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Capítulo 26

DELILAH:

Hace unos minutos que nos hemos adentrado en el bosque y, según Tyler, aún nos quedan alrededor de veinte minutos para llegar a dónde están los demás de su manada.
Poco después de haber salido del instituto llamé a mi padre para avisarle de que llegaré más tarde a casa y él, aceptó.
En este momento solo estoy centrada en seguir a Tyler para no perderme, este ha juntado nuestras manos hace unos minutos pero está unos pocos pasos frente a mí, guiándome. Mi mano al lado de la suya parece enana.
Lo único que se escucha en el bosque son los pájaros, que de vez en cuando pian y, además de eso, se nos escucha a nosotros caminando por las hojas secas y anaranjadas que un día cayeron de los árboles.

-Tyler.

Este emite un sonido para hacerme saber que está escuchándome y que quiere que continúe hablando.

-Estoy nerviosa- me confieso. -¿Estás seguro de qué es una buena idea?

-Claro que sí. No te preocupes, Jordan no te va a comer- bromea para quitarme un poco la preocupación que llevo encima.

Sonrío, algo tímida, a pesar de que todavía no hemos llegado.

-No será para tanto, ya lo verás.

Asiento y quiero confiar en lo que dice.

-Ya falta poco- dice, después de haber transcurrido unos minutos en silencio.

Suelto un pequeño suspiro y observo con detalle por dónde estamos caminando. De repente, escucho un crujir de hojas, como si alguien se estuviera acercando a nosotros. Noto como Tyler se tensa un poco así que, en un acto involuntario, yo también lo hago.

-Hey- una voz muy familiar suena a mis espaldas.

Tyler se relaja completamente al escuchar la voz y se gira para verlo  yo también me giro.

-Kian, no vuelvas a hacer eso- dice él.

El mencionado suelta una carcajada.

-Lo siento, no era mi intención asustarla- se disculpa y parece dispuesto a añadir algo más.- Jordan está impaciente.

-Lo suponía- contesta Tyler, dejando ir un pequeño suspiro al final.

No intervengo en la conversación, me limito a escuchar y observar, ni creo que deba decir nada.

-Ya era hora de que encontraras tu mate. Ahora falto yo- habla Kian, el humor tiñe su tono de voz y finge estar afligido por no tener mate.

No puedo evitar reír un poco, Kian es un chico muy divertido y me recuerda un poco a Dylan.
Observo a Tyler, quién ahora tiene sus ojos fijados en mi y una sonrisa de lado cruza su rostro. Dirige su mirada hacia Kian y le da una pequeña palmada en el hombro.

-Anda, vamos o Jodan se volverá loco-finaliza.

Entonces, retomamos la marcha y en cuestión de minutos llegamos a lo que parece un, muy pequeño, pueblo. En el corazón del bosque hay unas cuantas casas, como si estas pertenecerán a una pequeña población.
Giro mi cabeza hacia Tyler, quién tiene la vista fijada en el frente, está relajado y parece saber muy bien hacia dónde va. Yo, en cambio, no tengo ni idea de dónde estamos.

-Éste es el lugar en dónde viven todos los miembros de nuestra manada- habla, de repente, Kian.

Dirijo mi mirada hacia él, quién se percata de esto y me dedica una pequeña sonrisa. Kian es muy amable.

-Todo esto- añade, señalando al pequeño pueblo del bosque. -Está lo suficientemente escondido como para que nadie lo encuentre.

Asiento, procesando toda la información. Nos detenemos de la de una casa, esta es un poco más grande que las demás y, por su aspecto, parece tener más importancia.