Si hay luz, siempre habrá oscuridad

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Los ojos de Bai Feng permanecieron helados como dos témpano de hielo, aún más cuando escuchó las palabras del hombre de túnica plateada. Aunque Bai Feng no conocía a esta persona, solo con tenerla delante, sentía una horrible hostilidad en su corazón, era como querer abalanzarse y descuartizar a este hombre. Pero ni siquiera ella sabía por qué sentía está clase de sentimiento tan incómodo.

"Déjate de bromas, no tengo ningún hermano" La voz de Bai Feng estaba llena de intenciones asesinas.

El hombre solo sonrió, pero no dijo nada.

"En todos estos años, nunca escuché decir a nadie que tenía un hermano, no sé quién eres, ni tampoco sé cuáles son tus intenciones, ¿Qué negocios tienes conmigo?" Bai Feng continuó hablando, pero antes de que pudiese terminar, un fuerte par de brazos rodeó su cuerpo, mientras la sombría voz del hombre de túnica plateada sonaba cerca de sus oídos.

"Eso es muy malo pequeño Feng, el hermano mayor te ha estado buscando por tanto tiempo, y es así como me recibes... Tsk tsk la hermanita se está portando muy mal..." Bai Lu Jin sonrió debajo de la máscara mientras usaba su poder espiritual para sellar el cuerpo de Bai Feng.

"¡¿Qué estás haciendo?!" Bai Feng levantó la voz mientras trataba de liberarse, pero como sus meridianos fueron sellados, su cuerpo aún permaneció tieso.

Bai Lu Jin sonrió con satisfacción, luego beso tiernamente la mejilla de Bai Feng "Querida hermanita, el hermano mayor siempre ha estado preocupado por tí... Hace poco envié a mi subordinado para buscarte, pero no solo no te trajo, sino que incluso te lastimó, el hermano mayor se enojó con él y lo castigo severamente, ¿Estas feliz?"

Un escalofrío recorrió la espalda de Bai Feng al escuchar al hombre de túnica plateada. ¿Subordinado? ¡Debe ser Bai Hui Shen! Pero entonces, esta es la persona detrás de los hilos...

"Suéltame" Los fríos ojos de Bai Feng se tornaron mortales, como si estuviese lista para matar.

"Nop" Bai Lu Jin no sé sintió intimidado y le sonrío.

Escuchando eso, Bai Feng apretó los dientes.

"Pequeño Feng, déjame contarte una historia..." Bai Lu Jin abrazó aún más fuerte el cuerpo de Bai Feng "Hace miles de años atrás, en la guerra entre los cielos y el infierno, existían dos poderes principales que residían en el noveno cielo, el Yin y el Yang. Estos dos poderes eran los encargados de equilibrar el mundo atraves del bien y el mal, uno vivía en la luz y el otro en la oscuridad. Años después de que la guerra terminara, un dios se levantó de entre los muertos, el dios de la oscuridad, ese dios fue abandonado por su propia raza y condenado a morir junto a los demonios, como castigo por sus actos crueles y despiadados. En venganza, decidió acabar con todos los dioses en el mundo celestial. Pero lamentablemente, sus fuerzas casi habían desaparecido, pero entonces, escuchó una noticia muy interesante..."

Bai Lu Jin se detuvo un momento antes de enterrar su rostro en el cabello de Bai Feng, luego continuó "Los poderes del Yin y el Yang descenderían al mundo para tomar un cuerpo físico, de esta manera, el Yin se convirtió en una hermosa niña, y el Yang en un adorado y lindo niño. El dios de la oscuridad pretendía apoderarse de los dos para recuperar sus poderes y destrozar los cielos, pero para eso, tenía que absorber el alma de los dos recién nacidos. El dios de la oscuridad trató de absorber al Yin, pero la niña que representaba al Yin ya estaba hecha de oscuridad pura, incluso más pura que el mismo dios de la oscuridad. Fallando en el primer intento, el dios de la oscuridad trató de absorber al niño que representaba al Yang, y como era de esperarse, la oscuridad venció a la luz..."

Bai Lu Jin terminó de contar todo y se acercó a los oídos de Bai Feng mientras decía con un tono un poco burlón "... Ah.. El cuerpo de tu hermanito me es muy útil actualmente, pero aún no es suficiente, por eso... Tú, tendrás que acompañarlo"

Después de esas palabras, el cuerpo de Bai Feng se estremeció involuntariamente. Mientras ella no podía moverse, una gruesa capa de niebla negra comenzó a envolver su cuerpo, de los pies a la cabeza.

Apretando los dientes, Bai Feng se dirigió al hombre de la túnica plateada "¿Quién eres realmente?"

Bai Lu Jin sonrió mientras se encogía de hombros "Solo soy un antiguo dios que busca saldar cuentas con algunos hipócritas en el noveno cielo, no soy muy importante"

Bai Lu Jin se acercó un poco y cogió la cara de Bai Feng entre sus manos, para después quitarle la máscara dorada y fingir una expresión sorprendida.

"Este hermoso rostro... Si, es exactamente igual al de ese mocoso, pero tú no pareces ser tan débil como él... Bueno, el Yin siempre fue más fuerte que el Yang..." Bai Lu Jin se rió entre dientes mientras levantaba la mano, en ella se encontraba una siniestra serpiente hecha de humo negro.

"Jaja, pequeño Feng, no tienes que tener miedo, me gustaría decirte que esto no te dolerá mucho... pero entonces te estaría mintiendo" Bai Lu Jin acercó la serpiente al rostro de Bai Feng, mientras esta mostraba sus afilados colmillos bañados en veneno.

El homo negro ya había rodeado a Bai Feng por completo, solo podía quedarse ahí mientras observaba cómo el hombre se acercaba cada vez más a ella. Pero justo cuando esperaba ser mordida por la serpiente y sentir el veneno correr por todo su cuerpo, la mano del hombre se detuvo abruptamente.

"No puedes... no puedes hacer eso" Bai Lu Jin bajó la cabeza mientras susurraba esas palabras para él, su voz sonaba mucho más suave y tenía un poco de temblores.

Después de unos minutos, Bai Lu Jin se sujetó fuertemente la cabeza con las manos, mientras maldecía "¡Maldito mocoso! ¡Quédate dentro!"

Con esa repentina falta de concentración, Bai Feng fue liberada del humo negro, sus ojos nunca habían abandonado al hombre que se sujetaba frenéticamente la cabeza mientras gritaba.

En medio de la conmoción, el hombre de la túnica plateada, movió sus manos e hizo que la máscara en su cara se cayera accidentalmente.

Cuando Bai Feng vió la cara del hombre, su corazón casi se detuvo.

Él... tenía el mismo rostro que ella.

La cara del hombre era muy parecida a la de Bai Feng. Aunque aún poseía algunos rasgos masculinos que lo clasificaban como hombre, su rostro aún continuaba siendo increíblemente hermoso, en especial ese par de brillantes ojos azules, que se oscurecían cada vez más.

La sorpresa de Bai Feng no duró mucho, hasta que el hombre se detuviera un momento y se girara en su dirección.

Bai Feng se preparó con una expresión helada, pero cuando escuchó la voz del hombre de la túnica plateada, se detuvo en seco.

"Hermana, debes irte, romperé el sello en tu anillo, pero tienes que irte de inmediato, sino él continuará persiguiéndote" Esta vez, los ojos de Bai Lu Jin eran puros y limpios, hasta el grado de parecer un par de espejos.

Bai Feng levantó un poco las cejas, pero luego calmó un poco su expresión mientras preguntaba, con un poco de cautela "... ¿Y tú eres?"

'Bai Lu Jin' pareció sorprenderse un poco, pero luego un leve rubor rojo subió por su mejillas, y con una voz tímida dijo "... Soy tu hermano"

"¿Otra vez con eso?" La voz de Bai Feng era sombría.

'Bai Lu Jin' se asustó un poco, pero aún logró decir "... Soy Yang, tu verdade-" antes de que terminara de decir esas palabras, una expresión de dolor apareció en su rostro, se cogió fuertemente la cabeza y se dirigió a Bai Feng.

"Hermana, debes irte, ya quité el sello de tu espacio dimensional, ¡Vete ahora!"

Aunque Bai Feng no entendía mucho de lo que estaba pasando con Bai Lu Jin, aún activó su espacio dimensional. Al siguiente momento, miles de pétalos bailaron por el aire.

'Bai Lu Jin' sonrió amargamente mientras veía como la figura roja desaparecía entre el mar de pétalos.

"... Lo siento hermana, esto es todo lo que puedo hacer por tí, lamento ser tan débil..."

Señorita Prodigiosa: La Leyenda Del Doctor DivinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora