Una semana después del escape, Bai Feng llegó a la capital, llevaba una capa de piel de zorro que escondía su cuerpo y un velo que le cubría la cara dándole la apariencia de un hombre, las calles eran bulliciosas y coloridas, las personas se preparaban para celebrar el día de la flor del cerezo, las tiendas estaban abiertas, los puestos de comida llenos y las personas vestían hermosas y coloridas túnicas.
Esta era la primera vez que Bai Feng venía a la capital y también la primera ves que veía a tantas personas, había ruido en todos lados tanto que casi se marea, pero de repente todos se callaron mientras observaban a la guardia imperial llegar al centro de la plaza para hacer un anuncio.
El general Jun bajó de su caballo y comenzó a leer el decreto real "Por órdenes del emperador, todas las personas que tengan conocimientos médicos, se les solicita pasar al palacio para tratar al príncipe de la corona, cualquiera que pueda curarlo será recompensado con cualquier cosa que desee, pero si no puede curarlo y su diagnóstico no es efectivo será condenado a muerte" Ni bien terminó de hablar las calles se llenaron de voces.
Las personas consideraban la buena recompensa, pero si no podían curar al príncipe heredero morirían....¡¿Quién en su santa gloria arriesgaría su vida así?! Los únicos que aceptarían serían las personas de la secta de medicina o los doctores imperiales...
Bai Feng frunció el seño al escuchar el anuncio, sea cual fuera la causa de la enfermedad del príncipe heredero, no era asunto suyo, ella prefería evitar problemas innecesarios como llamar la atención, si el bastardo de su abuelo la encontraba, era casi un hecho de que no volvería a ver la luz del sol.
"Así que el príncipe heredero eh....?" Bai Yao que se encontraba el en abrigo escucho el decreto "Maestra no crees que es extraño? El príncipe heredero debería estar forrado de seguridad sin embargo se enfermó misteriosamente....es muy extraño para mi gusto..."
"Sea cual sea el problema, no quiero meter mis narices en donde no me llaman, ahora tenemos que ser lo más precavidos posible y no llamar la atención" Bai Feng se dió vuelta y desapareció entre la multitud.
'Casa del té'
Afuera de la casa del té una gran multitud rodeaba a una joven que cargaba a un anciano en su espalda, aparentemente su abuelo, la joven gritaba desesperadamente mientras las lágrimas cubrían su bello rostro.
"¡Por favor, alguien ayude a mi abuelo, está muy enfermo y necesita urgentemente atención medica!" La joven se arrodilló en el suelo mientras imploraba ayuda para su abuelo.
Toda la multitud estaba en silencio observando a las dos personas, la joven usaba un vestido amarillo simple con algunos adorados y el anciano usaba una túnica blanca de bordado rojo, que por culpa del polvo se volvió gris, a los ojos de las demás personas no eran más que gente clase baja y los ignoraron por completo.
La joven continuo llorando arrodillada en la puerta de la casa del té, las personas parecían ignorarla por completo y continuaban hablando con normalidad.
Fue hasta que el anciano comenzó a convulsionar y toser sangre que la joven se hundió en la desesperación, nadie quería ayudarla y su abuelo está muriendo.... alguien...quién se....ayuda por favor!
"Tu abuelo está envenenado, si sigues perdiendo el tiempo aquí, él morirá" una melodiosa voz hizo eco en sus oídos, sonaba coma una suave brisa de primavera, aunque era tan hermosa, no se podía distinguir el género de aquella voz.
La joven levantó la cabeza y se encontró con un hombre alto y delgado que llevaba una capa de piel de zorro que le cubría el cuerpo y un exquisito velo que escondía su trostro.
Su aparición llamó de inmediato la atención de todos los presentes, aunque su figura estaba escondida, todo su cuerpo emanaba un aire dominante y aterrador parecida a la de un rey, que hacía que las personas tuvieran la necesidad de arrodillarse ante él.
"No te quedes mirando y dime qué es lo que ocurrió con tu abuelo, ¿Cómo fue envenenado?" Esa voz indiferente y fría despertó a la joven de su aturdimiento, se arrastró y se aferró a la manga de esa persona y comenzó a explicarle.
"Mi abuelo y yo estábamos paseando por las tiendas comprando regalos para la familia, de pronto alguien llegó desde atrás y nos arrojó un extraño polvo encima, pero antes de que pudiera tocarme, mi abuelo me protegió con su propio cuerpo y terminó así" la joven continuo hablando con una voz ronca mientras se ahogaba en su propio llanto.
"Te suplico que ayudes a mi abuelo, si lo salvas mi familia entera te pertenecerá y te serviremos fielmente, pero por favor, salva a mi abuelo" la joven continuo arrodillada hasta que sus rodillas comenzaron a sangrar.
Bai Feng que quería evitar asuntos molestos, terminó metiendo la nariz en un problema como este, inicialmente tenía la intención de irse pero cuando escuchó a la niña llorar...le recordó a como era antes de convertirse en lo que es hoy...solía llorar todo el tiempo...y era tal débil...
Bai Feng caminó lentamente hacia la joven y la ayudó a pararse, luego se agachó y comenzó a tomar el pulso del anciano, sacó una pequeña caja de su túnica, en la caja había muchas agujas de todos los tamaños y empezó a tratar los puntos de acupuntura en el cuerpo del anciano bajo la mirada atónita de todos.
Nunca nadie había visto esa forma de tratamiento antes, no usó medicina ni artículos médicos, si no, agujas, pequeñas y extrañas agujas.
Sus movimientos eran rápidos y ágiles, de alguna forma casi hermosos, la manera en la movía sus manos, más que que estar en pleno tratamiento, parecían estar tocando alguna clase de instrumento.
Momento después el cuerpo del anciano comenzó a reaccionar y lentamente abrió los ojos.
"¡Abuelo!" La joven corrió y abrazó al anciano mientras lloraba "Abuelo, estaba tan preocupada, me alegra que estés bien waaaaa~~"
"Wei Wei, al abuelo también le alegra verte bien" el anciano abrazó a su nieta casi apunto de llorar junto a ella.
"¿...cómo es posible?"
"¿Vieron lo que hizo....?"
Las personas comenzaron a susurrar entre ellos, este joven era alguna clase de doctor? Tal vez pertenecía a alguna secta? Pero la siguiente acción de Bai Feng los dejó en estado de shock.
"Desee prisa y tráguese esto si valora su vida" Bai Feng le dió al anciano una de las píldoras que hizo anteriormente para contrarrestar el veneno de su cuerpo.
No solo el anciano, si no también todos los presentes sintieron como si un rayo se estrellara en sus cabezas, las píldoras medicinales en el país de Bai xi son extremadamente raras y presiosas, en especial las de tercer rango a más, es posible que alcancen presios astronómicos y este tipo le está dando una botella entera a este anciano y....espera....¡¿Esas son píldoras de quinto rango?!
El anciano cogió el frasco con las manos temblorosas mientras lo miraba con incredulidad...esta persona es un médico y un refinador de píldoras...?
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Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor Divino
Random"Quiero que te cases conmigo" dijo cierto príncipe de cierto país. "¿Estas soñando? ¡Yo se lo pedí primero!" dijo el arrogante rey de los demonios mientras fruncía el seño. *Suspiro* "No veo el motivo de su discusión, al fin y al cabo ella será mía"...