.
Lo veo salir del árbol en el que estaba oculto y se acerca a nosotros. Ahora Kian está más alejado de mi.

—Bueno...—comienza a decir Dylan.

De repente recuerdo que tengo el libro de licantropía dentro de la mochila. Descuelgo la mochila de un hombro así poniéndola hacia delante y la abro. Siento como los ojos de Dylan, Tyler y Kian están sobre mí, tratando de averiguar que es lo que estoy haciendo. Saco el libro y se lo doy a Tyler, quien alza las cejas con un gesto de sorpresa en su rostro. No parece enfermo así que estoy segura de que ese no es el motivo por el cual ha faltado a clase.

—No te lo pude dar antes por que no viniste—digo.

—Gracias—coge el libro y lo mantiene agarrado con su mano.

—Bueno... Nosotros ya nos vamos—digo yo ya que sé que Dylan no tiene ni idea de qué decir y está algo incómodo—Encantada de conocerte, Kian.

Cierro la mochila.

—Igualmente, Delilah—responde.

Comienzo a caminar dándole la espalda a Tyler y Kian, Dylan me sigue. Caminamos hasta llegar a la carretera de nuevo, miro hacia atrás pero no los veo.

—Sigo con la intriga de qué hacen esos dos ahí.

Asiento a modo de respuesta ya que a mi también me gustaría saber por qué están ahí. Aún que en verdad ellos seguramente estarán pensando igual que nosotros.

Sin darme cuenta llegamos a la señal, la miro de nuevo y Dylan se detiene a hacer lo mismo.

—Hay una marca nueva—digo.

Y es que siempre que he venido aquí me he fijado en las marcas.

—¿Quieres decir? Quizás ya estaba ahí.

Niego ante la ocurrencia de Dylan.

—Estoy segura de que esto— pongo mi dedo sobre la marca nueva— no estaba.

Él termina asintiendo pero sé que en realidad no tiene ni idea de que decir.
Saco mi teléfono para hacerle una fotografía.

—¿Por qué le has hecho una foto?

—Así si ocurren más cambios lo sabremos—respondo.

Comienzo a caminar de nuevo, Dylan también lo hace.

—Sinceramente me sorprende que hayas estado tan callado.

—A mí también.

Lo miro pero él mantiene la mirada en el suelo.

—A veces eres raro—le digo bromeando.

—Será que vengo de Marte—con sus dedos índices hace ver que tiene antenas en su cabeza.

Está vez no puedo evitar reírme, lo veo sonreír.

—Deberiamos considerar eso como la  opción que da respuestas a tu rareza—bromeo.

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¡Hola!
Pido disculpas por haber tardado en actualizar.
¿Qué les está pareciendo la novela?
^-^
Lara S.