Capítulo 1.

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-Kara date prisa Jeremiah ya tiene listo el auto para llevarlas!

-Si Elisa. En un minuto estaré lista!
 
Vaya, si no me apresuro Alex me matará. Hola!, creo que no me e presentado, antes de que lo haga, debo pedirte que creas en lo imposible ¿puedes hacerlo? bien aquí vamos. Mi nombre es Kara Zor-El, soy una semidiosa hija de Zeus rey de los dioses y del olimpo. Debes de estar pensando que estoy loca por decir que Zeus es mi padre, pero puedo asegurarte que no estoy loca, y debes de creerme cuándo te digo que los dioses son reales, porque ellos son tan reales como tú y como yo. Creo que me desvíe un poco, pero como te decía, no solo soy la hija de un dios, también soy la nieta de uno, para ser específicos soy la nieta de Apolo, el dios del sol, las profecías, la poesía, la arquería y muchas otras cosas realmente geniales. Al ser su nieta se me considera un legado, y por si fuera poco también tengo las bendiciones de 5 dioses, lo que me convierte en la campeona de estos ¿asombroso no? Lo es salvo por una pequeña cosa, mi olor. No pienses que apesto porque no me baño (porque en realidad me baño diario), la cosa es que los semidioses tenemos un olor que no es perceptible para los mortales pero si lo es para los monstruos, y bueno mi olor no es para nada "suave", al tener un padre, un abuelo y patrones divinos, mi olor es muy fuerte y los monstruos pueden rastrearme a kilometros. Es por eso que mis patrones, mi abuelo y por supuesto mi padre, optaron por colocar un campo de protección alrededor de mi casa para protegerme, bueno no solo a mí sino también a mis padres adoptivos Elisa y Jeremiah Danvers y a mí hermanastra Alex. El campo de protección es en verdad formidable, porque si de por si ya es un peligro tener a un semidios como yo viviendo en una casa súmale otro. Así es, mi hermanastra Alex también es una semidiosa, pero ella no es hija de Zeus, ella es hija de Ares. Debes de preguntarte como es eso posible si ella tiene a sus padres mortales viviendo en su casa, bueno tendras que esperar un poco para saber eso, por ahora tengo que apresurarme a empacar para ir al campamento, porque por más poderosa que sea nada me salvara de la ira de Alex.

-Kara por el amor de Ares podrías darte prisa?  - dijo Alex mientras se sentaba en mi cama.

-Tranquila Alex ya casi termino de empacar.

-No se supone que tienes super velocidad o algo así como los hijos de Hermes?

-Por centésima vez, sí, soy muy rápida, pero ya conoces las reglas de Elisa.

-Pff tú siempre siguiendo las reglas.

-Bueno, si tenemos en cuenta quien es mi padre entonces creo que es muy natural. -dije mientras colocaba algunos objetos de bronce celestial en la maleta.

-Si ya lo sé. Pero si tenemos cuenta de quien eres nieta, no es muy natural.

-Tienes razón y por eso mismo en ocasiones es algo difícil seguir las reglas. - Le conteste mientras soltaba una pequeña risa y cerraba mi maleta. -Bien ya estoy lista.

-Ya era hora! Será mejor que bajemos antes de que papá comience a tocar el claxon.

-Tienes razón.

-Vamos, te ayudo con tus maletas.

-No hace falta. -dije mientras tomaba mis maletas y las de Alex como si no pesaran nada.

-Bien chicas coloquen sus maletas en la cajuela y suban al auto. -dijo Jeremiah mientras le abría la puerta del copiloto a Elisa.

Una vez dentro del auto me coloqué mis audífonos, sería un viaje largo hasta el campamento, así que decidí dormir un poco.
Después de 3 horas de viaje llegamos, Elisa y Jeremiah se despidieron de nosotras como siempre lo hacían y antes de irse nos diron un abrazo.

-Sera mejor que comencemos a subir la colina.

-Claro.- asentí mientras volvía a tomar nuestras maletas.-Estas emocionada de regresar?

-Si.- dijo mientras sonreía- creo que sera un buen año. ¿Y tú? ¿Estas emocionada?

-Si. Aunque creo que este año sera como los otros.- contesté mientras cruzabamos la barrera.

-Quiza tengas la razón.- dijo mientras se detenía y extendía su mano.-Bien ya puedes darme mi maleta.

-Claro aquí tienes. Bien nos vemos en un rato para buscar a esos tres- le dije mientras se la entregaba y me encaminaba hacía mi cabaña.

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