El lugar en el que Bai Feng se estaba quedando era la mansión de la familia An, el hogar de An Yize. Bai Feng también le preguntó algo sobre este lugar a las sirvientas, pero ellas siempre repetían que el único miembro de la familia An era An Yize, no existía ningún otro pariente. Este hecho le pareció un poco extraño a Bai Feng, pero cuando se lo preguntó a An Yize, éste le dijo que hace mucho tiempo, todo su familia fue asesinada, dejándolo solo a él. Al oír esto, Bai Feng ya no quiso preguntar más, porque parecía ser un recuerdo doloroso.
Días después, Bai Feng se encontraba paseando por los largos corredores de la mansión, en ocasiones hablaba un poco con las sirvientas y guardias, sin mencionar que para no perder mucho el tiempo, le pidió a An Yize que la deje tomar el cargo de doctor temporal en la mansión. Pero de después de interactuar con algunas personas dentro de este lugar, Bai Feng descubrió que sus cuerpos tenían una formación un poco diferente al de las personas normales. Fue precisamente por este detalle, que Bai Feng no logró identificar el género de An Yize desde un principio, y tal parece que estás personas tienen la misma peculiaridad.
Después de pensarlo un poco, Bai Feng decidió no indagar más por el momento, ya que no sería bueno para ella saber más de la cuenta sobre personas como An Yize. Con esto en mente, Bai Feng continuó con su rutina todos los días, hasta que en cierta ocasión, le llegó una notica que la dejó congelada por varios segundos.
¡El emperador del infierno está aquí!
No solo Bai Feng estaba sorprendida, también todo el personal de la mansión. Las sirvientas guardias giraron la cabeza para hechar un vistazo a la expresión de su joven maestro y, efectivamente, las múltiples líneas negras en su rostro casi lo hacían parecer una asura del infierno.
Luego, las grandes puertas de la mansión se abrieron, revelando a una esbelta figura negra.
Wangzi Hei, el emperador del infierno, como ya era costumbre, estaba vestido completamente de negro, su largo cabello oscuro estaba atado en una cola de caballo, lo que hacía que su impecable rostro sea aún más presentable y arrollador. En su piel anormalmente pálida, sobresalían el elegante loto púrpura en su frente y su par de gélidos ojos bicolor.
Wangzi Hei entró acompañado de su guardaespaldas y se paró frente a An Yize, su rostro parecía haberse vuelto aún más frío de lo normal. Claro que el estado de ánimo de An Yize tampoco era muy bueno, el desdén en sus ojos era muy evidente.
Ambos hombres se miraron el uno al otro durante algunos minutos, parecía que iban a comenzar una batalla en cualquier momento.
Detrás de sus respectivos amos, Bai Yan y Cecil sentían ganas de llorar pero no tenían lágrimas. Ellos eran los que estaban más cerca, así que la aterradora aura asesina de estas dos personas, era el doble de fuerte.
Pero el cielo pareció haber escuchado las plegarias de estos dos pequeños subordinados, ya que una llamativa figura roja apareció en escena para calmar la situación.
"Wangzi Hei, en verdad eres tú"
Bai Feng también entró en la habitación, y al ver al frío hombre vestido de negro, sus labios inconscientemente se curvaron en una sonrisa.
Wangzi Hei también la vió, y como obra de Dios, la intensa aura de muerte a su alrededor descendió hasta un punto muerto, dejando solo la calidez dentro de esos peculiares ojos bicolor. Y si uno viera bien, incluso se podría decir que estaba sonriendo un poco.
Bai Yan vió el repentino cambio de actitud de su maestro y casi se arrodilló frente al doctor divino para dar las gracias. Como siempre, cada vez que su maestro escuchaba hablar al doctor divino, combinaría automáticamente a modo esposo consentidor.
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Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor Divino
Random"Quiero que te cases conmigo" dijo cierto príncipe de cierto país. "¿Estas soñando? ¡Yo se lo pedí primero!" dijo el arrogante rey de los demonios mientras fruncía el seño. *Suspiro* "No veo el motivo de su discusión, al fin y al cabo ella será mía"...