ANASTASIA I "El Rey Soñado"Serie: Reyes y Princesas

CAPITULO 25 SEGUNDO BESO DE DAVID

"El amor sin duda era un asunto muy complejo,

donde hay dos opciones, desear no conocerlo jamás

porque sabes que lastimara, o vivirlo arriesgando todo,

en aras de un sentimiento que sin duda te robara el alma

pero acaso no es mejor siempre tocar un pedacito de cielo

a no hacerlo jamás por temor a salir herido.

O en su caso que el que se había levantado

murallas tan altas, basto una sonrisa

para que todas fueses derribadas,

acaso podía renunciar a verla cada día,

disfrutar de su sonrisa, beber de su candidez,

negarse a entregar el alma, el corazón

y la vida en un beso no correspondido.

David Rochester.

El Sábado Anastasia recibe la llamada de Luciana y quisiera no responder porque inevitablemente le preguntara sobre el contrato y ya ella ha tomado una decisión y no quiere que nadie insista en hacerla cambiar de opinión.

- Hola Luciana- la saluda aun desde la cama.

- Hola amiga, te noto un poco desanimada.

- No es nada.

- ¿Problemas en el paraíso?- pregunta suspicaz Luciana.

- No se a que te refieres.-trata de evitar esa conversación.

- Se que David no quiere que hagas el catalogo, dime ya te convenció que no lo hicieras. No me respondas, estaré en tu casa en dos horas y me invitas a almorzar okey.

Antes que pueda decir algo ya Luciana a cortado y resignada sale de la cama para comenzar a arreglarse y recibir a su visita.

Luciana llega y suben de inmediato a su habitación, pues sabe que ella no descansara hasta que le cuete absolutamente todo de su conversación con David, ahora no sabe si su interés en por ella, o es por David.

- Se opuso- adivino Luciana antes que ella dijera algo- tu cara lo dice todo amiga.

- Si David no quiere y realmente tiene razones muy validas

- ¿Como?

- Que apenas tengo 17 años, estoy en la universidad, siempre me ha llamado la atención el mundo de la moda pero mas como un negocio que desear ser modelo, además no soy ni la mitad de bella, desenvuelta y segura que tu.

- Anastasia denoto baja autoestima, no puedes compararte conmigo, ni con nadie, mírate que tu eres hermosa, y si mi padre te eligió es porque ve en ti una carrera prometedora en este ambiente.

- Le diré que no acepto.

- Ok ¿cederás al chantaje de David?- pregunto increpándola

- No es chantaje- niega molesta.

- Presión, coacción, petición, exigencia, orden, como quieras llamarlo, el caso es que el ni nadie debería decidir por ti.

Luciana tenia la sabiduría de dar justo con la verdad de todo. Ella lo sabia, nadie por mucho que la amara y ella lo amara debía decidir por ella.