Capítulo 42

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¡Maratón de fin de semana, 2/2!

DELILAH:

Abro lentamente mis ojos, aturdida y sin saber qué es exactamente lo que ha pasado. Noto como tengo un pequeño hilillo de sangre en mi cara, el cual empieza a salir desde la frente y desciende hasta mi barbilla. Recuerdo lo sucedido anteriormente y una mezcla entre furia y terror se instala en mi sistema. Miro a mi alrededor con cautela y me doy cuenta de que estoy sentada en una silla, con las manos atadas en el respaldo.

Mierda, mierda...

Veo unas figuras humanas. Una de ellas tiene el cabello negro y es alta, supongo que este es Travis; quién ya vuelve a ser humano y, a su lado, distingo a Arthur.

-La queremos viva, todavía. Espero que no la hayas matado con ese golpe, lleva un buen rato inconsciente- le dice Travis a Arthur.

-Está bien, no la he matado- habla el otro con seguridad.

Frunzo el ceño y llego a la conclusión de que me tienen como rehén.

"-Λουλούδι"- la voz, algo débil, de Tyler llega a mi cabeza y me sorprendo.

Intento que mi pulso continúe calmado para que los otros no se den cuenta de que estoy despierta. Miro a mi lado derecho y veo a Tyler sentado en una silla; no solo sus manos están atadas, también tiene una cuerda alrededor de su torso y esta rodea la silla. Abro mucho los ojos al verle la cara. Su pómulo comienza a tener un hematoma, le sangra la ceja y el labio y, por si esto fuera poco, tiene un ojo que empieza a ponerse morado. No tengo ni idea de qué es lo que ha pasado mientras he estado inconsciente pero algo que si sé es que no ha sido nada bueno.

-Ya he logrado colocar al pelirrojo en el sofá- la voz de una chica inunda la sala y puedo ver que se trata de la misma que empujó a Kian.

-Gracias, Sarabi- habla Arthur.

"-Tyler, ¿qué ha pasado?"-cuestiono, preocupada.

Lo veo negar y, entonces, ocurre lo que no quería que sucediera.

-Buenos días, pequeña- la voz escalofriante de Travis hace que me den ganas de vomitar. Esta situación está logrando revolverme el estómago.

Las ganas de escupirle en la cara no me faltan pero no lo hago, por el bien de todos. Sé que si le falto el respeto de esa manera es capaz de hacer cualquier cosa. Me limito a mirarlo enfurecida y él sonríe.

Está mal de la cabeza.

Veo como un arañazo, reciente, cruza casi toda su mejilla. De repente, recuerdo aquel alarido que escuché antes de quedarme inconsciente y la preocupación me invade. Vuelvo a mirar a mi alrededor, buscando a Harrison ya que, si Travis está bien, fue Harrison el que lo emitió. Lo busco con mi mirada por todo el salón hasta que lo veo tirado en el suelo con un charco de sangre a su alrededor. Palidezco y mi labio inferior tiembla.

Que no esté muerto, que no esté muerto...

Suplico interiormente, la culpabilidad me acecha, como si yo fuera la comida que está esperando comer un cuervo hambriento.

-No ha sido un trabajo fácil, era un grano en el culo- habla Travis, refiriéndose a Harrison.

Escucho como Tyler se remueve en la silla, ahora enfurecido, pero no puede soltarse ya que la cuerda que le rodea el torso hace que no pueda separar los brazos.

-Vamos a hacer una cosa- Travis mira a Arthur.- Tráemela.

El chico asiente y camina hasta la pequeña mesita que está posicionada frente al sofá, agarra algo y se lo da a Travis. Cuando veo lo que es, mi corazón comienza a latir tan rápido que creo que se va a salir de mi pecho. Una pistola. Tiene una jodida pistola. Travis se acerca a mí y yo pego mi espalda al respaldo de la silla para intentar alejarme lo máximo posible de él.

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