Un reencuentro muy extraño

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Después de la oleada de rumores que sacudió la capital, muchas personas comenzaron a buscar al infame doctor divino. Ya sean nobles o simples ciudadano, todos ellos visitaban la mansión Xue con mucha frecuencia. Pero en todo ese tiempo, no vieron ni el más mínimo cabello de la persona a la que vinieron a buscar. La única información que parecía ser cierta de entre todos los rumores, sería que el doctor divino está actualmente viviendo en la residencia de la familia Xue.

Un día después de la aparición de los hombres de negro que vinieron en la noche anterior, Bai Feng se preparaba para su encuentro con el 'Emperador del infierno'. Ese día Bai Feng le dijo al abuelo Xue que saldría y regresaría dentro de algún tiempo y también le pidió que preparara un carruaje para su transporte.

Las calles estaban muy tranquilas, las personas estaban ocupadas con sus propios asuntos. El carruaje tardó aproximadamente veinte minutos en llegar a la entrada de la 'casa del té'.

Al observar como su destino le hacía una mala jugada, Bai Feng quien como siempre vestía una llamativa túnica roja y una máscara dorada, no tuvo más remedio que respirar hondo, ser más precavida que de costumbre e ingresar a paso firme dentro del local.

.......

Dentro de la 'casa del té' en una de las habitaciones VIP se encontraba sentado frente a una mesa un hombre vestido con una elegante túnica de brocado negro con estampados de dragón dorado. El hombre tenía un rostro increíblemente hermoso, un largo cabello negro que caía por sus hombros hasta llegar al piso, su piel era tan pálida como la de un fantasma y sus diabólicos y seductores ojos bicolor carecían de sentimiento alguno, en su frente se encontraba una pequeña marca de loto púrpura que lo hacía ver aún más frío y encantador.

Wangzi Hei se aseguró de reservar la mejor habitación del lugar, también pidió que trajeran los mejores platos y un buen té herbal. Honestamente estubo planeando esto desde hace cuatro días, sin mencionar que inesperadamente se pasó más de dos horas escogiendo un traje adecuado para esta reunión... Fue algo muy extraño ya que él siempre fue un hombre al cual casi nunca le importó su apariencia. Pero cuando pensó que iba a reunirse con esa persona, tenía la necesidad de verse lo mejor posible...

Mientras estaba perdido en sus pensamientos, Baiyan tocó a la puerta.

"Maestro, el joven señor ya está aquí"

"Si, déjalo pasar" Aunque el rostro de Wangzi Hei era inexpresivo como siempre, su corazón estaba extrañamente nervioso.

"Con permiso" Una hermosa pero fría voz llegó a los oídos de Wangzi Hei.

La persona que acababa de entrar en la habitación era deslumbrantemente llamativa como una hermosa pero elegante flor de loto rojo.

Esta persona no había cambiado mucho, la última vez que lo vio fue en el bosque. En ese momento lo único que pudo ver no fue más que una leve silueta roja... Pero algo que nunca pudo olvidar en todo este tiempo fue su embriagadora voz, el aroma a flores medicinales y esas suaves y pequeñas manos que salvaron su vida.

Él había esperado tanto para ver a esta persona que casi estaba empezando a delirar. Pero ahora que esa persona está parada frente a él... Tuvo la extraña necesidad de ponerse de pie, extender sus brazos y confirmarlo a su lado.

"Siéntate"

Cuando Bai Feng escucho la fría voz de esa persona, se sobresaltó un poco. Incluso alguien como ella sintió un inexplicable escalofrío en su espina dorsal. Ella reconoció al hermoso hombre que había salvado en el bosque en aquel entonces. En ese momento el hombre estaba cubierto de sangre y no pudo verlo con mucha claridad....

Pero la sola presencia de este intimidante hombre fue suficiente como para congelar todo el hambiente dentro de la habitación.

¡Este hombre es peligroso!

Ese fue el único pensamiento que se le vino a la cabeza. La fuerza del hombre sentado frente a ella era algo que no podía medir incluso con su nivel actual de cultivo. Así que es este el hombre conocido como el emperador del infierno...

Bai Feng obedeció y se sentó frente a la mesa.

Inesperadamente vio como el hombre vestido con la elegante túnica negra comenzaba a preparar algo de té. Sus movimientos eran hábiles y hermosos, parecía haber practicado esto por mucho tiempo.

Una vez terminó de preparar el té, lo virtió cuidadosamente en dos tazas de porcelana y le pasó una a Bai Feng.

El agradable olor a hierbas medicinales invadió todo el aire dentro de la habitación.

Al oler este delicado aroma a hierbas, Bai Feng no pudo evitar tener un poco de nostalgia. Hace algún tiempo ella estaba encerrada dentro de una oscura habitación y a su alrededor no había nada más que solitarias hierbas y letales venenos con los que solía trabajar.

"¿Te gusta el té de hierbas de Majo?" El par de encantadores ojos bicolor de Wangzi Hei se posaron en el cuerpo de la persona vestida de rojo.

"... Si" Aunque se sorprendió al principio por la inesperada pregunta, Bai Feng asintió.

"Que alivio..." Una pequeña y tímida sonrisa se formó en los seductores labios de Wangzi Hei antes de volver a fijar su mirada en la persona vestida de rojo.

"¿Cuál es tu nombre?"

Un brillo de asombro pasó por los bellos ojos de Bai Feng, pero desapareció casi al instante. Levantó la cabeza para encontrarse con ese par de dominantes ojos bicolor. Una maliciosa sonrisa se formó en sus labios.

"Antes de decirte mi nombre ¿No tienes que decirme el tuyo primero?"

Wangzi Hei estuvo un momento en silencio antes de asentir lentamente. Luego con un voz ronca dijo.

"... Wangzi Hei, ese es mi nombre"

"Ja ja... Mucho gusto, mi nombre es Bai Feng" Honestamente Bai Feng no esperó que el hombre esté de acuerdo en decirle su nombre, pero cómo le respondió ella también tuvo que decirle el suyo.

"... Bai Feng... Bai Feng" Wangzi Hei repitió varias veces ese nombre en voz baja, como si quisiera marcarlo dentro de su corazón para nunca olvidarlo.

"¿Puedo llamarte por tu nombre? Decirte emperador del infierno suena algo extraño y tampoco puedo llamarte señor ya que no eres tan viejo...."

"... Tú puedes llamarme como quieras"

"¡Entonces te llamaré Wangzi Hei!"

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora