Por favor cuiden de todos en mi lugar, regresaré pronto

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¡Nos están atacando!

Las personas entraron en un frenesí total.

Fuera de la barrera se encontraba un ejercido completo de muñecos de barro, todos atacaban incesantemente la superficie plana del escudo mientras soltaban largos y escalofriantes alaridos.

Esta mañana, alguien de repente corrió por las calles gritando que el mal vino a tocar a sus puertas. El cielo se volvió rojo como la sangre mientras a lo lejos se visualizaba la horda de polvo provocada por el trote de las miles de tropas de Ni Kuilei. Los muñecos de barro se habían vuelto aún más siniestros que antes, ahora no solo se movían como cualquier persona, sino que también contaban con una fuerza diez veces más grande que la anterior.

Hasta aquí, mucha gente se lanzó al piso y se puso a llorar, los gritos miserables de cientos de personas resonaban dentro de la barrera de contención. El caos inundó las calles, nadie sabía que hacer. Algunos trataron de aprovechar el momento más crítico para escapar, otros no pudieron aceptar esta cruda realidad y decidieron quitarse la vida. Con cada minuto transcurrido, la barrera se hacía cada vez más transparente, si el escudo llegaba a romperse, los corazones de todos también se romperían.

En las calles, muchas personas gritaban y corrían de un lado a otro. A lo lejos una madre abrazaba a su bebé mientras las lágrimas de dolor rodaban por sus mejillas. Algunos hombres protegían a sus familias entre la multitud, en el lugar también se encontraban unos cuantos niños que buscaban a sus padres. Los únicos que parecían estar un poco más tranquilos que el resto eran los pobres ancianos enfermos que mendigaban en las calles, como ya era costumbre se sentaron en una esquina y sintieron alivio, al parecer su triste vida llena de sufrimiento terminaría pronto, al fin y al cabo no tenían nada de valor en este mundo, así que morir no significaba ningún problema para ellos.

Los muñecos de barro intensificaron sus ataques a la barrera, ahora sus golpes hacían que incluso la tierra comenzara a temblar.

El corazón de todos se congeló, pero fue en ese momento cuando de repente se escuchó el fuerte aullido de un lobo. El sonido voló por el viento, llegando a cada rincón de la barrera, haciendo que un repentino silencio reinara por doquier.

En la sima del tejado de una casa, una enorme bestia de un pelaje completamente oscuro se movía con agilidad. Sus brillantes ojos azules como el cielo expresaron una clara sed de sangre, segundos después, su figura se movió y desapareció en una densa horda de humo negro. Pero para sorpresa de todos, el gran lobo negro no se había desvanecido, sino que en un parpadeo apareció frente al ejército de Ni Kuilei.

La feroz bestia en forma de lobo rugió mientras sacaba sus afinadas garras y cargaba directamente contra todos los muñecos de barro. Al instante, extremidades y sangre negruzca fue salpicada en el suelo, dejando sólo a una perturbarte escena de muerte.

El lobo negro abrió su enorme boca llena de colmillos, la cavidad se iluminó con una fuerte luz azul que al siguiente momento se convirtió en una bola de energía, la cual fue lanzada directamente sobre todos los Ni Kuilei.

Un fuerte 'bang' se escuchó en todo el lugar, en menos de diez minutos la mitad de todo el ejército había sido destruido y reducido a pedazos. El lobo negro no se quedó quieto, soltó un largo y nítido aullido antes de volver a desaparecer en una horda de humo oscuro.

Algunas de las personas que presenciaron esto ya se encontraban sentadas en el piso con la cara llena de asombro y alegría. Rápidamente corrieron por las calles gritando cosas como: '¡El ejército ha sido eliminado!' '¡Los dioses no se olvidaron de nosotros!'

Finalmente, después de escuchar esas noticias y luego de un largo día, las personas al fin pudieron liberar un suspiro lleno de alivio.

La historia del lobo salvador también se extendió en toda la barrera, la gran criatura mística enviada por los cielos para salvar a los humanos, el gran señor lobo espiritual. Algunas personas incluso se arrodillaron y se pusieron a rezar, las lágrimas de gratitud bajaban de sus ojos, de esa manera la leyenda del gran lobo Santo se inició oficialmente.

Cuando se enteró de esto, era muy difícil no reírse de la expresión en la cara de Yun Xiao. Bueno, al menos Yan no pudo soportarlo y se rió con ganas, Wang Hua solo se limitó a sonreír y a mover la cabeza, y en el caso de Mu Jin Yue y Bai Feng, ellos no le dieron mucha importancia al asunto. Yun Xiao era una de las bestias divinas más poderosas de todas, incluso superior bestias como Yan o a Wang Hua.

El aullador nocturno, Yun Xiao, también era una de las primeras bestias pioneras del mundo espiritual, una bestia que existió hace más de treinta mil años. Debido a esto, Yun Xiao se encargó específicamente del Palacio de jade y de los tres picos del cerezo, su trabajo siempre fue vigilar y mantener el orden. Fue por esta razón, que Yun Xiao contaba con una actitud madura y reservada, así que cuando uno se burlaba un poco de él era difícil obtener alguna expresión de su parte. Pero hoy, después de Dios sabe cuánto tiempo, por primera vez el siempre estoico Yun Xiao mostró la irritación y la incredulidad en su rostro, haciendo que el animado quilin de fuego no pudiera parar de reír.

Bai Feng ya había terminado todos sus preparativos dentro de la familia, aunque el repentino ataque de los Ni Kuilei a la barrera fue inesperado, aún se las arregló para mantener las cosas en calma. Pero ahora había otro problema que la tenía preocupada...

"Hermano mayor Feng, ¿Te vas a ir?" Viendo que el joven vestido de rojo daba un paso fuera de la barrera, Wei Wei no pudo evitar acercarse y cogerlo por la manga.

Bai Feng sonrió levemente y asintió con la cabeza.

Tian Ming apretó los puños y se acercó con una mirada seria en su rostro, "¡Yo iré contigo!"

"No" Bai Feng se negó automáticamente.

"¡¿Por qué?!"

"Porque no"

Un leve rastro de risa brillo en los ojos de Bai Feng mientras miraba a los dos niños. Ahora mismo tenía que irse para evitar meter en problemas a la familia, ella aún no había olvidado lo que vió en el libro de las almas, sea quien sea el hombre que la estaba buscando, la quería a ella y a nadie más. Si se quedaba con ellos, era muy probable que terminaran lastimándose o en el peor de los casos, incluso existía la posibilidad de morir.

Pero claro que no planeaba irse para siempre, ella tenía que volver para tratar la 'enfermedad' de Tian Ming antes de que este cumpliera los 20 años. El niño nació con un talento extremadamente extraño entre los cultivadores, aunque su fuerza no sería muy diferente a la de un Dios cuando creciera, ahora solo era un muchacho joven e inexperto, entre más poder poseyera su cuerpo, más rápido llegaría el día de su muerte, debido a esto, Bai Feng tenía que volver sin importar cómo.

Bai Feng curvó sus labios en una sonrisa ligera, se dió la vuelta y caminó fuera del escudo.

"Por favor cuiden de todos en mi lugar, regresaré pronto"

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora