El plan de escape perfecto

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En las profundidades del bosque más vasto en el país de Bai Xi, la luna iluminaba una pequeña casa de madera, aunque no era muy grande tenía un aire muy acogedor y tranquilo, de la casa salió un anciano que llevaba una túnica de brocado blanco, bordada con figuras de bambú, su barba era blanca y larga como la de cualquier anciano y de su cuerpo emanaba y leve olor a medicina.

"Tengo que salir un momento, no le quites los ojos de encima" el anciano le habló al hombre vestido de negro que estaba frente a él.

"¡Si maestro!" El hombre de negro se inclinó levemente y desapareció en la oscuridad.

Dentro de la casa, en una pequeña habitación cuya única fuente de luz era una vela, se encontraba una joven acostada en el suelo, tenía un cabello oscuro como la tinta que le llegaba hasta los tobillos, aunque sus rasgos faciales no se podían ver con claridad, su piel blanca como la nieve contrastaba con el color de su cabello, llevaba una túnica blanca bordada con hilos de plata y adornada con estampados de flores blancas.

En la habitación no había cama ni muebles, solo una gran cantidad de libros medicinales, píldoras, brebajes y todo tipo de hierbas cuyo olor llenaba el hambiente.

"Maestra, ese viejo odioso ya se fue, ya podemos iniciar el plan" dijo un pequeño gato blanco, mientras se acurrucaba cuidadosamente sobre ella.

"No te impacientes demaciado Bai Yao, muy pronto saldremos de aquí" la joven cogió al gato entre sus brazos, las pesadas cadenas en sus pies le impedían ponerse de pie.

"Bai Yao, ¿Conseguiste las llaves?" Preguntó mientras acariciaba su blanco pelaje.

"No hay problema maestra, aquí las tengo" el pequeño gato movió la cola mientras sostenía las llaves entre sus dientes "No fue tan difícil robarle esto al viejo bastardo, pero hay que tener cuidado, hay muchos hombres vigilando la casa"

"No te preocupes, ya tengo un plan para librarnos de ellos" Una fría sonrisa se formó en los labios de la joven y así....el plan comenzó.

A mitad de la noche se escuchaban gritos escalofriantes y la pequeña casa de madera estaba siendo consumida por las llamas, el fuego devoraba todo a su paso y lo convertía en cenizas en cuestión de minutos.

"¡¿Pero que demonios está pasando aquí?!"

"¡¿Donde está la señorita!?"

"¡Alguien vaya y traiga de vuelta al maestro!"

Los guardias gritaron desesperados mientras trataban de apagar el incendio, pero sus esfuerzos fueron inútiles, lo único que sobraba de la casa solo fueron sus cenizas.

No muy lejos de ahí, una joven estaba parada sobre un árbol mientras acariciaba al gato que descansaba en su hombro. La luz de la luna iluminaba su silueta y resaltaba las delicadas facciones de la joven, la joven parecía tener unos 16 años, su hermoso vestido blanco y su cabello oscuro bailaban con la brisa nocturna, en cuanto a su apariencia, se podría decir que era casi divina, tenía cejas bien formadas que se resaltaban en su piel, sus labios eran tan rojos y delicados como los pétalos de una flor y sus mejillas eran ligeramente rosadas, pero lo que más llamaba la atención fueron sus ojos, que eran de un color azul casi transparente que le daban un encanto sobrehumano, era ese tipo de persona cuya belleza destrozaba países completos.

"Maestra, ¿Qué hacemos ahora?" Preguntó Bai Yao mientras bostezaba.

"Primero tenemos que encontrar un buen lugar para establecernos, el viejo bastardo de mi abuelo seguro comenzará a buscarnos" respondió Bai Feng con una cara inexpresiva, su voz era tan tranquila y melodiosa como el sonido de una cítara pero carecía de emoción.

Bai Feng levantó la cabeza para observaba la luna, mientras trataba de ordenar la ola de sentimientos en su corazón. Pasó más de 10 años en este lugar, siempre rodeada de cientos de libros medicinales, creando píldoras, brebajes y todo tipo de venenos, sin siquiera darse cuenta de su propio talento como doctora, a lo largo de los años se familiarizó con la estructura humana, órganos, huesos, tendones....los conocía a la perfección, pero sus manos no solo podían salvar vidas...si no también arrevatarlas, por orden de su abuelo se convirtió en una maestra del veneno y el asesinato nocturno, sus habilidades en el combate habian alcanzado el pináculo de la perfección.

Tuvo que esperar muchos años para volverse fuerte y tener el coraje de escapar por su cuenta, y finalmente el plan que había ideado desde hace dos años resultó magníficamente, claro que no se fue con las manos vacías, antes de provocar el incendio fue a la oficina de su abuelo y se llevó todas las cosas de valor, desde 16500 monedas de oro hasta joyas, perlas y píldoras de alto nivel, de todos modos después del incendio él ya no iba a necesitarlas.

"Vámonos" después de decir eso dió un salto y desapareció en la oscuridad.

'Palacio imperial'

Dentro de la gran sala del palacio, se escucharon todo tipo de gritos y cosas estrellándose y rompiéndose "Maldito hijo no filial, ¡¿Es que no puedes escuchar las órdenes de tu padre, el emperador?!" El emperador estaba tan molesto que su cara se puso roja mientras gritaba.

"Este hijo es inocente, padre imperial, te juro que buscamos en todos lados, pero no pudimos encontrar a nadie que proporcione la cura para el hermano real..." El quinto príncipe estaba tan asustado que sus rodillas no paraban de temblar mientras su espalda estaba empapada en sudor frío.

Él no era el único asustado, todos en la corte tenían tanto miedo que sus rostros se volvieron azules. Hace algunos días el príncipe heredero de la corona fue envenenado misteriosamente y aunque ya fue visto por muchos médicos, ninguno de ellos pudo encontrar una cura, solo decían que no le quedaba mucho tiempo de vida, máximo unos cuantos meses...

Estas palabras se convirtieron en el tabú del emperador, siempre que un médico le decía eso sería azotado 50 veces sin excepciones.

Ya pasaron algunos días y en su desesperación el emperador mando a muchos de sus hijos a buscar la cura o a alguien capaz de sanar al príncipe heredero, pero todo fue en vano, no encontró a nadie...

"Muy bien, ya que así es el asunto....¡Primer ministro, quiero hacer un decreto! ¡En el transcurso de dos meses, cualquiera que puedas salvar al príncipe heredero será recompensado con cualquier cosa que desee, ya sean tierras, poder o riquezas cualquier cosa será válida, pero si no pueden curarlo, entonces será decapitado!" La voz del emperador resonó como un trueno en la cabeza de todos dejándolos estupefactos al instante, si podían salvar al príncipe heredero obtendrían lo que quisieran, pero si llegaban a fracasar morirían...

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora