El pequeño dragón dorado

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Manos pequeñas, pies pequeños y una adorable cabecita cubierta de cabellos rubios, sus inocentes ojos dorados reflejaban su emoción mientras que sus blancos dientes parecidos a pequeñas perlas se asomaban en su sonrisa desgarradoramente linda. Este adorable niño salió del huevo dorado hace un momento y casi hace que Bai Feng sufriera un paro cardíaco.

"¡Maestro estoy tan feliz de conocerte! ¡Te estuvimos esperando desde hace mucho tiempo!"

El pequeño niño rodeo el cuello de Bai Feng con sus delicados brazos mientras le dedicaba una sonrisa más hermosa que las flores floreciendo.

Pero a diferencia de él, Bai Feng estaba totalmente confundida ¿Qué quiere decir con 'te estábamos esperando'? ¿Él y quién más?... Espera...¿Maestro?

Después de recuperarse de su aturdimiento, Bai Feng cogió al pequeño hombrecito alejándolo de ella y con una fría voz preguntó "¿Quién eres y por qué me llamas maestro?"

"Porque el maestro es el maestro~"

El pequeño niño sonrió como una flor, totalmente inconciente del aura asesina que rodeaba al cuerpo de Bai Feng en ese momento.

"Solo has respondido a una de mis preguntas, ahora ¿Quien eres?"

Los hermosos ojos de Bai Feng tomaron forma de cuchillos mientras miraba al pequeño niño frente a ella, no sabía por qué, pero esa sonrisa en su pequeña boca la hacía sentir muy incómoda.

El pequeño parecía no darse cuenta de sus pensamientos, parpadeó inocentemente mientras miraba a la hermosa mujer frente a él.

"Soy una bestia divina, lo siento, pero no tengo ningún nombre con el cual presentarme..."

El pequeño niño encogió los hombros mientras sus hermosos ojos parecidos a una joya sé entristecían levemente.

Por el contrario, el rostro de Bai Feng se congeló al instante... Él dijo que era una... ¡¿Bestia divina?! Bueno, eso explica por qué salió de un huevo pero ¿En serio es un bestia divina? Las bestias en este mundo se clasifican en tres niveles: Las Bestias espirituales que eran las más comunes, las Bestias sagradas que eran extremadamente difíciles de encontrar y finalmente estaban la Bestias divinas que eran un mito en casi todo el continente.

Aunque era un poco difícil de creer tenia mucho sentido, según las leyendas, una bestia divina tenía el poder de tomar forma humana cada ves que quería y su poder era mucho más superior al de cualquier bestia.

"Dices que no tienes nombre, ¿Qué tipo de bestia divina eres?"

"... ¡Soy un dragón dorado!"

El pequeño niño que al principio está triste sacó el pecho y su pequeño rostro se llenó de orgullo mientras decía en nombre de su raza.

"... ¿Eh?"

Bai Feng no pudo evitar abrir los ojos con asombro ¿Dijo que es un dragón dorado? El la biblioteca de la mansión Xue ella leyó algo sobre esta especie. Los dragones dorados eran un raza de bestias divinas que estaban a la altura del quilin, reinaban sobre diez mil razas de bestias y eran los reyes de los demás dragones. Pero según las leyendas casi toda la raza de los dragones dorados había desaparecido durante la reforma de los dioses, y al igual que los quilin, no se les volvió a ver durante más de diez mil años.

"¿Dices que eres un dragón dorado?"

"Sip, maestro soy un dragón dorado, pero no te dejes engañar por las apariencias, tengo el cuerpo de un niño porque acabo de renacer, pero en realidad soy un hombre adulto"

"Si ya eres un adulto, ¿Por qué no tienes un nombre?"

Tras esa pregunta el pequeño hombrecito bajo la cabeza mientras sus blancas mejillas se teñian de rojo.

"... Solo mi maestro puede darme un nombre ¿Me pondrías uno?"

Cuando levantó su pequeña carita, sus adorables ojos llorosos se combinaron con sus lindas mejillas sonrojadas, tenía una apariencia tan devastadoramente adorable que te hacía querer molestarlo aún más.

"No recuerdo haber dicho que sería tu maestro"

Claro que esa lindura era totalmente inútil contra Bai Feng cuyos ojos se volvían cada vez más fríos.

"¡Eso no es bueno, tú eres mi maestro, si no lo fueras entonces no abría podido salir del cascarón!"

"...."

"Mira, te propongo un trato, tu aceptas ser mi maestro y yo te ayudo a levantar tu poder de cultivación a niveles inimaginables, ¿Qué dices?"

"...."

Bai Feng estuvo reflexionando en su cabeza, si este pequeño se volvía su bestia contractual tal vez la ayudaría a salir de este lugar y volver a su mundo.

"... Bueno, está bien entonces"

"¡Si, entonces tienes que darme un nombre maestro!... Pero antes..."

El pequeño se acercó a la mano de Bai Feng y sin el más previo aviso le dió una brutal mordida.

"¡¿Q-Que estás haciendo?!"

"... ¿El contrato?"

Bai Feng había escuchado sobre esto antes, siempre que una bestia haga un contrato con un humano tendrá que beber su sangre, ¡Pero al menos podría averla avisado antes!

El pequeño niño inicialmente estaba muy preocupado de que Bai Feng no lo aceptará, pero ahora qué dijo que sí, estaba tan feliz que por poco se transforma.

"Mi nombre es Bai Feng y.... Se supone que tengo que ponerte un nombre, ¿Verdad?"

"Sip, por favor maestra Bai Feng"

" ¿...Qué tal... Mu Jin Yue?"

"Mu Jin Yue..." El pequeño susurró ese nombre un par de veces antes de sonreir "¡Si, me gusta!"

"Mu Jin es por el color de tus ojos y Yue... Simplemente por qué quise"

Al observar lo feliz que estaba Mu Jin Yue, Bai Feng no pudo evitar sentirse algo culpable, ella simplemente había pensado en ese nombre de la nada y no le dió mucha importancia.

"Muy bien, Mu Jin Yue ¿Me puedes decir que es este lugar?"

"¿Huh? ¿Maestro, te refieres al mundo dentro del anillo?"

"Si"

"Mmm, bueno, este lugar se llama 'Los tres picos del cerezo' es una cordillera de tres enormes montañas forradas por árboles de cerezo que siempre están floreciendo, actualmente estamos dentro del palacio de jade, aquí vivimos tus cinco bestias divinas, un quilin de fuego llamado Yan, el fénix dorado Wu Wei Li, el pavo real Wang Hua, el aullador nocturno Yun Xiao y finalmente, yo, el dragón dorado Mu Jin Yue, todos nosotros te reconocimos como nuestro maestro desde la primera vez que entraste al palacio, aunque en este momento al igual que yo, ellos están dormidos... Desde que derramaste tu sangre sobre el anillo todo en este lugar, ya sea el bosque como el palacio y todo lo que hay en él, ahora es tuyo así que... ¿Eh? ¿Maestra?"

La cara de Bai Feng era totalmente antiestética, quilin, fénix... ¿Qué está pasando? ¿Ahora tendré que cuidar de más personas aparte de este pequeño individuo? ¿Es esto una bendición o una desgracia?... ¡¿El palacio es mío?!

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora