La persona misteriosa y la vergüenza de la familia Hai

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Al escuchar las palabras de su padre, ambos jóvenes perdieron toda la sangre en el rostro. Luego se observaron mutuamente y, en efecto, estaban completamente desnudos, es más, el cuerpo de ambos estaban cubiertos de moretones, mordiscos.... Chupones.

"¡No, padre! ¡Es imposible que el hermano mayor y yo hayamos....!"

La joven trató desesperadamente explicarle a su padre la situación que ni ella misma podía entender. No comprendía como había terminado en la cama de su hermano, sino encontraba un argumento válido estará perdida... Al no ser que...

"¡Fue el hermano mayor! ¡Él me amenazó!" Gritó la 'inocente' joven mientras gruesas lágrimas comenzaban a caer de sus ojos.

"¡Mentira! ¡Padre, tal vez fue ella! ¡Padre no lo sabe, pero esta zorra es una cualquiera!" Han Yu también gritó. En ese momento poco o nada le importaba que la persona a la cual acusaba de 'zorra y cualquiera' era su propia hermana.

Al ver como ambos hermanos se echaban la culpa entre ellos, Bai Feng solo podía mover la cabeza y soltar un suspiro de impotencia. Incluso empezó a sentir algo de pena por Hai Kang, tener un par de hijos cómo estos... Como dice el dicho: "Cria cuervos y te sacarán los ojos"

Bai Feng también se sintió aliviada de que Wei Wei no tuviera que casarse con un hombre como ese, que podía tildar a su propia sangre como 'zorra' en lugar de encontrar una explicación para su familia.

Claro que Bai Feng no tenía idea de que otra persona compartía esos mismos pensamientos...

An Yize, quien se encontraba oculto en una esquina de la habitación tenía una pequeña luz de burla dentro de sus fríos y peculiares ojos carmesí. Él había presenciado el espectáculo desde el inicio, nadie se dió cuenta de su presencia y solo se había quedado quieto con una gentil sonrisa en su rostro.

Pero justo cuando An Yize estaba por continuar viendo el espectáculo, una persona llamó su atención...

De entre todos los guardias, uno parecía un poco diferente... No, su poder era muy diferente.

El guardia no podía considerarse demaciado alto ni bajo, tenía la tez morena y un par de gruesas cejas, su cuerpo era delgado pero lleno de músculos... Este tipo era el antónimo de bello.

Pero su poder espiritual...

... ¡Novena etapa de 'General de plata'!

¿Desde cuándo la familia Hai tiene un guardia con ese poder?

¿Y por qué una persona como él tiene que ser un guardia?

Por primera vez en mucho tiempo, An Yize perdió su característica sonrisa y la reemplazó por una expresión de sorpresa.

Cuando un cultivador tiene un poder superior a otro, podrá ver muy claramente su nivel de cultivo. Pero cuando un cultivador es mucho más débil que otro, no podrá ver ni sentir el nivel de cultivo de la otra persona. Si An Yize no tuviera un nivel mucho más alto que el del guardia, no habría podido detectarlo.

Tal vez por instinto, Bai Feng pudo sentir la penetrante mirada de alguien clavada sobre ella, lentamente giró su cuerpo y sus ojos se encontraron con un par de hermosos rubíes de un color rojo brillante como el fuego.

Un pequeño rastro de sorpresa pasó por los ojos de Bai Feng en esa fracción de segundos...

Pero su repentina acción sorprendió enormemente a An Yize, él no esperaba ser detectado por ninguna persona, justo cuando estaba por hacer un movimiento rápido contra el guardia, su cuerpo se detuvo en seco... Incluso se olvidó de respirar.

Hermoso...

Eso fue lo primero que pensó al clavar su mirada en aquellos embriagadores ojos azules. La habitación solo era iluminada por la luz del fuego que estaba por extinguirse, pero solo bastó ese destello de luz para embellecer aún más a ese encantador par de ojos.

Azúl agua marina... Si, ese era su color.

Antes de ese día, An Yize nunca pensó que existiera una persona con un par de ojos tan hermosos que estremeciera todo su cuerpo...

¿Cómo una persona que no tenía una buena apariencia tendría unos ojos como esos?

¿Cómo es que nadie se dió cuenta de que eran observados por unos ojos tan hermosos?

Muchas preguntas parecidas a esas giraban por la cabeza de An Yize e incluso se olvidó de que la otra parte aún continuaba observándolo.

Bai Feng tenía una expresión extraña mientras miraba a la peculiar persona de cabello plateado parada en la esquina. Debe admitirlo, nunca pensó que hubiera alguien capaz de competir con la apariencia de Wangzi Hei, eso y no esperó que hubiera alguien más dentro del la habitación, ya que desde el principio no sintió absolutamente nada.

¿Quién narices es esta mujer?

Eso fue lo que pensó Bai Feng...

Si An Yize se llegará a enterar de que lo confundieron con una mujer... ¡Seguramente escupiría sangre! Ese era tabú...

Claro que en ese momento An Yize no era consiente de acababan de confundir su género, solo se concentró en observar atentamente a ese par de cautivadores ojos azules que sacudió todo su cuerpo.

Por otro lado, Bai Feng se sintió muy incómoda siendo observada por esta extraña 'mujer' así que desvío indiferentemente la mirada.

Solo Dios sabe que sus acciones sorprendieron a An Yize, él quería continuar perdido en aquellos profundos ojos azules, pero luego pensó...

... Él acaba de ser ignorado, ¿Cierto?

¡Esta es la primera vez en su vida que fue ignorado por alguien!

Pero en lugar de enojarse, parecía haberse interesado aún más... Si, muy interesante.

Si Bai Feng supiera que un simple acto como desviar la mirada e ignorar a alguien firmaría su condena...

Mientras tanto, los dos hermanos acusados de cometer incesto olvidaron completamente el significado de la vergüenza y continuaron acusándose mutuamente.

El rostro de Hai Kang y el maestro Hai estaban tan negros como el fondo de una olla, y pensar que estaban siendo observados por sus propios guardias les hizo querer buscar un agujero en el cual esconder sus cabezas, ambos estaban muertos de vergüenza.

"¡SUFICIENTE! ¡Guardias, llevense a estos dos al calabozo! ¡Azotenlos 50 veces en la espalda!" El maestro Hai ya no podía soportar más la humillación así que le ordenó a los guardias lo más rápido posible.

"¡Abuelo! ¡Te juro que no es cierto! ¡Todo es culpa del hermano mayor!" El grito de la joven fue tan agudo como al quejido de un cerdo que estaba por morir.

Pero el que parecía ser aún más lamentable era el joven, su antes delicado rostro ahora no era más que una asquerosa combinación de mocos y lágrimas.

Hai Kang observó en silencio la horrible apariencia de sus dos hijos y su arrogante rostro se puso rojo de vergüenza, si tan solo pudiera decir que estos dos desvergonzados no son sus hijos... Tal vez se ahorraría algo de cara.

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora