CAPITULO 37 UNA ILUSION

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Anastasia ha decidió visitar a Luciana a su apartamento para saber como sigue y de paso apoyarse en su madurez ante su dilema existencial y amoroso.

Compro panecillos en la pastelería cercana para compartir con su amiga.

Luciana tenía el brazo enyesado y podía imaginarse lo frustrada que estaba  de no poder hacer lo que mas amaba tomar fotos.

— Gracias amiga— le agradeció Luciana cuando Anastasia le entrego los panecillos—hare café y nos lo disfrutamos las dos.

— Yo hare el café- se ofreció Anastasia— solo llévame a la cocina.

— Eres un amor Anastasia, ya me habían dicho que eres siempre muy servicial, siempre buscando hacer sentir mejor y ayudar a los demás.

Anastasia sonrió y se ruborizo antes esas palabras que expresaban el cariño que Luciana sentía por ella, y el cual era reciproco.

Después de hacer el café fueron a la sala y se deleitaron con este rico refrigerio mientras conversaban, al principio sobre cuanto tiempo tendría que estar Luciana con el yeso, lo frustrada que se sentía al no poder hacer las cosas mas elementales como bañarse normalmente o preparar el desayuno hasta no poder trabajar. Eso para ella era una verdadera agonía.

Hasta que Anastasia se decidió a tocar ese tema en el cual necesitaba urgente un consejo de su amiga con más experiencia en el tema y que no podía por nada del mundo conversar con su madre.

— Luciana el sexo y el amor son dos cosas diferente ¿verdad?

Los ojos de Luciana se abrieron como platos ante esa pregunta y ahora le pico la curiosidad por saber porque a Anastasia le preocupaba ese tema. Sabia que Anastasia era virgen ¿o ya no lo era?

— Porque lo preguntas, ¿Anastasia estas enamorada? o ¿pensando tener sexo? — le pregunto suspicaz

— Responde por favor — le pidió Anastasia mortificada.

— Porque me preguntas a mi—cuestiono

— Porque eres una mujer independiente.

— Liberal, es eso lo que tratas de decir—señalo Luciana consciente que esa era la imagen que proyectaba —crees que me acuesto con algunos hombres solo por placer.

— No quise ofenderte, yo no...

Por supuesto que Luciana sabia que esa no era la intención de Anastasia, esta chica era pura bondad y corazón.

— Tranquila mi pequeña Anastasia, solo que a veces las apariencias engañan.

— Tu no eres virgen—es lo que creía

— Claro que no lo soy—acepto regalándole una sonrisa a Anastasia para que se desestensara, era obvio que el tema la incomodaba y mas seria revelo su gran secreto—solo soy una tonta que perdió la virginidad con un idiota que solo quería un desfogue y luego la olvido y no conforme con eso hace poco me acosté de nuevo con ese hombre que me la lastimo y me hizo sentirme insegura.

— ¿Tu insegura?,-se sorprendio-  pero si eres mi ejemplo a seguir, tu posees una alta autoestima—Anastasia no se lo podía creer que Luciana pensara así de ella además se sensibilizo ante el dolor que reflejaba cada palabra dicha por su amiga. 

Es así todos sin excepción cargamos nuestra cruz propia, nadie esta excepto de sufrir penas y mas sin son del corazón.

— No naci con ella, la forje con cada experiencia, es cierto cuando dicen que el dolor te hace mas fuerte—suspiro profundo para poner en neutro sus emociones

ANASTASIA I "El Rey Soñado"Serie:  Reyes y PrincesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora