4. La visita de un sexy moreno

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~Xiumin~

-Todo ha sido demasiado extraño y si digo extraño me refiero a ese enfermero de sonrisa gatuna que me coqueteo y que Baek se volvió enfermero del área de maternidad y no le coquetee a nadie.

Hacia una hora que había regresado y le había estado contando mi día a Soo y el solo asentía, no estaba seguro si me estaba escuchando. D.O solo volteo a verme sin comprender ni una palabra mientras dejaba su libro a un lado.

-Xiumin con todo respeto, no sé de qué carajo me hablas.

Tomé un cojín y lo empecé a golpearlo con todas mis fuerzas, desde que empezó a haber más confianza entre nosotros, él se había vuelto algo irrespetuoso y mal hablado.

-Escucha cuando te hablo mocoso y no me hables de esa manera.

-Te escucho pero no sé quién es Baek y mucho menos el enfermero que te coquetea, es más, ¿eso es legal?

Detuve el ataque él tenía razón lo que el enfermero hizo era legal. Me acomode en el sofá mientras abrazaba el cojín mientras hacía un puchero. La próxima vez lo llevaría conmigo para que viera de lo que estaba hablando. De repente su mirada se ensombreció y sonrió malévolamente.

-Pero si te molesta podría ponerle una maldición, me gustaría practicar algunos hechizos de mi nuevo libro y ver si funcionan.

Un escalofrío recorrió mi columna, este chico en verdad es malévolo, no lo pensé dos veces y volví a golpearlo con el cojín.

-Nada de brujería cerca de mi bebé ¿entendiste?

D.O se puso de pie y fue a la cocina diciendo que debía preparar la cena, sin borrar su macabra sonrisa de sus acorazonados labios. La verdad es que él sabe cocinar muy bien incluso mejor que yo, solo que cuando llegue el solo se alimentaba a base de comida instantánea razón por la que esta rellenito, pero como tengo una dieta lo obligó a seguirla, debía de bajar algo de peso es por su bien. Escuche que tocaban y rápidamente fui a abrir, una sonrisa traviesa se dibujó en mis labios al encontrarme tras la puerta al sexy moreno del apartamento 12 esta vez sin una taza en la mano.

-Buenas noches se encuentra Do en casa.

-Aguarda un momento ahora te lo traigo.

Cerré la puerta y corrí a la cocina bastante entusiasmado. Era la primera vez que no me decía que si no tenía una tacita de azúcar que le regalara. Sé que no debo apoyar esto, él le lleva algunos años a mi pequeño amigo. Pero como dice el dicho, para el amor no hay edad. Aunque el engendro ya tiene dos Sugar Daddy.

-¿Quién era?

Pregunto mientras se servía un vaso de jugo.

-Es Jong In y pregunta por ti.

D.O que le acababa de tomar a su jugo, lo escupió todo dejando un desastre en el suelo y sobre la encimera.

-Eww, yo no lo limpiare.

Alegue al ver el desastre.

-¡¿Qué?! Dile que no estoy

-Tarde le dije que si estabas

Por un momento pensé que se le iban a salir los ojos.

-¿Que no ves que traigo puesto?

Dijo alarmado, lo mire de arriba a abajo, no le veía nada de malo, se veía realmente tierno con su pijama de pingüino, lo empecé a empujar hacia la puerta mientras acomodaba algunos mechones rebeldes.

-No lo hagas esperar quizá te quiere invitar a salir.

Sus mejillas estaban completamente coloradas, inmediatamente me fui a sentar a la sala para escuchar. El color rojo desapareció de su rostro y puso un semblante serio mientras soltaba un bufido al abrir la puerta.

-Buenas noches.

Vi cómo el vecino se lo comía con la mirada a pesar de que el traía esa pijama de pingüino.

-Bonita pijama.

-Gracias, no puedo decir lo mismo de ti y tus... pantalones.

Jong In solo bajo la mirada y suprimió una risa, yo solo me golpee la frente, este niño no sabe seducir o que. Esos pantalones hacia lucir las piernas del moreno.

-¿Que se le ofrece? Por qué ya es tiempo de que compre su propio azúcar.

-No es eso esta vez, veras tengo problemas en mi clase de inglés y me preguntaba si podrías ayudarme, escuche que eres muy bueno en ello.

Él lo miro de manera suplicante tal perro que fue pateado a la calle en medio de una tormenta, note que los hombros de Soo se tensaron al instante. ¿Problemas en tu clase de inglés?, esa ni te la compra el perro, ya me estoy arrepintiendo de haberlo aventado al lobo feroz.

-No doy clase.

Dicho eso trato de cerrar la puerta pero Jong In no lo dejo y dijo de una manera infantil las palabras mágicas para que volviera a abrir.

-Oh, por favor te pagare.

-Está bien.

Una amplia sonrisa se dibujó en los labios del moreno. Yo tenía expresión de pocos amigos en el rostro, tendría que enseñarle a este niño el arte de la seducción y segundo hablar con este sujeto. Algo me decía que este chico quería más que azúcar y clases de inglés. ¡Oh, Dios! estos son los instintos de madre, porque no me gustaba la idea que pasara nada más.

-Entonces te espero en mi departamento el sábado a las 7.

-4

-6

-5 o no hay trato y quiero el dinero en efectivo.

El chico paso de te voy a joder, a dios donde me estoy metiendo, Kyung Soo es bueno regateando y eso que aún no le dice la suma por enseñarle.

-Está bien tu ganas, que pases bonita noche.

-Lamento que no será así ya la arruinaste.

Y sin más él se fue, D.O cerró la puerta rápidamente y se llevó la mano al corazón, el color rojo no tardó mucho en subir a sus mejillas, seguido por mi chillido.

-¡¿Pero qué diablos fue eso Soo?!

-Entre en pánico sí, jamás habíamos tenido una conversación como esta.

El jamás se había puesto así, el tipo viene todos los días a la misma hora a pedir una tacita de azúcar porque se le acabo en su casa y el solo le cierra la puerta en la cara, por supuesto que jamás han tenido una conversación, ni hola le había dicho. Creo que esta relación no tendrá futuro.


No te robes mi corazón (ChenMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora