El viaje al bosque Ting (3)

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Luego de salir de la tienda, Bai Feng se dirigió a las afueras de la ciudad. El viaje fue algo largo ya que duró más tres días enteros, pero finalmente pudo llegar a la frontera con el bosque Ting.

El bosque Ting era tan lúgubre como decían los rumores, era tan frondoso que parecía no tener manera de entrar, los árboles eran altos y una gruesa capa de miasma venenoso cubría todo al rededor. Por suerte Bai Feng ya había experimentado varias veces con el miasma, así que había desarrollado cierta inmunidad y no necesitaba tomar ningún antídoto.

"Bai Yao, necesito que comas esto"

Bai Feng le mostró una pequeña píldora en la palma de su mano. Puede que a ella el miasma no le afecte, pero animales pequeños como a Bai Yao, no durarían ni cinco minutos bajo el efecto del miasma.

"Maestra~~~¿Eso no sabe mal verdad?"

Bai Yao era muy quisquilloso en cuanto al sabor, si le gustaba se lo comería, pero si sabía mal, ni siquiera un demonio seria capaz de abrirle la boca. Claro que Bai Feng era muy conciente de eso, así que preparó un medicamento con un sabor muy agradable, bueno, el pescado en una pastilla, al menos para un gato sabe bien.

"Deja de perder el tiempo y cómetelo" Bai Feng cogió la pastilla y se la metió a la fuerza en la boca de Bai Yao.

"Mmmm~~~pescado,maestra quiero otro~~"

"Tendrás otro cuando el efecto de esa píldora haya terminado"

"Bien~~"

Luego de la discusión sobre comida, Bai Feng y Bai Yao entraron al bosque Ting. El miasma en sí era similar a una niebla muy espesa, para una persona normal e incluso si es un cultivador, solo podría ver la punta de sus dedos.

Pero claro que nuestra protagonista tenía que ser todo menos una persona normal. Todos los años de experiencia navegando en el mundo del asesinato, la ayudaron a desarrollar sus cinco sentidos a niveles sobrehumanos. Su vista era tan aguda como la de un alcón, tanto su sentido del oído y el olfato le servían como una brújula dentro del miasma.

Estubieron más de cuatro horas deambulando dentro del miasma hasta que por fin llegaron al final. Una vez que salieron del miasma llegaron a una parte muy extensa del bosque, era un terreno rocoso con enormes árboles de pinos que parecían poder llegar hasta las nubes, también había gran variedad de plantas medicinales, aunque eran de bajo nivel todavía servían para fabricar elixires. Bai Feng con ayuda de Bai Yao recogieron muchas plantas y semillas, algunas eran para vender y otras para su consumo.

La noche se estaba aproximando y algunas estrellas comenzaron a salir. No muy lejos de ahí se escucharon los aullidos de las bestias espirituales que salían a cazar.

Para prevenir problemas innecesarios, Bai Feng se subió a un enorme árbol cercano y se roció un brebaje para cubrir su olor. Cerro los ojos lentamente mientras que su respiración se hacía cada vez más contínua.

.........

No muy lejos del lugar una sombra saltaba de árbol en árbol. El hombre estaba completamente vestido de negro y en la parte inferior de su pecho había una herida que no dejaba de sangrar. Su hermoso rostro estaba pálido por la perdida de sangre y sus bien formadas cejas estaban arrugadas mientras soportaba el dolor, cada ves que saltaba su largo cabello oscuro le cubría la hermosa marca de loto púrpura en su frente.

"¡Esta ahí! ¡Vayan por él!"

Un grupo de hombres vestidos con una túnica verde oscuro lo perseguían. La distancia entre el hombre vestido de negro y ellos se hacía cada vez más corta hasta que finalmente llegaron a un precipicio. El precipicio era tan profundo que parecía no tener fin y gruesa capa de niebla lo rodeaba.

"Ja ja ya no hay a donde correr, parece que tendremos el honor de matar al famoso emperador del infierno, lastima que tuvimos que envenenarte antes, pero nuestro señor te quiere muerto"

Uno de los hombres de túnica verde habló mientras se acercaba con una larga espada.

"No te preocupes, no dañaré tu lindo rostro, ahora muere"

Justo cuando estaba apunto de atravesarlo con la espada, el hombre de negro se desvaneció en el aire.

"¿Eh? ¡¿Donde estás?! ¡¡Sal!!"

"Aquí estoy..."

Una sombra negra aparecía detrás de él y en un rápido movimiento le cortó la cabeza al hombre de túnica verde, quien no tuvo tiempo ni de gritar.

"¡Maldito, te mataremos!"

"¡Todos vayan por él!"

Los hombres te túnica verde se abalanzaron sobre el hombre de negro usando su Qi interior.

Todos ellos estaban en el quinto rango de la etapa de 'General de plata' y juntos tenían el poder de masacrar a un pueblo completo. Pero lamentablemente no eran más que insectos para el emperador del infierno. Aunque la herida en su pecho parecía ser mortal, aún pudo liberar la enorme fuerza de su Qi espiritual.

"E-Eso es... ¡Emperador de oro! ¡Está en el noveno rango de la etapa de 'Emperador de oro'!"

Uno de los hombres gritó aterrorizado, aunque sabían que el emperador del infierno era un genio rara vez visto en un milenio, nunca imaginaron que estaría en la etapa final del 'Emperador de oro' a un paso de convertirse en un 'Santo oscuro' que era casi un mito en esta tierra ¡Ni siquiera tiene veinte años todavía!

El fuerte poder espiritual que emanaba del cuerpo del hombre vestido de negro, aplastó el poder espiritual de los hombres de verde haciéndolos escupir un bocado de sangre.

Al siguiente momento, gritos escalofriantes se escucharon cerca del acantilado. Los hombres de verde fueron descuartizados y arrojados por todos lados, todos excepto uno. El último hombre que sobraba observó cómo sus colegas morían uno tras otro y la aterradora escena lleno sus ojos de pánico.

"Habla, ¿Dime quién fue el que los mando tras la cabeza de este rey?"

Una voz tan fría como un glaciar de mil años resonó en la oscuridad. El hombre vestido de negro estaba cubierto de sangre mientras sostenía la espada en su mano, su largo cabello oscuro bailaba con el viento y en su pálida cara sus hermosos ojos miraban con desprecia al hombre arrodillado en el piso.

El hombre de túnica verde no paraba de temblar, tenía tanto miedo que su cara perdió el color "El maestro.... Nos envío.... Para matarlo..." El miedo le quebró la voz.

"¿Quién es tu maestro?"

"El... Rey demonio... ¡¡Agh!!"

Ni bien mencionó ese nombre una larga espada atravesó su garganta y cayo en seco al piso con los ojos aún abiertos por el miedo.

"Así que el rey demonio... Nada mal"

Un fría luz brilló en los ojos del hombre vestido de negro, mientras desaparecía sin dejar rastro.

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora