Rubens dejo a Alethea en estudio fotográfico y se dirigió a su reunión de negocios con Andreas de Luca.
Mientras iba en su auto transitando por las calles de Milán reflexiono sobre estos días que habían sido maravillosos juntos a Alethea donde se permitió olvidarse de lo que lo separaba, aquello que hacia que su amor fuese imposible y simplemente disfrutaba de dormir y despertar junto a ella.
Solo dormir, porque aunque habían besos y caricias, el lograba controlarse, porque sabia que Alethea aun no estaba preparada para entregarse por completo, y de su parte seria una canallada tomar su virginidad cuando jamás podría soñar con casarse con ella.
Pensar en eso lo lleno de ansiedad y cuando empezó a hiperventilar decidió detener el auto en un parque y tras bajarse, se deshizo de su corbata que tiro en el interior del auto y camino hacia el parque esperando que el aire de la mañana se llevara sus preocupaciones y aliviara su angustia.
Un golpe en el muslo le hizo volverse para notar que un balón le había golpeado en la pierna y ahora un niño como de 10 años corría a el apenado.
— Lo siento Señor- se disculpo el niño con las mejillas sonrojadas y cara de mortificación, eso le causo gracia a Rubens.
Tomo la pelota y ahora se la entrego.
— Ten más cuidado para la próxima.
— Usted seria un gran padre- le refiere el niño que lo mira con curiosidad y admiración.
— Porque lo dices- pregunta condescendiente.
— Me ha mirado con cariño cuando lo golpee, mi padre se hubiera enfurecido, además el jamás tiene tiempo para jugar conmigo
— Fue un accidente. No tenias intención, como te llamas
— Marco y usted
— Rubens
— ¿Tiene hijos?- pregunto curioso.
— No, aun no.
— Pero los tendrá y será un buen padre
— Espero que si.
El pequeño regreso con sus amigos y entonces Rubens dejo escapar un suspiro porque ciertamente lo que mas deseaba era poder ser padre algún día por lo cual lo llevo a reflexionar que en este mundo habían personas que tenían la dicha de ser padres sin embargo no se daba cuenta de la bendición de serlo y maltrataban a sus hijos o simplemente por estar enfrascado por el trabajo u otras cosas perdían tiempo valioso que no se recuperaba. El lo sabía porque por mucho tiempo su padre, debido a los problemas legales de su divorcio fue un padre ausente, ya que el quedo bajo la tutela de su madre y gran parte de su infancia la vivió en Estados Unidos donde se radicaron mientras que su padre se quedo en Grecia. Pero a los doce años ocurriría un evento que lo llevara de regreso al país que nació y a la ciudad que estaban sus afectos Atenas cuando su madre muere de cáncer y su padre, su madrastra Mariam y su hermana Adara que adoraba conformaron su nueva familia, así como Miros y Madge le brindaron un sincero cariño de abuelos y lograron recuperar el tiempo perdido y hoy en día se sentía agradecido a Dios por mantener una buena relación con su progenitor.
Así que desear ser padre significaba tener un hijo con quien hacer todo aquello que su padre no hizo con el, pero ahora lo veía como un sueño distante o casi imposible, porque el solo querría un hijo con la mujer que amaba y esa era Alethea y ella aunque quisiera ignorar lo que los separaba siempre seguiría siendo prohibida para el.
Por mas que lo intentara seguiría en un callejon sin salida, así que decidió regresar al auto y ponerlo en marcha para llegar con el tiempo justo para su reunión y por ahora mientras estuviera en Milán, olvidaría los motivos que los separaban de Alethea y le robaría unos minutos para cumplir su secreto sueño de amor.
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ANASTASIA I "El Rey Soñado"Serie: Reyes y Princesas
RomancePortada realizada por: Annie Morales Nunca fui de las chicas consideradas bellas o populares, yo vivía en mi propio mundo, y así era feliz. Mi mundo era mi bella Grecia, mi familia materna y paterna y por sobre todas las cosas mi madre, que era mi a...