ANASTASIA I "El Rey Soñado"Serie: Reyes y Princesas

CAPITULO 12 "TE QUIERO"

El sábado Anastasia se quedó en casa mimando a su madre. Asi que se levanto temprano y preparo un rico desayuno tanto para Marcus y Camille.

Mientras preparaba un dietético desayuno consistente en tostadas integrales, frutas picadas, zumo de jugo de toronja, huevo duro cocido, tarareaba una canción y en un momento dado se dio cuenta que no estaba sola, Liam había entrado quien sabe desde cuando y la miraba con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro.

- Tenias mucho rato alli- pregunto avergonzada.

- El suficiente para darme cuenta Anastasia que tienes una hermosa voz- penetro mas en la habitación y tomo su lugar detrás de la barra y señalo- ¿empezaras a comer sano?, se te ha pegado lo de las modelos.

- No-nego furibunda porque si algo ella amaba era comer rico y abundante- esto es para mi mama ya sabes que debe seguir dieta estricta por lo del bebe.

- Nuestro hermanito viene en camino, es extraño, no están muy viejos para eso- señalo con un mohín.

- Para nada Liam, mi madre tiene 42 años y tu padre 52.

- Y cuando ese niño tenga 10 mi padre tendrá 62, no lo veo con energías para lidiar atrás de un imperativo niño-se burlo

- Liam si eres malo ¿Quieres que te prepare algo para desayunar?

- Saldre a comer con unos amigos-indico poniéndose de pie, aunque lo que mas deseaba era quedarse, pero quizás David tenia razón y seria un error enamorarse de Anastasia- nos veremos mas tarde.

Camino a ella y le dio un tierno beso en la frente. El corazón de Anastasia como siempre salto de emoción y el se despidió

- Nos veremos mas tarde Anastasia.

La salida de Liam coincidió con la de David que iba entrando en la casa.

- Hermano que haces tan temprano aquí.-le pregunto olvidándose del disgusto de la noche anterior. Si algo los caracterizaba como hermanos era jamás guardar rencor o cualquier sentimientos destructivo por mas pequeño que fuera. Liam entendía perfectamente que David siempre cumpliría el rol del hermano mayor, protector y sabio.

- Hablar unos asuntos de negocios con nuestro padre, puedes quedarte e irte así empapando del negocio-propuso.

- Lo siento hoy declinare, iré con unos amigos.

- Amigos o ¿amigas?-pregunto a propósito.

- Podría ser- acordó adoptando de nuevo ese papel de chico rebelde e inmaduro con el que fue etiquetado y que era difícil que lo vieran con otros ojos. Solo Anastasia, estaba seguro pudo cambiarlo, pero no se arriesgaría a lastimarla.

- Eso quiere decir que no insistirás en una relación con nuestra hermana- recalco serio.

- Como siempre tienes la razón, tratare de erradicar cualquier sentimiento que quiera nacer por Anastasia diferente al de hermano, porque es lo que conviene.

David asintió y esas mismas palabras se volvieron contra el, porque el luchaba por lo mismo, solo que sus sentimientos no estaban naciendo, hace mucho que ellos habían hecho raíces en su interior y ahora su corazón por completo le pertenecía a Anastasia.

- Nuestro Padre y madrastra aun esta durmiendo, solo esta despierta Anastasia- le informo antes de salir.

David aspiro una fuerte bocanada de aire tratando de controlar las emociones que despertaba esa chiquilla que se había convertido casi en una obsesión, en la razón principal que llenaba su corazón de un sentimiento único y especial.

Al penetrar en la cocina la vio afanada con el desayuno, vestía muy juvenil y deportiva, franela ajustada al cuerpo y con un gracioso gatito en medio, falda corta caqui que dejaban a la vista sus largas y torneadas piernas, el cabello lo llevaba recogido en una cola de caballo, y las mejillas sonrojadas y como siempre esa dulce sonrisa que era su debilidad.